GASTRONOMÍA

Bar Casa Ruperto.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Triana – Santa Cecilia.
Avenida Santa Cecilia, 2. 41010 Sevilla.
Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina: 

Servicio:

Tapa destacada: Codornices fritas en adobo.

Otras tapas: Caracoles, cabrillas y caballitos de jamón.

  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente.

 

El Bar Casa Ruperto lleva abierto en la Avd Santa Cecilia desde 1970 cuando su propietario, Ruperto Blanco Caro se instaló cerca de la Cruz Roja de San Jacinto para despachar a su fiel clientela las mejores codornices de Sevilla. Antes de su ubicación en Santa Cecilia, Casa Ruperto estuvo situado en la calle Castilla y posteriormente en la calle Alfarería. Su bar es un autentico punto de encuentro entre centenares de sevillanos que acuden en busca de unas excelentes codornices fritas. La materia prima viene de aves criadas en granjas especializadas traídas desde Lérida y su punto de preparación le confiere un sabor único.

En su espacioso local y en sus magnifica terraza de verano, es difícil encontrar un hueco en horas puntas y conviene adelantar un poco la llegada. Pero Casa Ruperto es un bar de tapas singular. A pesar de su vulgar aspecto y de la fea impresión que causa cuando cruzas su umbral, su cocina fue galardonada en Julio de 1987 por la prestigiosa Sociedad Gastronómica de Nueva York con el premio Garbanzo de Plata, un premio de indudable valor gastronómico y culinario que Ruperto se ganó a pulso cuando nadie en Sevilla lo había obtenido.

En una de sus paredes cuelga el diploma que acredita tal galardón, concedido por mantener vivas las tradiciones culinarias de Sevilla y Triana. Y en verdad que tiene mérito tener abierto desde hace más de treinta años un establecimiento que día a día se esmera por ser fiel a su estilo sin importarle modas pasajeras.

Su plato estrella, aquel que es conocido en medio mundo y por el que su fiel clientela se recorre media Sevilla en su búsqueda, la codorniz frita en adobo. Frescas del día, la clave de su éxito es la maceración durante dos días en un aliño de adobo inventado por el propio Ruperto y guardado celosamente en secreto. Predomina en su preparación el comino y el vinagre de Jerez. El resultado es una carne sabrosa y de exquisito paladar como así lo atestiguan sus más de 200 piezas vendidas diariamente entre una variopinta clientela amante de los pajaritos fritos. Su carta no es demasiado extensa y además de las ya reseñadas codornices, Ruperto prepara, y siempre como complemento a su tapa estrella, un magnifico guiso de caracoles y cabrillas que poco tienen que envidiar a la de aquellos establecimientos sevillanos con fama de preparar caracoles.

Además de las tapas referidas, el bar Casa Ruperto tiene en su corta pero jugosa carta de tapas, una variedad muy sevillana que prácticamente está en peligro de extinción al ser ya muy pocos los establecimientos que la prepararan.  Nos estamos refiriendo al sevillanísimo «caballito de jamón». El Caballito de jamón consiste en una rebanada de pan frito pinchado con un palillo y ensartada una pequeña y sabrosísima loncha de jamón ibérico. En definitiva, Casa Ruperto es uno de esos establecimientos que no puedes dejar de visitar cuando estés en Triana.

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