Grupo de Cata de Apoloybaco. 30 de Marzo de 2014.

Los Vinos catados fueron:

– Iduna. 2012. Fermentado en barrica. Blanco Verdejo de la D.O. Toro

– Overo. 2012. Sauvignon Blanc. D.O.P. Lebrija (Sevilla)

– Azabache. 2012. D.O. Calificada Rioja.

– Allende la Ermita. 2009. D.O. Ribera del Duero.

– Lucero del Alba. 2012. D.O. Ribera del Duero.

– Monte da Peceguina. 2008. D.O. Alentejo (Portugal).

– Zancúo Selección Sevilla. 2012. Vino de la Tierra Sierra Norte de Sevilla.

– Esporao. 2003. D.O. Alentejo (Portugal).

 

 

En esta ocasión empezaremos por el final, es decir por los últimos vinos que degustamos en esta prolija cata. Y este fue un tinto portugués, el Esporão de la cosecha 2003, selección privada de Bodegas Herdade de Esporâo.

Elaborado con uvas de las variedades Aragonez y Alicante Bousquet y 18 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés, ha estado bien conservada, porque a pasar del tiempo transcurrido se muestra vital, potente de color rojo picota con ribetes atejados.

En nariz es intenso a la vez que complejo, al principio destaca la vainilla y los barnices, para pasar a la fruta confitada y pastelería. En boca se muestra redondo, equilibrado de taninos secos y elegantes y en la retronasal vuelve la fruta madura.

De la Bodega La Margarita, en Constantina, Sevilla, catamos este sorprendente vino tinto monovarietal: Zancúo. 2012. Selección Sevilla. Petit Verdot. Sencillamente delicioso, y hay que felicitar el trabajo bien hecho de esta joven bodega sevillana que con su calidad esta situando a los vinos de Sevilla en un merecido puesto en el panorama vitícola español.

Presenta un color picota vivo e intenso; en nariz es muy expresivo de gran complejidad e intensidad en sus aromas, en los primarios muestra la franqueza de sus frutos destacando los negros como la ciruela, así como el carácter marcadamente especiado, sobre fondo de trufa, tabaco y piedra.

Su paso por boca es seco, fino y muy estructurado, redondo y sabroso de taninos maduros y elegantes y donde la fruta negra continua presente.

Del Alentejo, se cató este exquisito vino tinto, Monte da Peceguina 2008, en esta ocasión elaborado por la bodega Herdade da Malhadinha Nova; un coupage compuesto por las variedades: Aragonez, Alicante, Bousquet, Turiga Nacional, Syrah y Cabernet Sauvignon. De la D.O. Ribera del Duero y de la bodega Cruz del Alba se degustó su tinto roble Lucero del Alba, con seis meses de barrica y tres de botella antes de su comercialización, obtenido con la variedad tempranillo.
La terraza de la peña bética El Clavel, sirvio de nuevo para esta cata de primavera, en la que el amigo Antonio, cambia su tradicional actividad de tirador de cerveza en el Bar Julián por la de sumiller en el comité de cata de Apoloybaco. Buenos y variados caldos, acompañados de excelentes viandas, como dijo en una ocasión el gran concinero Santamaría «para limpiar y neutralizar el paladar entre vino y vino» y unos entendidos contertulios, el resultado una mayestática mañana de domingo.
De los primeros vinos degustados en la cata fue este Ribera del Duero de la bodega Viña Buena, un crianza elaborado con la tinta del país, bien estructurado, equilibrado y sabroso. De la D.O. Calificada Rioja, degustamos un tinto clásico, muy apropiado para tapear es el Azabache 2012 de las bodegas Viñedos de Aldeanueva Sociedad Cooperativa.
La cata comenzó, como no podía ser de otra manera con los vinos blancos, y comenzando con este Iduna 2012, fermentado en barrica de la variedad verdejo, de la bodega Viñaguareña. Un vino que nos sorprendió muy gratamente, en nariz muy aromático, piña, manzana, hierba recién cortada, en boca muy equilibrado, sedoso y sabroso. El otro vino blanco fue este Sauvignon Blanc, Overo 2012, elaborado por las Bodegas González Palacios de la D.O.P. Lebrija (Sevilla). De color amarillo pajizo, brillante, en boca seco y muy fresco, buen equilibrio entre la acidez y el alcohol.
Una cata muy variopinta, donde cada vino aportó sus matices, unos mas pronunciados que otros, pero todos enriquecieron esta mañana tan agradable. Destacar la fortaleza de los vinos portugueses, sobre todo del Alentejo, y también merece una mención especial el tinto Zancúo Petit Verdot, un acierto pleno y con mucho futuro.
Comparte