GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Palomares del Río.

 

Bodega Las Cadenas.   Calle Sevilla, 5.
Peña Rociera La Truja.   Calle Cortinales, 4.
Bodega La Tertulia.   Avenida de Coria, 7.
Bar Pepín.   Calle Juan Crisóstomo Arriaga, 3.
La Escalerita.   Calle Iglesia, 18.
Asdador El Huerto del Portugués.   Calle Velázquez, 28.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

Nuestro paseo por la Sevilla gastronómica nos lleva un sábado de Diciembre cualquiera, al municipio de Palomares del Río, localizado entre la cañada que se traza entre el Guadalquivir y el río Pudio, al suroeste de la capital sevillana, en el limite oriental de la comarca del Aljarafe y asomada sobre la vega del Guadalquivir a 37 metros de altitud y a 10 km. de la capital.

Está «villae» agrícola de tiempos romanos llamada al parecer Columbario o Colomera que significa Palomares, al que los árabes bautizaron con el nombre de Al-Rauz que traducido significa El Jardín, y que los castellanos rebautizaron con el nombre de Criada y Paterna de los Judíos, es un bello enclave aljarafeño donde destacan algunas de sus grandes Haciendas, como Casa Alegre, San Rafael, Santa María y El Bichero, de las que despuntan sus monumentales torres de molinos de aceite.

Caminar por sus calles y pequeñas plazas en busca del rico Mosto, es una delicia para los sentidos, en la que sin duda la presencia de sus grandes haciendas nos hacen evocar su carácter agrícola de otras épocas, donde el olivo y la vid predominaban por encima de los demás. Hoy en día la elaboración del aceite y del mosto es una actividad minoritaria.

En la C/Sevilla, 5 nos encontramos con una de las bodegas de más solera del pueblo, pues es la antigua bodega de la hacienda «Las Cadenas». Que se ha ido trasmitiendo de generación en generación, y desde hace 40 años está regentada por Don Antonio Gómez Velázquez que ya esta preparando a su sucesor, su hijo José. Actualmente ya no tienen viñedos propios, pero continúan elaborando el Mosto de Palomares.

Para la crianza de este Mosto cuentan con unos 20 bocoyes, donde el zumo de uva traído de Bodegas Salado en Umbrete, fermenta durante 40 o 45 días antes de ponerse a la venta y ser servido a los lugareños y forasteros que así lo demanden. Para acompañarlo cuenta con unas excelentes aceitunas del Aljarafe, chacina de la sierra y los domingos prepara una suculenta paella.Para los musulmanes Palomares del Río debió de ser algo más que una «alquería» el reciente hallazgo de una Hamman (baños), así lo demuestra y es seguro que sus pobladores prescindieron de la prohibición coránica de beber vino, porque es un placer difícil de renunciar, ya que el Mosto de Palomares tiene un cierto embrujo que cautiva a propios y extraños.

A la puerta de otra de sus haciendas se encuentra La Peña Rociera La Truja, donde el Mosto se puede combinar perfectamente con su exquisita carne ibérica y su extraordinario ambiente palomareño. Pero si queremos maridar el Mosto con las comidas y tapas andaluzas el lugar al que hemos de dirigirnos es El Mesón La Pilarica. Y si queremos probar como conjuga el mosto con los conejos y perdices el lugar es el Bar de Pepín. Ademas de beber mosto, o mejor aún, para acompañarlo adecuadamente, algunos de nuestros socios, nos recomiendan estos establecimientos de Palomares del Río que reseñamos arriba.

 

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