VINOS

Bodegas Rubio

En un encantador pueblo de la provincia de Huelva, Palma del Condado, adscrito a la Denominación de Origen, Condado de Huelva, se encuentran las Bodegas Rubio.

A esta bodega si que le viene como anillo al dedo los calificativos de noble y con solera, pues según cuenta la leyenda, en un rincón apartado de las bodegas se descubrió en el año de 1893 unas barricas de roble que contenían un brandy envejecido, estaban señaladas con el nombre de LUIS FELIPE, por estar reservadas al Duque de Montpensier – Don Antonio de Orleáns – hijo del rey de Francia Luis Felipe I.


Acercarse a La Palma del Condado, es un delicioso ejercicio que todo aquel que pueda debería practicar. Es muy probable que nuestra presencia no quede reflejada en el Libro Capitular de la villa, como así ocurrió cuando la visitó allá por el año de 1593, el más universal de nuestros escritores Don Miguel de Cervantes, pero es más que seguro que los encantos de la muy noble y muy leal ciudad de la Palma del Condado si deje huella en nosotros.

«Palma Urianorum» (La Palma del Río Tinto), como la llamaban los romanos; es un bello pueblo onubense, que entre otras cosas tiene dos grandes privilegios; uno otorgado en 1398 por el rey Enrique III «El Doliente», que mediante Carta de Privilegio dotaba a la villa de una feria, con el título de «Real», de carácter agrícola a celebrar durante los primeros quince días de septiembre; es la actual Real Feria y Fiesta de la Vendimia. Y el otro privilegio, otorgado por los propios palmerinos, es poseer uno de los mejores brandy de nuestro país, el Luis Felipe.


Bodegas Rubio son las herederas de este tesoro enológico desde 1965 que adquirieron las soleras y las marcas de la Rábida y Luis Felipe, pertenecientes a las desaparecidas Bodegas Morales. La familia Rubio ha sabido recoger el testigo de este arte de elaboración y crianza y proyectar con mesura y acierto esta obra capaz de sublimar cualquier paladar.

Una visita a sus bodegas se convierte casi en un ritual y apoloybaco tuvo el placer de flanquear sus puertas y pudo disfrutar de este pequeño santuario del brandy. En su interior se respira sobre todo quietud, todo parece armonía, sus paredes, sus techumbres de madera noble sustentadas por paramentos arqueados, su suelos frescos y sus botas, unas encimas de otras formando «andanadas» el tradicional sistema de criaderas y soleras donde se produce ese milagro alquimista; el brandy.


Luis Felipe, Brandy Gran Reserva: de producción limitada a unas 10.000 botellas anuales. Limpio, ambarino, aromático, agradable y equilibrado en la boca, suave y aterciopelado. 


Rey Luis Felipe, Brandy Gran Reserva: Cada año se envasan unas 300 unidades de la botella de madera de roble americano que contiene este legendario brandy, guardada en un estuche de piel. Este es un brandy viejisimo con una edad media de 75 años. De color ámbar-teja, muy aromático y ligermente abocado, con un final de boca muy prolongado.


Luis Felipe Cien años, Brandy Gran Reserva: Su producción anual no supera las 50 botellas (es un frasco de cristal con la efige del Rey Luis Felipe I de Francia realizada por artesanos orfebres y dentro de un estuche de madera lacada. Con una vejez media de 100 años.

Intentar definirlos, ciertamente es posible, como casi todo en la vida, los mejores catadores hablan de él resaltando su color ambarino, su complejidad aromática, su paso aterciopelado por boca, su sabor abocado y su retrogusto especiado. Yo aún estando de acuerdo con estas definiciones, me quedo con la exclamación que emitieron mis propios sentidos después de saborearlo: «es un auténtico éxtasis para el paladar». 


Dirección de la Bodega:

C/ Palos de la Frontera, 14

21700- La Palma del Condado (Huelva)

Teléfono: 959 40 07 43

www.brandyluisfelipe.com/

brandyluisfelipe@brandyluisfelipe.com

 

BODEGAS RUBIO 

 
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