GASTRONOMÍA

Junio 2013: Restaurante Tabula Calda. (Mérida).

RESTAURANTE TÁBULA CALDA.

Calle Romero Leal, 11. 06800 (Mérida . Badajoz).

Teléfono: 924 304 950

Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente.

 

vinos vino betica mosaico meridaEl conjunto arqueológico de Mérida, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la Unesco. Sin lugar a duda alguna, la que fue Emérita Augusta en tiempos del Imperio Romano, es en cualquier época del año, uno de los destinos culturales y turísticos más importante de España. Visitarla es destino obligado para quienes quieran conocer el esplendor de Roma en la Península Ibérica, y su casco urbano y alrededores, conservados en muy buen estado, es una muestra de indudable interés arqueológico para el visitante.

La actual Mérida es una ciudad moderna, amable y orgullosa de su pasado imperial. El enorme esfuerzo realizado por las instituciones para poner en valor todo el patrimonio cultural de la ciudad, ha dado como resultado que su visita sea imprescindible para quienes quieran adentrase en una ciudad romana sacada a la luz después de más de 2000 años de antigüedad.

Mérida es única, diversa y distinta. Recorrer con tranquilidad su patrimonio urbanístico es algo que nadie debería perderse mientras pudiera: El Teatro Romano y su Anfiteatro, el Circo, el Foro y el Templo de Diana, el Museo y el Puente Romano, la Alcazaba y la Presa de Proserpina, el Arco de Trajano y el Acueducto de los Milagros, son de obligada visita para el forastero.

Pero como no solo de arquitectura y de historia vive el hombre, Mérida también esconde entre sus zigzagueantes calles, algunos templos gastronómicos dignos de visitar. Y uno de ellos es “Tabula Calda”, un restaurante al que le gusta llamarse “Casa de Comidas”, y que ocupa el espacio que fuera una casa solariega de la Aristocracia Agraria. Inmensa y romana, decorada con frescos en sus paredes y muros recordando el esplendor de la Emérita Augusta y donde su cocina, una fusión entre romana, sefardí y extremeña, nunca te deja indiferente como así lo demuestra algunas de sus platos y postres: Ensalada de naranja, cordero al horno, migas con sacramento y miel, sopa de ajo, repápalos con leche, etc.

En Tabula Calda, abierto en 2011, te recibe y te despide de su casa, Juan Manuel Sánchez Gil, copropietario del restaurante y cabeza visible de esta singular “Casa de Comidas” que abre sus puertas a tiro de piedra del Templo de Diana, en pleno corazón del foro de la antigua Emérita Augusta y cercano al cruce de las dos vías principales de la arquitectura civil romana: el Cardo y el Decumanus. Juan Manuel lo primero que hace es enseñarnos su casa, sus salones principales, sus verduras ecológicas, su rincón literario, una invitación placentera a la lectura gastronómica de algunos autores ilustres.

En el Convivium, (salón principal), sus paredes están decoradas en estuco veneciano, combinado con un suelo en pizarra negra, además está decorado con rosetones que contienen la faz de los dioses de la mitología romana, y nos recuerdan la majestuosidad de Mérida. En el patio, centro neurálgico de su restaurante y alegre y bullicioso nos encontraremos rodeados por restos arqueológicos, con arcos de medio punto que tienen como soportes fustes probablemente romanos. Anexo al patio está La Carbonera, un salón íntimo y acogedor que mantiene el encanto de la intimidad para que los comensales disfruten de una sobremesa inolvidable.

Una de las singularidades que ofrece la cocina de “Tabula Calda”, es su adscripción a la llamada “Cocina de Kilómetro Cero”, un concepto que respeta a la cocina ecológica, entendida esta como el fomento en su carta de sus propios productos naturales y bajo la premisa de aprovisionar los alimentos que se sirven en su restaurante en un radio inferior a los 100 Km de distancia. En su carta cuentan con un mínimo de 5 platos con ingredientes que cumplan esos requisitos. El resto de ingredientes debe, además, haber sido obtenidos de firma sostenible con el medio ambiente y por supuesto, los alimentos transgénicos no tienen cabida en estos restaurantes. Una vez cumplidas esas premisas, “gastrobotánicas”, el restaurante en cuestión será calificado por el cada vez más influyente movimiento “Slow Food”, como merecedor de formar parte de la llamada “La Cocina Kilómetro Cero”.

En el restaurante “Tabula Calda”, todas las verduras de temporada, son de su propia huerta, situada a las afueras de Mérida, recolectadas ecológicamente, abonadas con productos orgánicos y reciclados los productos sobrantes y su carta es un monumental homenaje a la comida casera, destacando el menú «Escae Caldae» (manjares calientes), la bandera insignia de esta singular y espectacular Casa de Comidas que está a tiro de piedra de uno de los monumentos mas importantes de la época romana en España: El Templo de Diana.

En nuestra visita al restaurante fuimos recibidos con un singular aperitivo: una pequeña muestra de una ensalada sefardí con naranjas muy sabrosas. En los entrantes compartimos una migas con miel y sacramentos espectaculares y una exquisita ensalada “Tabula Calda”, de la casa con verduras de su huerta, y de platos principales, unas excelentes “patas al montón”, consistente en un revuelto de patatas y huevos camperos de su granja y una sabrosísima paletilla de cordero al horno en un punto extraordinario.

La carta de vinos es suficientemente adecuada y donde tiene una importante presencia los excelentes caldos extremeños de nueva generación. Nosotros nos decidimos por un estupendo «Viña Puebla» Crianza 2009 de la DO Ribera del Guadiana. Aconsejamos dejar hueco para probar la excepcional repostería de “Tabula Calda”, que ofrece una amplia y selecta carta de postres que hará las delicias del golosos más exigente.

En resumen, Tabula Calda es un restaurante que hace honor a la ciudad que le acoge. Y entre sus paredes se ofrece lo mejor de la gastronomía emeritense. Una magnífica RCP que agradará a la gran mayoría de sus clientes que lo visiten.

 

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