JAZZ

Disco del mes-Noviembre 2006: Sarah Vaughan with Clifford Brown.

sarahFaltaba Sarah Vaughan. Por este rincón de nuestro disco del mes ya había pasado Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Shirley Horn, Nina Simone y Carmen McRae y no podía pasar mas tiempo sin que en estos ámbitos de nuestros discos recomendados apareciese reluciente la querida y admirada «Sassy»; la «Divina Sarah», la cantante de jazz con mas facultades vocales de la historia.

La capacidad y extension de su registro era capaz de cubrir cuatro tipos de voces: barítono, alto, mezzo-soprano y soprano. Pero a diferencia de las cantantes de música clásica, la utilización y explotación de sus recursos no procedía de ninguna enseñanza de canto ni del aprendizaje en ningún conservatorio; su escuela fueron los grandes instrumentistas del jazz, desde Charlie Parker, a Dizzy Gillespie, desde Miles Davis a Clifford Brown, y lo mas asombroso de todo es que su voz no se deterioró con el paso del tiempo. Ni el alcohol, ni el tabaco ni las drogas le afectaron. Para decirlo gráficamente, si en los años cincuenta, fecha de grabación de este disco que recomendamos, su canto era ligero y brillante como un vino fino y cuidado, a partir de los sesenta su voz era tan robusta como un brandy de gran solera.

Este disco que recomendamos produce al oírlo la inconfundible sensación de plenitud, de disco redondo, de obra maestra del canto jazzistico nada más iniciar los compases del primer tema, una versión definitiva del maravilloso standard «Lullaby of Birdland», una canción que Sarah cantó como nadie. El empaste asombroso entre la cantante con los solistas: Herbie Mann a la flauta; Paul Quinichette al saxo tenor y con Clifford Brown a la trompeta, hacen que tenga sentido el calificativo de divina con el que la homenajearon sus colegas. Antes que Sarah Vaughan algunas cantantes trataron de aproximar su fraseo al de saxofones y trompetas, pero ella fue la única que acariciaba el milagro de fundirse con ellos.

En este disco, sin duda uno de los grandes discos de jazz de todos los tiempos, Sarah Vaughan proyecta gozosamente la columna sonora de su voz, dosifica a su voluntad su cálido vibrato y se balancea con comodidad en los matices de un timbre de voz único. Juega con el tiempo, los acentos y la armonía, y por si no fuera ello suficiente, los acompañantes rayan a una altura difícil de igualar en un disco de jazz vocal. Aunque el trompetista Clifford Brown, pone su firma y el sello mítico como solista de ésta histórica sesión, tanto el maestro del saxo tenor, Paul Quinichette, como el gran Herbie Mann a la flauta, encuentran siempre el modo de acertar de pleno. Y si en los vientos y metales, el trabajo es extraordinario, en la rítmica las escobillas del maestro Roy Haynes, y sobre todo la aportación espectacular del gran Jimmy Jones al piano, son sublimes.

Sarah Vaughan alcanzó su plenitud como vocalista en los cincuenta y este disco es una obra maestra sin ningún genero de duda. Tenía 30 años cuando fichó por el sello Mercury y sus éxitos no se hicieron esperar. Su primer gran disco y merecedor como este de estar en el disco recomendado del mes, es su extraordinario «Swingin Easy», liderando un trío que graba en estudio uno de sus discos mas logrados. Después vino este disco con Clifford Brown a la trompeta y a partir de aquí su carrera osciló siempre en un nivel de calidad muy alto. Todavía hoy hablar en jazz vocal de elegancia, de dominio vocal y de técnica musical, es hablar de Sarah Vaughan, una cantante que con un personalísimo estilo marcó el sendero por donde aun caminan las jóvenes cantantes de jazz que proliferan por los ámbitos del jazz. Disfrutad de este hermoso disco ahora que el otoño hermosea los atardeceres.

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Clifford Brown Trompeta Sello discográfico: EMARCY
Paul Quinichette Saxo tenor Número de serie: 814 641 -2
Herbie Mann Flauta Fecha de grabación: Diciembre de 1954
Jimmy Jones Piano Lugar de grabación: New York
Joe Benjamin Bajo Calificación: 5* sobre 5
Roy Haynes Batería
Ernie Wilkins Arreglos
Sarah Vaughan Voz y líder

 

OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE SARAH VAUGHAN.

