JAZZ

Disco del mes-Abril 2006: «Jazz Giant», de Bud Powell.

powellSi Thelonious Monk fue el profeta enigmático del piano moderno, Bud Powell fue su encarnación absoluta e irrepetible. Powell poseía la voz pura del bebop, como Parker o Gillespie, pero caminó siempre al filo del abismo, invocando turbios paisajes interiores en estado bruto que contrastaban claramente con el vitalismo del saxofonista o con la jovialidad del trompetista.

Las crónicas de la época nos hablan de un joven pianista fascinado por el maestro Art Tatum y un músico protegido de Monk y que llegó tardíamente a las sessions de la Calle 52, donde se forjaba el bebop y que de inmediato se ganó un puesto al lado de de pioneros como Don Byas, Sidney Catlett, Allen Eager o Dexter Gordon. También de sus excesos con el alcohol y las drogas, de sus sucesivas crisis mentales, tratadas sin remedio en distintas instituciones psiquiátricas de donde siempre salía en peores condiciones de las que entraba. Participó con Charlie Parker en el legendario concierto de Toronto (Jazz at Massey Hall), considerado el canto del cisne del bebop.

Éste extraordinario disco que recomendamos: «Jazz Giant», nos presenta a Powell al frente de sendos tríos. Escuchándole así o en solitario, es como mejor se advierten las cualidades que hacen de él uno de los pocos auténticos innovadores del piano jazzistico: Imaginación deslumbrante, intensidad dramática, armonías originales, y fraseos inspirados en la escalas antes que en la melodía. El tratamiento de los estándares como «All Good’s Chillun Got Rhythm» o «Sweet Georgia Brown» muestran a un pianista en su faceta mas arrolladora con una rapidísima mano izquierda. Como compositor, Bud Powell trata aquí algunas de sus grandes obras como «Tempus Fugit» el tema que abre el disco o su inmortal «Celia».

También en las baladas, Bud Powell se esmera sabiendo que la tradición es importante en el jazz y en «April in París» o «Body and Soul» respeta las melodías y emplea un preciosismo ejemplar. En resumen, aquí vemos al Bud Powell de sus mejores tiempos, lleno de creatividad, lirismo y fuerza; poseedor de un sonido peculiarísimo al piano y con grandes dosis de swing. Disfrutable de principio a fin y homenaje a un músico que le dio al bebop la fuerza rítmica que necesitaba.

Del mismo modo que Thelonious Monk, acertó a iluminar la escena del jazz moderno a través de composiciones no sujetas a modelo concreto alguno, Bud Powell dictó las claves fundamentales del nuevo lenguaje pianístico sin necesidad de asirse a referencias palpables. Todavía hoy en día, constituye la cumbre técnica insuperada del piano «bebop» y se le recuerda como el músico mas influyente de este movimiento, después de Charlie Parker, pero por delante de todos los demás, Dizzy Gillespie, incluido.

 

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Max Roach Batería Sello disocgráfico: VERVE
Ray Brwon y Curly Russel Bajos Número de serie: 829937-2
Bud Powell Piano y líder Fecha de grabación: 1949-1950
Lugar de grabación: New York


OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE BUD POWELL.

THE AMAZING BUD POWELL

SWINGIN’ WITH BUD

‘ROUND ABOUT MIDNIGHT AT THE BLUE NOTE

En éste primer volumen de «The Amazing Bud Powell» grabados para el sello Blue Note, está la histórica sesión del 8 de Agosto de 1949 programada a nombre de los «Bud Powell’s Modernist» con Sonny Rollins al saxo tenor, Fats Navarro a la trompeta, Tommy Potter al bajo y Roy Haynes a la batería. En aquella fecha memorable, Powell aportó tres piezas originales que documentan su altísimo nivel como compositor: «Bouncing with Bud», «Dance of the Infidels» y «Un poco Loco».  Un disco maravilloso e imprescindible en la discografía de Powell.

Diez años después del disco comentado arriba, Bud Powell graba para la RCA su segundo disco con una sección rítmica compuesta por George Duvivier al contrabajo; y Art Taylor a la batería. Son cuatro composiciones originales y siete temas versionados de músicos de distintos estilos suficientemente contrastados. En éste sentido, junto al «Sal Peanut» de Dizzy Gillespie, aparecen «She» de George Shearing, un compositor muy del gusto de Bud Powell y «Swedish Pastry» del guitarrista Barney Kessel. Un disco donde Powell aligera las líneas y adopta en la rítmica un swing más ortodoxo.

Ya en la última etapa de su carrera, Bud Powell nos deja en éste excelente disco algunos de los momentos mas sinceros e intensos de su música. La música que Powell grabó durante su etapa parisina en el afamado club «Blue Note» donde incluso formó un trío regular conocido como los «Three Bosses» con el contrabajista, Pierre Michelot y el baterista, Kenny Clarke, fue, además de magnifica, la principal atracción del club parisino. La leyenda de Bud Powell en Europa se fraguó tocando los temas que aquí aparecen. El director de cine francés, Bertrand Tavernier, realizó una película en homenaje a Bud Powell inspirado en ésta música.

BUD POWELL.

