Hablar del Poligono San Pablo en Sevilla, es hablar de uno de los barrios mas populares de la ciudad, además en el sentido mas literal de la palabra.
Se fundó a principio de los años sesenta del pasado siglo XX y fue hijo de los llamados planes de desarrollo del franquismo.
En sus pisos fueron a vivir vecinos de otros barrios sevillanos, cuyas viviendas solían ser los tradicionales patios y casas de vecinos, de la Macarena, de San Bernardo, del Tiro de Línea, de algunas zonas del Casco Antiguo y de Triana. Por consiguiente la condición social mas generalizada que habitó este barrio fueron los trabajadores y las clases populares.
En la actualidad el distrito se llama oficialmente Poligono San Pablo – Santa Justa y después de mas de medio siglo de existencia, es un barrio con personalidad propia y en el que pasear por sus calles, avenidas y plazas supone descubrir y redescubrir una parte importante de Sevilla.
Que se ha visto revalorizada desde que en el año 2010 tomará cuerpo la idea de reunir en el Poligono San Pablo a más de veinte de los mejores muralistas del mundo para decorar algunas de las fachadas de sus bloques de viviendas.
Ideado por Peter Claeson y auspiciado por la ONU, el proyecto «Arte para todos» ha conseguido algo que parecía casi impensable; hacer del barrio obrero un museo al aire libre, auténticas fantasías pictóricas en las paredes, para el goce y disfrute de sus vecinos y visitantes. Sin duda otra oferta cultural y turística para Sevilla.
Pues bien en la Avenida El Greco, una de las arterias del distrito que une el Barrio del Poligono San Pablo con el de Huerta Santa Teresa se encuentra El Bar Restaurante Chivas (Nueva denominación del antiguo Bar El Rocío), un rincón «tabernario» que nació y creció con el barrio.
Bar Chivas se fundó en el año 1966 por D. Antonio Gutiérrez, natural de Montilla (Huelva) al que apodaban cariñosamente «El Chiva». Antonio venia de regentar otro bar en la calle Castilla, número 24 (Triana). Sus descendientes decidieron en 2015, en homenaje a su padre el tabernero fundador de la saga, cambiar el nombre de Bar Rocío por el actual.
Hoy es ya la tercera generación la que está al frente del negocio, Miguel Campos (en la foto), que estudió hostelería en el instituto Heliopolis de Sevilla, es hijo de Josefa Gutiérrez y Miguel Campos Cabeiro.
Miguel tiene las ideas muy claras, calidad en la materia prima y sobre todo productos de temporada para la elaboración de guisos tradicionales y caseros, añadiendo un renovado e innovador toque de cocina de autor, con lo que consigue unos platos sencillamente deliciosos en la que los sabores y aromas de «toda la vida» se armonizan perfectamente con las nuevas tendencias culinarias.
Su madre, Josefa es la encargada de llevar a la práctica entre sus fogones esta cocina tradicional y a la vez innovadora, donde los clientes encuentran platos cargados de auténticos placeres gastronómicos.
En el Bar Restaurante El Rocío, lo mismo se puede comer tapeando en el mostrador o en la terraza que tiene en el exterior del mismo, que se puede comer con mesa y mantel en un coqueto y confortable comedor que posee en el interior.
Los platos son generosos, como nos comenta Miguel, ellos dicen que «Aquí se viene a comer» y por lo que pudimos comprobar parece cierto, unas tapas bien presentadas con ese toque de modernidad y algo de barroquismo, que la hace, si cabe, mas sevillana. Ah! y algo muy importante también, cuenta con una nutrida bodega de distintos tipos de vinos y de diferentes zonas vinícolas españolas y por supuesto la siempre agradable y refrescante cervecita.
El Chivas es un bar muy sevillano y no sólo por su nombre, sino principalmente por su concepto y filosofía. Así nos lo explica Miguel Campos padre (centro de la foto); es un bar muy integrado en el barrio, con una importante y fiel clientela de la zona y que gracias al «boca a boca» y por supuesto a la calidad de sus productos ha conseguido que sea un lugar muy visitado desde otros puntos de Sevilla.
Ese concepto sevillano se muestra, como no podía ser de otra manera, en sus platos y guisos: El Cascote (garbanzos, arroz, alubias y todos los «avios» de la pringa). Así como su suculenta Carrillada al Pedro Ximénez o su exquisito y sevillanísimo Potaje de garbanzos.
Pero también ofrece platos de otras zonas de la geografía española como las Fabes y las singulares «Papás revoltonas» plato típico de León a base de papás guisadas con pimientos machacados y pancenta.
Para tapear, además de estos ricos guisos, tiene una extensa y variada carta donde no falta la chacina y los quesos. Una ensaladilla rusa que sabe a gloria y un bacalao de ensueño.
También cuenta con tapas cuya característica es su laboriosidad en la elaboración formando una celestial sinfonía en los paladares, como el Crocanti de rape con arroz tinta y crema de marisco, o su Tosta de presa sobre almogrote.
En fin Bar Restaurante Chivas es un rincón gastronómico encantador y cautivador que con toda seguridad los amantes del buen beber y comer sabrán apreciar.