AFTER HOURS

SARAH SWINGS THE TIVOLI

DUKE ELLINGTON SONG BOOK

Sassy mantuvo siempre un nivel muy alto a lo largo de su carrera. Aquí hemos seleccionado aquellos álbumes que pueden dar una panorámica más amplia de sus trabajos con diferentes ellos discográficos y en diferente etapas. El primero de ellos es «After Hours» grabado para el sello Roulette en 1961 y donde Sarah Vaughan, demostró que también podía ser una cantante intimista.
Está acompañada solamente por el guitarrista, Mundell Lowe y el contrabajista, George Duvivier, pero la riqueza de su voz y su impecable sentido del tempo, cubre perfectamente la ausencia de piano y de otros instrumentos, propios cuando hay una cantante en escena. A destacar su fabulosa versión del ellingtoniano tema: «In a Sentimental Mood». Roulette fue una etapa muy importante en la carrera de Sarah Vaughan.

Las actuaciones en directo en el famoso Tivoli de Copenhagen con su trío, formado entonces por el pianista Kirk Stuart, el contrabajista Buster Williams y el bateria George Hugues, marcaron un hito en su carrera y fue sin duda uno de los directos mas importantes de la cantante en Europa. Tras su etapa con el sello Roulette, Sarah volvió a firmar con Emarcy y nuevamente graba la música que quiere aprovechando su estado de gracia. A lo largo de estos dos discos compactos, Sarah Vaughan despliega su encanto y seducción por el escenario y aprovecha cada uno de los temas para dejar testimonio de su ejercicio magistral en el scat, «Misty»; «Tenderly» o «I Feel Pretty» de la banda sonora de «West Side Story» le sientan como anillo al dedo. Imprescindible.

El sello Pablo, propiedad de Norman Granz recoge las grabaciones de la última etapa de Sarah Vaughan como cantante. En sus arcas hay guardadas autenticas obras maestras y de entre todas ellas, hemos seleccionado este hermoso y arriesgado trabajo cuando la divina aborda exhaustivamente la obra ellingtoniana. Y lo hace a sabiendas que años antes, Ella Fitzgerald había puesto el listón altísimo en su famosa serie de «Song Books» y en concreto con el dedicado al maestro Edward «Duke» Ellington. Acompañada de una magnifica orquesta en la que destacan los saxofonistas, Zoot Sims, Frank Wess y Frank Foster, el trombonista, Jay Jay Johnson o el pianista Jimmy Rowles, la cantante consigue unos registros fascinantes dando a la música de Ellington una perspectiva distinta, pero sin duda brillante.

sarah vaughan after-hours

 

SARAH VAUGHAN.

Nacida de un carpintero guitarrista aficionado al blues, y de madre lavandera pero pianista y organista en la Iglesia, la cantante Sarah Vaughan estaba destinada desde pequeña a inclinarse por la música, integrándose en la Iglesia Baptista del Monte-Sión como organista, pianista y miembro del coro. En 1943 su vida tomó contacto con el jazz cuando ganó el concurso anual del Apollo Teathre de Harlem para cantantes noveles. Ella Fitzgerald, que había ganado ese mismo concurso la década anterior, le animó y fue presentada al cantante Billy Eckstine, quién a su vez la recomendó a su jefe de orquesta, el pianista, Earl Hines.

Contratada con apenas diecinueve años por Earl Hines como cantante y segunda pianista de la orquesta, tuvo la inmensa fortuna de que por aquella formación pasaran los jóvenes músicos de New York que estaban cambiando el jazz con el sonido nuevo conocido como bebop: Charlie Parker y Dizzy Gillespie. La huelga de grabaciones decretada por la Federación Americana de Músicos, impidió que ese periodo primitivo de Sarah al frente de la orquesta de Hines, y posteriormente con la orquesta de Billy Eckstine no fuese grabado. La única excepción es el tema grabado en diciembre de 1944 titulado: «I’ll Wait And Pray». Con una formación adquirida en los círculos «boopers», Dizzy Gillespie la introdujo en los estudios de grabación de pequeñas casa discográficas independientes: primero fue una sesion para Continental organizada por el critico, Leonard Feather en diciembre de 1944, poco después, en mayo de 1945, interpreta junto al quinteto de Parker y Gillespie, una versión de «Lover Man» para la casa «Guild». En 1946, un contrato para Musicraft supone su espaldarazo definitivo y posibilita su expresión artística en distintos contextos: canta desde acompañante de grupos swing dirigidos por el pianista, Teddy Wilson y el violinista, Stuff Smith, a orquestas de cuerda o con el pianista Bud Powell, el baterista, Kenny Clarke y otros boopers en una magnifica sesión.