La infancia de Bud Powell estuvo saturada de música, su hermano mayor tocaba profesionalmente la trompeta y el violín y su abuelo, Zachary, fue el mejor guitarrista flamenco de Estados Unidos. Su padre, pianista adscrito al estilo «stride» apoyó su temprana vocación y le dio las primeras clases. Su progreso fue espectacular y en aquellas fechas, era frecuente verle interpretar junto a su amigo, Elmo Hope, composiciones de Bach y otros clásicos. No fue hasta 1939, cuando Powell, consiguió su primer contrato importante con los «Sunset Royals» de la cantante, Valaida Snnow, y en 1939 grabó su primer disco titulado «Reverse The Changers» para el sello «Duke» y bajo el liderazgo del saxofonista, Frank Sokolov.

En 1944, animado por Thelonious Monk, ingresó en la orquesta de Cootie Williams y grabó un solo muy breve sobre «Blue Garden Blues», primera muestra real de su colosal talento. Ese mismo año sufrió su primera detención por escándalo publico y al años siguiente recibió una brutal paliza de la policía de Philadelphia que lo dejó tocado para siempre. Sus trastornos psíquicos se reprodujeron y fue enviado a un Hospital Psiquiátrico de Long Island. En 1946, casi recuperado, se incorporó al pequeño combo del contrabajista, John Kirby y la casualidad hizo que esa pequeña formación fuera contratada en el Minton’s Playhouse de Harlem, el «templo» del bebop donde Powell entró en contacto con la plana mayor de aquel movimiento, lo que le permitió participar entre 1946 y 1947 en un buen numero de jam sessions con Dexter Gordon, Jay Jay Johnson, Sonny Stitt, Kenny Clarke y Sarah Vaughan, entre otros.

Su debut como líder se produjo el 10 de enero de 1947 para el pequeño sello «Three Deuces», y en mayo de ese año, grabó el único registro en estudio para la Savoy con Charlie Parker. Un largo paréntesis de dos años, consumidos en su mayor parte internado en el «Creedmore Sanatorium», donde llegó incluso a recibir tratamiento de electrochoque, dio paso, paradójicamente, a su periodo mas fértil y artístico. A partir del 8 de agosto de 1949, bajo la supervisión de Alfred Lion y Francis Wolf, Bud Powell, dejó en las arcas del sello Blue Note, otra visión del pianismo moderno perfectamente compatible con la que apenas dos años antes había aportado, Thelonious Monk. Nuevamente es ingresado durante diecisiete meses en en otro Hospital Psiquiátrico, y cuando recibió el alta, formo un trío estable con el contrabajista, George Duvidier y el batería, Art Taylor.

El 15 de mayo de 1953, se produce un hecho histórico en la vida profesional de Bud Powell. Junto a Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Charles Mingus y Max Roach, participó en un multitudinario concierto celebrado en el Massey Hall de Toronto en Canadá, considerado el canto del cisne del bebop y quizás el mejor concierto de jazz de todos los tiempos. A partir de entonces, Powell, comenzó a entrar en una fase de profundo deterioro mental casi irreversible, pero en 1956 realizó un gira por Europa junto a Miles Davis, Lester Young y el Modern Jazz Quartet de Milt Jackson. Repitió visita al viejo continente en 1959, pero esta vez se quedó cinco años. Le acompañó Altevia Edwards, mas conocida como «Buttercup» y eligió Paris como lugar de residencia.

Recibido con los honores de un grande del jazz, formó un trío regular conocido como los «Three Bosses» con el contrabajista, Pierre Michelot y el baterista, Kenny Clarke, que fueron la principal atracción del club parisino, «Blue Note». Fue un periodo de su vida importante gracias al cuidado que le proporcionó, Francis Paudras, un extraordinario aficionado al jazz y posterior autor de la biografía de Powell «The Dance Of The Infidels». Pero aquejado de tuberculosis aguda, incapaz de dejar la bebida, y nostálgico de New York, Bud Powell, regresó a los Estados Unidos. Su reaparición en el mítico «Birdland» provocaron uno de los momentos dulces de su carrera. Siete minutos de ininterrumpido aplauso demostraron que sus incondicionales no le habían olvidado, pero aquélla reaparición fue un cruel espejismo. Sus dos últimos años los pasó en un apartamento de Brooklyn acompañado por su hija Celia.

Ya casi al final de su vida, participó en 1965 en sendos conciertos celebrados en el Town Hall y en el  Carnegie Hall, este ultimo en homenaje al décimo aniversario del fallecimiento de Charlie Parker, pero el 31 de julio de 1966 falleció en el «Kings County Hospital» de Brooklyn. Más de cinco mil personas se echaron a la calle espontáneamente para homenajearle y en su entierro, Barry Harris y Lee Morgan, tocaron en su honor.

Temas

Duración

Tempus Fugit 2,26
Celia 2,57
Cherokee 3,37
I’ll Keep Loving you 2,40
Strictly confidential 3,06
All good chillum got rhythm 2,59
So sorry please 3,14
Get happy 2,50
Sometimes i`m happy 3,35
Sweet Georgia brown 2,48
Yesterdays 2,49
April in Paris 3,08
Body and soul 3,02
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