GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Los Palacios y Villafranca.

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 Nombre Domicilio
Restaurante Manolo Mayo.  Avd de Sevilla, 29.
Casa Moral.  Calle Real de Villfranca, 29.
Restaurante La Pachanga.  Avd de Sevilla, 62.
Taberna La Liebre.  Calle Diego Llorente, 44.
Casa Troncoso.  Calle Diego Llorente, 56.
Casa Joaquín.  Avd de Cádiz, 20.
Bar Rocío.  Avd de Sevilla, 88.
Bon Appetit.  Avd de Utrera, 185.
Restaurante Juanma.  Calle Nervión, 2A.
Bar Pikislavis.  Avd de Utrera, 61-A.
Casa Miguela.  Calle Picasso, 79.
Tasca Ramos.  Calle Cardenal Spinola, 53.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

Según algunas fuentes, la historia de Los Palacios se remonta hasta la época romana. Se piensa existía que en esta zona un núcleo de población llamado Searus, que posteriormente fue rebautizado por los romanos como Searotinus. Siendo villa romana, Searotinus tenía derecho a acuñar moneda. Numerosos restos de cerámica, cimentaciones de edificios, restos de columnas, monedas, y hasta sepulcros con restos humanos, hacen creer en la veracidad de la hipótesis de la existencia de esta población. Durante la dominación musulmana el asentamiento fue conocido como Serotín o Saracatín, transformándose con el tiempo en Seracatín o Saracatino, siendo posiblemente lugar de paso y de reposo para los viajeros que seguían la antigua ruta que unía el puerto de Gades con Hispalis. En esta época debió existir un pequeño castillo árabe, llamado Al-mudeyns («pequeña aldea»), el cual será conquistado por Fernando III a mediados del siglo XIII. Posteriormente, la villa pierde su carácter militar y es abandonada, convirtiéndose en territorio ganadero y de caza.

manolo-mayo-yoA mediados del siglo XIV, Pedro I el Cruel manda construir en esta zona una casa-palacio («La Atalayuela») sobre los restos del antiguo castillo árabe, como residencia durante las temporadas de montería. Este es el origen del nombre de la localidad. A principios del siglo XV, la propiedad pasa a pertenecer a los Duques de Arcos, dejando de ser palacio real para convertirse en un pequeño asentamiento rural. El asentamiento de Los Palacios ocupaba una pequeña colina limitada al sur por los terrenos inundables y por el canal del Caño de la Vera, al norte por el desaparecido arroyo de la Raya, y al oeste por las tierras bajas de las marismas. El desarrollo urbano posterior se va a producir hacia el este, siguiendo el camino de Utrera.

Villafranca de la Marisma. De forma paralela, la localidad de Villafranca de la Marisma es fundada por el rey Alfonso XI, y entregada a Diego López de Arnedo en 1330. Esta villa no será reintegrada a la Corona hasta finales del siglo XVII, durante el reinado de Carlos II. En los siglos XIV y XV, Villafranca de la Marisma dependería de Los Palacios, constituyendo un asentamiento disperso, ocupado por pastores dedicados a la cría caballar, que plantarían sus chozas en la falda soleada que desciende suavemente hacia el arroyo de la Raya, la divisoria histórica de los dos asentamientos. En el siglo XVII, Los Palacios ocuparía la colina originaria como asentamiento urbano, estando totalmente rodeado por el territorio de Villafranca. Las dos localidades se funden en un solo Ayuntamiento constitucional en 1836, pasando a denominarse Villafranca y Los Palacios, nombre que se mantendría hasta 1987, donde por razones de orden de nombre de pueblos, deciden poner primero Los Palacios, siendo pues, Los Palacios y Villafranca, en vez del anterior que era por orden de antigüedad de las villas.

manojo-mayo-apoloybacoLa unión de los dos núcleos se materializa en la conformación de un eje urbano transversal, formado por la Plaza de España y las calles Husillo Real, Charco y Blas Infante, y situado sobre el antiguo cauce que había constituido la divisoria natural de ambos asentamientos. También se potencia el eje norte-sur, prolongando la actual calle Nuestra Señora de la Aurora en la Real de Villafranca y San Sebastián. El núcleo histórico central de Los Palacios, los ejes norte-sur y este-oeste y la carretera Sevilla-Cádiz han sido los elementos estructurantes de la trama urbana hasta mediados del siglo XX. La travesía de la carretera N-IV ha dividido históricamente el núcleo urbano en dos sectores (occidental y oriental), aunque recientemente se construyó una variante de la misma en 1996 al oeste de la localidad. Por el contrario, la autopista AP-4 Sevilla-Cádiz desarrolla su trazado al este de Los Palacios. El canal del Caño de la Vera supone otra barrera al crecimiento urbano por el sur, ahora la ciudad se extiende hacia Sevilla, al norte. Los Palacios y Villafranca, es destino gastronómico de primer nivel en la provincia de Sevilla, y aquí os recomendamos algunos establecimientos visitados por nuestros socios.

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