Las plazas de abastos de Sevilla: Mercado de la Puerta de la Carne.

Parece que una especie de maldición bíblica se cierne sobre las primitivas Plazas de Abastos de Sevilla, y el histórico Mercado de la Puerta de la Carne, no se escapa a ella. Ubicado en la calle Pedro Roldán, frente por frente al parque de bomberos y al Puente de San Bernardo, y construido entre 1927 y 1929, está en desuso desde 1999 y su estado arquitectónico es bastante deplorable, hasta el punto de que el abandono de las tareas propias de mantenimiento, han provocado un claro debilitamiento de sus estructuras.

El edificio original fue diseñado y construido, por los arquitectos Gabriel Lupiáñez Gely y Aurelio Gómez Millán y desde entonces ha habido varios intentos de rehabilitación urbanística que nunca ha cuajado. El edificio fue en su tiempo una de las primeras obras del racionalismo sevillano, y arquitectónicamente responde a una pieza perimetral e irregular de tres plantas de altura. En el centro del solar se levantaba con toda su pureza geométrica la nave central del edificio, generando un gran espacio que acogía a los puestos del mercado propiamente dichos (los originales se han perdido).

Era esa sin duda, la pieza magistral del edificio, definida interiormente tan sólo por su estructura descarnada, e iluminada cenitalmente, una pieza que define el espíritu higienista que los arquitectos querían trasladar a este mercado popular. La imagen exterior del edificio se caracterizaba por la doble escala del mismo: la de la construcción perimetral por un lado, y la de la nave con cubierta a dos aguas que asoma sobre ella, por otro. En la actualidad (principios de 2013), mientras que el Ayuntamiento anuncia lo que parece ser, un nuevo intento de rehabilitación del primitivo mercado, los puestos de venta se trasladaron desde 1999, y de manera «provisional» al espacio arquitectónico que fuera la Estación de tren de San Bernardo, una vez que las obras del AVE, dio lugar a la clausura de la estación y sustituyéndola por la moderna de Santa Justa.