Extraordinariamente apreciada en los círculos del jazz moderno, se casó con el trompetista George Treadwell y en 1947, obtuvo su primer gran éxito de ventas con «Its Magic». En 1949, cuando firmó contrato con el poderoso sello Columbia, obtuvo el primer puesto de las grandes revistas especializadas en jazz en la categoría de cantantes. La década de los cincuenta fue su mejor época como cantante. Afortunadamente supo reprimir los intentos de su casa discográfica para convertirla en una especie de estrella moderna de la canción y su aparición al frente de un octeto con Miles Davis en 1950 cantando una excelente versión de «Mean to Me» la consagró definitivamente como una gran cantante de jazz. Se prodigaron sus actuaciones en el Carnegie Hall, realizó su primera gira europea en 1951 con un éxito absoluto y todavía el éxito fue mayor en la posterior de 1954. Insatisfecha con su contrato en Columbia ya pesar de sus extraordinaria ganancias económicas, Sarah abandono en 1953, a la terminación del contrato, su relación con el poderoso sello y buscó una discográfica mas acorde con sus planteamientos musicales.

En 1954 fichó por el sello Mercury, donde estuvo hasta 1959, y posteriormente, en la ultima fase de su carrera, fue contratada desde 1963 hasta 1967 por el sello Roulette. En ambos, Sarah Vaughan dejó su mejor legado discográfico. Para la filial de Mercury, «Emarcy», Sarah Vaughan grabó entre 1954 y 1959, en directo o en estudio y con su fabuloso y regular trío: el pianista, Jimmy Jones, el contrabajista, Joe Benjamín y el baterista, Roy Haynes, una serie de discos extraordinarios y al menos una obra maestra absoluta con la colaboración del trompetista, Clifford Brown: El álbum titulado: «Sarah Vaughan» (Emarcy, 1954). Un breve periodo fuera de Mercury, fue aprovechado por la cantante para firmar por el sello Reprise, a principios de los sesenta. Su vuelta a la casa Mercury, no fue tan fructífera como el periodo anterior, y frente a fantasticas grabaciones como la acaecida en 1963 en directo desde el Tivoli Garden en Copenhague, se encuentran intrascendentes versiones de Los Beatles o de la canción pop.

En 1967 su retirada de los estudios se vio compensada por la intervención en numerosos programas televisivos, principales festivales, teatros y clubes. En 1971, firma por el sello Mainstrean con quien estuvo hasta 1974, dejando en sus arcas un extraordinario concierto en Japón. En 1978, el productor Norman Granz la incorporó a su elenco de artistas y a su sello Pablo, donde permaneció hasta 1982 dejando tambien algunos discos extraordinarios como el dedicado a la música de Duke Ellington. En 1982 colaboró con Michael Wilson Thomas y varias orquestas filarmónicas interpretando el repertorio de Gershwin, obteniendo un premio Grammy por la grabación que la CBS efectuó en su concierto de Los Ángeles. En 1989, grababa un dueto con Ella Fitzgerald sobre «Birdland» bajo la dirección de Quincy Jones, pero el tabaco había empezado a quebrantar su salud y murió, victima de un cáncer de pulmón en abril del siguiente año.

Temas

Duración

Lullaby of Birdland 3,59
September song 5,44
I’m gland there is you 5,09
You’are noy the kind 4,41
Jim 5,50
He’s my guy 4,12
April in Paris 6,19
It’s crazy 4,55
Embraceable you 4,48
Lullaby of Birdland 3,58
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