Apoloybaco, visita el Museo de la Cultura del Vino de Dinastía Vivanco en Briones.

En el bello y dionisíaco pueblo de Briones, situado al noroeste de La comunidad autónoma de La Rioja, se encuentra lo que sin duda alguna es el mejor y mas completo Museo del Vino de todo el Mundo:  El Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco.

Inaugurado en 2004, el Museo de la Cultura del Vino de la Fundación Dinastía Vivanco ofrece un paseo por la historia y la cultura del vino. Es una iniciativa privada que surge de la pasión por el vino de Pedro Vivanco Paracuellos, hijo y nieto de bodegueros. Y que cuenta también con el apoyo de sus dos hijos Santiago y Rafael.

El edificio que acoge el contenido museístico es obra del arquitecto Jesús Marino Pascual, sobre unas distinguidas trazas de la arquitectura tradicional de las bodegas de la comarca, ha levantado un edificio moderno, integrado en el entorno y de gran funcionalidad y versatilidad. De manera paralela a la construcción del contenedor, se llevó a cabo el largo y concienzudo trabajo de catalogación de las miles de piezas. Esta labor ha sido desarrollada por expertos en arte, arqueología, etnografía e historia del vino.

El Museo ocupa una superficie de 9.000 metros cuadrados que incluyen: cinco salas de exposición permanente, una sala de exposiciones temporales, Centro de Documentación de la Fundación, Sala de Conferencias, Aula de cata, Restaurante, Cafetería y Enotienda. Junto al edificio del Museo se ubica la colección de vides del mundo, la zona de aparcamiento, distintas zonas ajardinadas, un área de recreo infantil y extensos viñedos, todo ello enmarcado en el hermoso paisaje báquico que  nos ofrece La Rioja.

Un grupo de socios de Apoloybaco tuvimos el placer de visitar estas extraordinarias instalaciones que significan un auténtico homenaje a la Cultura del vino.

 

Pedro Vivanco Paracuellos, artífice de esta «Universidad del Vino» en la que se ha convertido este Museo de la Cultura del Vino Fundación Dinastía Vivanco. Primera sala: Nacer, crecer y madurar. El nacimiento del vino: Muestra la trascendencia cultural de la vitivinicultura desde sus inicios, hace unos 10.000 años.
El vino surgió como un alimento y pronto se convirtió en un vehículo de comunicación con los dioses, a los que todas las culturas antiguas del Mediterráneo les atribuían su invención. Una prolija y rigurosamente tratada colección etnográfica y de tecnología de la vid y el vino, con la ayuda de paneles informativos, audiovisuales e interactivos, se pueden observar en esta primera sala.
La segunda sala: Guardar las esencias. A lo largo del tiempo, el vino se ha guardado en diferentes recipientes. Así ceramistas, toneleros, vidrieros y artesanos del corcho se convirtieron en fieles aliados del bodeguero. Esta sala es una autentica aula de «arqueología experimental». Pues se muestra como hacer una barrica, como elaborar las botellas de vidrio o como se realiza la extracción del corcho y elaboración de tapones.
Tercera Sala: El sueño. Después de la vendimia, su fruto llega a la Bodega, primero será mosto para convertirse por la acción del hombre en ese néctar de los dioses, donde el sueño del viticultor y bodeguero comienza a hacerse realidad. De mosto a vino. Prensas, las bombas, filtros y canillas, que se exhiben en el museo, ayudan al hombre en estas labores. los lava botellas, los erizos, las encorchadoras, las encapsuladoras y etiquetadoras, forman parte de esta sala.
La Bodega es el lugar por antonomasia del trasiego y del sosiego. Prensado, encubados, desencubados, filtrados, bazuqueos, embotellados, pero también es el lugar del reposo, de la crianza. A todo ello esta dedicada la Sala: El Sueño. Cuarta Sala: Arte y símbolo. La sala mas singular y exuberante del museo. Una colección de arte y arqueología que recoge una panoplia de obras de las más variadas épocas y técnicas, que al tiempo compartan el denominador común de estar vinculadas al vino.
En su conjunto, estas obras hablan del valor simbólico que la vid y el vino han tenido para el hombre, sobre todo, en la cultura mediterránea. Aquí podemos encontrar referencias a Hathor, representaciones de Dionisos-Baco o cálices eucarísticos, cráteras, todo ello, de singular belleza.
Quinta Sala: Abrir, servir, beber. Una impresionante colección con 3.500 sacacorchos, los primeros modelos datan de finales del siglo XVIII. También muestra una colección de elementos de servicio desde la antigüedad clásica a comienzos del siglo XX. Metal, cerámica, vidrio son los materiales con que se han elaborado los vasos, copas, jarras, decantadores, porrones. El Jardín de Baco que se encuentra a la entrada del museo, es el espacio dedicado a la vid. Es una de las colecciones ampelográficas privadas mas importantes del Mundo.  con mas de 200 variedades, compuesta por: 15 variedades del género vitis, 3 vitáceas, 3 híbridos productores directos, 21 portainjertos, 14 curiosas, 14 españolas del siglo XVI, 16 riojanas, 49 españolas de diferentes denominaciones de origen y 87 extranjeras.
El Museo se completa con la Biblioteca: El Centro de Documentación del Vino. La colección la componen más de 8.000 monografías, revistas especializadas, monedas y billetes, postales, fotografías, videos y audios, etc… de todo el mundo y de todos los tiempos. Es muy conveniente terminar la visita catando los deliciosos  y excelentes vinos de la Bodega Dinastía Vivanco. A los que hay que agradecer este esfuerzo por contar con este complejo enocultural donde investigar, divulgar y dar a conocer, infatigablemente, la cultura del vino en sus diversas manifestaciones.
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