El camarón es un crustáceo minúsculo que vive en el Mediterráneo y en el Atlántico; habita en las proximidades de las costas bajas y se le pesca intensamente pues su carne es muy apreciada, sobre todo como aperitivo; también se le conoce con los nombres de esquila y quisquilla. Con ése crustáceo se elabora una de las mejoras tortillas sin huevo que existen en la gastronomía mundial: la tortillita de camarones.
Hay cierta unanimidad en aseverar que el origen de la afamada tortillita de camarones se sitúa en la localidad gaditana de San Fernando, antiguamente conocida com Isla de León. Cuenta José Oneto, Presidente de la Asociación de Comentaristas y Críticos gastronómicos de Andalucía y Premio Nacional al mejor crítico gastronómico en 2005, que fue en el típico y castizo barrio isleño de «Las Callejuelas» donde vio la luz esta especialidad culinaria que nos ocupa.
Este lugar ha sido, en determinadas épocas, la zona más humilde de San Fernando, una barriada muy pobre de pescadores, que tenían, hasta bien entrada la década de los cincuenta en el siglo pasado, su principal sustento de sus pobladores en el mar. Sus habitantes vivían de la marisquería, la pesca, y otros oficios relacionados con la marinería: salineros, barqueros, pescadores, mariscadores, etcétera.
Hoy son muchos los lugares de Andalucía por donde se está extendiendo a paso agigantado las Tortillitas de Camarones, y Sevilla, muy ligada cultural, histórica y gastronómicamente a la Bahía de Cádiz, fue uno de los lugares donde más arraigó su consumo y su aceptación gastronómica. Es necesario aclarar cuanto antes que el camarón que se utiliza en Andalucía, tanto como cebo para pescar, como manjar, no es el camarón que se conoce en el norte de España, siendo aquél más grande de tamaño y pertenecer a una familia decadópoda distinta. Allá en las costas gallegas, el camarón es muy apreciado por sus habitantes, casi tanto o más que el mismo percebe.
El camarón es un crustáceo muy valorado en la cultura atlántica del Sur de España y su nombre dio apodo a uno de los grandes cantaores flamencos de la historia del cante jondo, José Monge Cruz, conocido artísticamente como «Camarón de la Isla».
La popularidad de este crustáceo es tal que su nombre ha saltado de la mesa al refranero popular en distintas formas y circunstancias y son muy comunes las frases de: «Camarón y cangrejo corren parejo» aunque la palma se la lleva el dicho de «Camarón que se duerme, la corriente se lo lleva».
Déjense llevar por la ruta gastronómica que en Sevilla conduce a los mejores establecimientos donde se puede comer este manjar de la cocina andaluza en general, gaditana de nacimiento y sevillana de adopción.
Establecimientos recomendados por Apoloybaco. |
La Montanera | Santa María | La Alicantina | Barbiana |
Casa Félix | Bar Madera | Cambados | Góngora |
Ostrería La Mar | Huracán | Bodega Vargas | Modesto |
La Moneda | La Esquinita de Arfe | ||
Preparación:
Echas la harina en un bol y poco a poco vas mezclándola -batiendo- con el agua hasta formar una masa que debe quedar un poco líquida En un recipiente mezclamos todos los ingredientes con la cebolla muy picada y el perejil. Vamos añadiendo el agua necesaria hasta conseguir una pasta no demasiado espesa. Los camarones se echan en la masa crudos. Ponemos a punto de sal y dejamos reposar alrededor de 1 hora.
En una sartén con un dedo de aceite muy caliente pero sin que humee vamos echando cucharadas soperas de esta masa que preparamos, para ir formando las tortillitas de camarones procurando que queden extendidas y separadas unas de otras. Una vez fritas las tortillitas deben quedar muy finas, crujientes y poco aceitosas. Apartar a un plato con un papel para eliminar el exceso de grasa y aceite. Comerlas recién hechas.
Ingredientes básicos para 4 personas:
250 gramos de camarones vivos-100 gramos de harina fina de repostería de trigo-100 gramos de harina de garbanzos- cebolla mediana picada-3 cucharadas soperas de perejil picado-2 vasos de agua-sal y aceite de oliva virgen extra para freirlas.
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