Una delegación de Apoloybaco, estuvo presente en la presentación de «Baetica», el vino romano.

En un marco incomparable y en este caso empático como son las ruinas romanas de Itálica en Santiponce (Sevilla) se ha presentado BAETICA el vino de la Hispania romana. Un original y audaz proyecto que ha requerido del esfuerzo, los conocimientos y las sinergias de arqueólogos y enólogos y que ha materializado la empresa Dinamo Cultura S.L.

Con el desembarco en Ampurias de, Cneo Cornelio Escipión en el año 218 a.c., para combatir en lo que después se conocería como la Segunda Guerra Púnica, comienza la conquista y la presencia permanente de Roma en la Península Ibérica. En este largo periodo de tiempo que va desde finales del siglo III a.c. hasta la mitad del siglo V d.c. Iberia será Hispania.

Y será precisamente con la llegada del mundo romano a nuestra península, cuando primero, el cultivo de la viña y la producción de vino se generalice y segundo el consumo del vino se sociabilice. Aquel vino hispano adqurió un gran prestigio y reconocimiento, tanto en Roma capital, como en otras provincias del Imperio.

Baetica es el resultado de un proceso de estudio e investigación en las fuentes bibliográficas de la época (Catón, Varrón, Columela y sobre todo Paladio) sobre la viticultura romana así como de los los restos arqueológicos que han llegado hasta nuestros días, tamizado por los conocimientos actuales de enología y viticultura.

Con todo ello Dinamo Cultura S.L. nos presenta la posibilidad de apreciar los aromas, colores, sabores y las sensaciones báquicas de los vinos de la Hispania Romana en los albores del siglo XXI. Apoloybaco estuvo presente en este nacimiento y sólo nos queda felicitar esta singular iniciativa y desearles mucho éxito.

 

Itálica; municipium civium Romanorum fue el lugar escogido por Dinamo Cultura para el nacimiento de los vinos Baetica. Fundada en el año 206 a.c. por Escipión, fue la primera ciudad romana fundada en Hispania y también fuera de territorio italiano. Los vinos Baetica ven la luz muy cerca del anfiteatro romano, que por su aforo (25.000 personas) era el cuarto mas grande del Imperio. Adriano, emperador oriundo de Itálica a la que le concedió el titulo Colonia Aelia Augusta Itálica, fue amante de muchas cosas, entre ellas el vino.
Manuel León Béjar, gerente de Dinamo Cultura S.L., fue el encargado de abrir este evento agradeciendo los apoyos que han encontrado en la Junta de Andalucía a través de las consejerías de Turismo y Comercio y Cultura y Deporte. Y por supuesto al público asistente. Diversos medios de comunicación, así como distintas entidades, empresas y asociaciones relacionadas con el mundo de los vinos participaron en este acto «enoarqueológico». De izquierda a derecha: Antonio y Charo del blog «Come en casa» y Fernando y Manuel de Apoloybaco.
Los romanos dividieron, en un principio, a Hispania en dos provincias; la Citerior y la Ulterior, esta pasó a llamarse en el año 29 a.c. Baetica. Por ello, un nombre muy adecuado para unos vinos modernos y actuales que tienen su origen hace mas de dos mil años, eso sí, extraídos de antiguas recetas y tratados de época romana. Carmen Arjona, secretaria general provincial de Turismo, explico la apuesta firme y decidida de la Junta de Andalucía por todos aquellos proyectos e iniciativas que sirvan para poner en valor el patrimonio material e inmaterial de Andalucía y en este caso la propuesta de revitalizar los vinos de la Hispania Romana.
Alejandro Vera, arqueólogo de Cotidiana Vitae (Centro temático de la vida cotidiana en Roma), ubicado en Santiponce, explico con todo lujo de detalles, tanto las características históricas como organoléptica de los vinos Baetica. Baetica son cuatro vinos distintos, pero con un mismo cordón umbilical recoger el legado vitivinicultor de la Antigua Roma: Muslum, Sanguis, Antinoo y Mesalina son los nombres de estos cuatro vinos.
Muslum: Un vino muy requerido en la antigüedad, que significa «acariciar», por su carácter delicado como vino. La receta para la su elaboración nos llega a través de Columela, en el que el mosto fermenta mezclado con miel. Y acompañaba a los aparitivos de los banquetes; la «gustatio». Sanguis; significa sangre, la sangre derramada por Adonis sobre las rosas blancas convirtiéndose desde entonces en rojas. Vino macerado con pétalos de rosas, siguiendo las recomendaciones de Apicio y Columela. Solía consumirse en la ronda de degustación de alcoholes que se realizaba durante la «comisatio».
Antinoo: Vino macerado con Pétalos de Violeta, según la receta de la obra «De Re Coquinaria» (Apicio). En Roma, el violeta era el color del poder y la violencia, el púrpura era por ley el color imperial. Antinoo, amante de Adriano, fue divinizado por este tras su muerte como símbolo de juventud, fuerza, poder y belleza. Mesalina: Vino macerado con Canela. La canela tenía en la antigüedad un uso medicinal, estético y afrodisíaco. De ahí su nombre Mesalina en honor a uno de los grandes mitos de la sensualidad, famosa por sus artes amatorias y su conocimiento de productos afrodisíacos como la canela.
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