GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Carrión de los Céspedes.

BAR LA PEÑA. Avenida de Andalucia. 
BAR LA VERBERANA. Avenida de Andalucia. 
  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Un sábado de mediados de enero, con una mañana de cielo raso y soleado, iniciamos nuestra ruta gastronómica en Carrión de los Céspedes, situado al oeste del cauce del río Guadiamar, en el extremo occidental de la provincia de Sevilla y limítrofe con la de Huelva, con una altitud de 88 metros sobre el nivel del mar y a 36 km. de la capital hispalense. Carrión de los Céspedes, como tantos otros núcleos de población de la comarca, fue una alquería en la época árabe, pasando a manos de la orden de Calatrava, después de la conquista cristiana por Alfonso X, denominándose entonces Carrión de los Ajos, hasta que en 1579, Felipe II autorizó su venta a D. Gonzalo de Céspedes, del que toma su actual nombre.

De la enorme importancia del agua y del regadío en el Aljarafe islámico ha quedado el vestigio en Carrión de un antiguo molino hidráulico, que aprovechaba la corriente del Alcarayón. Aunque en su término municipal existen algunas parcelas con pequeños viñedos, el mosto que se puede degustar en Carrión de los Céspedes procede fundamentalmente de la localidad onubense de Chucena, muy próxima, por otro lado a Carrión.

En ésta fresca pero soleada mañana de enero, es una delicia pasear por sus calles y plazas, visitar su iglesia de San Martín de estilo mudéjar, y dirigir nuestros pasos hacia la plaza de la Constitución, frente al ayuntamiento, se encuentra la Peña Sevillista, antiguo molino de aceite del siglo XVIII, donde sirven ese mosto chucenero acompañado, como así reza en un cartel, de estupendas tapas «Asadura en adobo», Costillas en salsa y pavias de merluza.

Carrión es un pueblo de frontera, quizás por eso sus gentes son abiertas y afables, dedicadas muchas de ellas a tareas agrícolas. Explican que no hace mucho tiempo aún existían bodegas que elaboraban su propio mosto, hoy en día no queda ninguna, aunque afortunadamente si queda la costumbre y el placer de ser una de las bebidas mas consumidas durante los meses del invierno. En este valle del Alcarayón, del que recibió el nombre árabe de Carrión, esta costumbre y tradición de tomar mosto, continua trasmitiéndose de padres a hijos. Así es fácil observar en lugares, cuya clientela suele ser gente joven, como la que concurre al Bar La Peña, situado en la Avenida de Andalucía, como el mosto es una bebida consumida de forma habitual, por estos jóvenes. Este cartel anunciador corresponde al Bar La Verberana, situado en la Avenida de Andalucía. Un lugar muy peculiar que integra diversos comercios en uno solo (Churrería, panadería, hostal, comidas), algo por otro lado muy característico de municipios y villas que aún conservan su identidad de pueblo, como es el caso de Carrión.

Su mosto, también chucenero, se puede acompañar de unas exquisitas chacinas de la sierra o sencillamente de unas gustosas aceitunas de la comarca. Pero si vamos con tiempo suficiente, es mas aconsejable probar algunos de los platos típicos de este bonito pueblo, como sus tostones con sardinas o bacalao y aceite de oliva virgen, su potaje de garbanzos o su guisado de las brujas (fideos gordos guisado con pescado). Como decía una gran cocinero español: «La comida es una buena excusa para beber un buen vino».

 

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