JAZZ

El Jazz y las Artes Plásticas.

Jazz y Artes Plásticas constituyen una pareja muy estable unidas desde prácticamente los albores del jazz en New Orleáns y que todavía hoy siguen creciendo juntos. El jazz ha impregnado desde su origen, en  mayor o menor medida a todas las demás artes del siglo XX. Desde la fotografía o el cine, ya tratados ambos en sendos apartados temáticos en otro sitio de esta web, como la literatura, el dibujo en toda su dimensión artística.

El grabado, la pintura, la litografía, el cómic, o la  cartelería, y por supuesto la pintura en toda su amplia gama de estilos ha sido abordada teniendo el jazz como núcleo central de inspiración.

Un breve recorrido por el siglo XX, nos ayuda a contemplar la impronta que el jazz ha dejado en las artes plásticas y con el que numerosos creadores, influenciados por el influjo del jazz han dejado plasmado en sus obras.

Entre Mayo y Agosto de 1988, tuvo lugar en la ciudad alemana de Darmstatd una gran exposición de obras de arte relacionadas con el jazz que dio lugar a la edición de un fabuloso catalogo titulado: That’s Jazz,  generosamente ilustrado que reproducía objetos y otras obras de arte relacionadas con el jazz. No es posible citar aquí a todos los artistas que de alguna manera o de otra han aportado su imaginación y creatividad teniendo como soporte de inspiración el jazz, pero si citaremos algunos ejemplos muy significativos.

Empezando por los EE.UU. patria del jazz, destacó en los 50 el artista de origen ruso Ben Shahn, (1898-1969) con una serie de acuarelas dedicadas al jazz y al blues que llegaron a ilustrar portadas de discos como el de la izquierda.

De América latina fueron muy elogiadas las caricaturas del mejicano, Miguel Covarrubias (1904-1957) que afincado temporalmente en Harlem, retrató para varias revistas diversas figuras de la música negra. con un estilo brillante, directo y muy colorista.

Ya en el continente europeo hay que citar en Francia al dibujante Paul Colin (1892-1985) autor de diversos carteles de brillante ejecución como este dedicado a la Revue Nègre donde triunfaba Josephine Baker. También en Alemania, antes y después del nazismo, feroz enemigo del jazz, la aportación artística al mundo del jazz fue notable, como Otto Dix, (1891-1969) uno de los exponentes más celebres del expresionismo alemán. Este cuadro suyo da idea de como eran las fiestas de la epoca en 1928.

Sin embargo en Italia escasea la aportación artística en relación al jazz. La excepción es el gran dibujante Guido Crepax, gran aficionado al jazz pero mas conocido mas por sus ilustraciones eróticas en comic. Crepax realizó una obra de gran valor titulada   L’uomo di Harlem dedicada a Charlie Parker.

Volvemos otra vez a cruzar el charco para irnos a la Argentina donde hay que destacar la obra de Hermenegildo Sábat, José Muñoz y Óscar Zárate. El primero publicó un libro sin textos titulado: Yo Bix, tú Bix, él Bix, en el que de modo muy logrado narra la vida del gran cornetista blanco de jazz, Bix Beiderbecke.

Y para terminar este brevísimo recorrido en España, donde la actividad artística se núcleo en torno a Cataluña y a las actividades del Hot Club de Barcelona básicamente.

Este club pionero dedicó numerosos carteles y programas al jazz y una revista como «Dau al Set» dedicó varios números al jazz, dibujando en uno de ellos la cubierta Antoni Tàpies.

Otro artista catalán, Fidel Bofill, presenta asiduamente en sus exposiciones obras relacionadas con el jazz, siendo esta titulada «Swingin» la mas conseguida de todas. Tampoco hay que dejar de mencionar el trabajo de artistas españoles como Josep Guinovart o Joan Josep Tharrats, los trabajos del bilbaíno García Ergüin inspirados en una visita a Nueva Orleáns, los personales trabajos del sevillano Antonio Naranjo, Alejo Lopomo, Diego Ortega Alonso, o las delicias del valenciano Boro Peris.

Y por último hablamos de una de las grandes referencias artísticas que en relación con el jazz se da en España. Nos referimos al magnifico trabajo didáctico del colectivo ARTO, formado por Arturo Doñate y Toni Porcar y que se recogen el en el libro Portraits in Jazz.

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