JAZZ

El Jazz y las técnicas audiovisuales.

uliLa fotografía que encabeza esta sección está hecha por un gran aficionado al jazz y a la fotografía. Mi amigo Uli Fusch, un hombre que vive con identica pasión estas dos artes, la música y la imagen unidas bajo el influjo del jazz.

Como Uli, hay otros grandes profesionales que dedican su vida a plasmar el jazz en distintos formatos audivisuales (fotografías, diseño artístico, folletos publicitarios, documentales, videos, etc) dando forma y vida a esta gloriosa música a través de uno de los cinco sentidos del ser humano: la vista.

El Jazz es una fuente de inspiración constante y muy poderosa para el artista de otras actividades que se acerca a ella. Ya hemos hablado en otra sección de esta web la relación de amor-odio que existe entre el jazz y el cine, de como la fotografía de jazz es capaz de captar un instante único en la actuación de un músico, y de como el dibujo, la pintura e incluso la arquitectura y la escultura son testigos de esa creatividad artística que toma el jazz como base de inspiración.

La simbiosis que se produce en la música de jazz entre sonido e imagen (en cualquier formato), la atmósfera que se crea en torno al músico que actua y de como ese climax personal, instransferible y distinto en cada segundo, se transforma en creatividad es extraordinario.

En pleno Siglo XXI la fuerza de una imagen es capaz de romper cualquier resistencia. El marketing, las productoras discográficas, los estudios de grabación, los promotores musicales, los agentes culturales, los creadores de imagen, la rapidez con la que se comunican las cosas de una parte a otra del globo terrestre y la vorágine de información que nos llega de las redes sociales son elementos fundamentales a la hora de identificar música con mensaje y este a través de la unión de dos factores: sonido e imagen.

Si a mediados de los años 50 del pasado siglo la caratula del disco era la única forma de identificar el continente con el contenido a través de los dibujos de sus portadas, hoy ese aspecto fundamental que interviene de manera decisiva en la voluntad del aficionado al jazz (y de otras músicas) a la hora de decidir sobre la compra de su música está mucho más diversificado y por supuesto más sofisticado. Las teconologías audiovisuales y la proliferación de los medios audiovisuales son imprescindibles para entender el progreso del Siglo XX y tambien,como no, para explicar ese fenomeno de masas que se llama cine.

Y cuando parecía que el vinilo desaparecía junto al Siglo XX y que iba a ser engullido por los nuevos soportes digitales y por las nuevas tecnnologías que nos permiten escuchar música e directo desde nuestro ordenador con distintas plataformas audiomusicales (Spotify, Apple, Itunes, etc), las tiendas de discos se vuelven a poblar de discos aunando las viejas reediciones con los nuevos lanzamientos. Eso sí, con un gramaje más robusto, y con una sofisticada técnica de limpieza que permite al aficionado recuperar la pureza del sonido tal y como la crearon los músicos en el estudio de grabación.

Probablemente, el resurgir del vinilo tenga que ver con dos factores importantes: el primero de ellos es la vistosidad de sus portadas y la sensación de satisfacción que para el coleccionista de discos supone recuperar sus álbumes prereridos en su formato original. Y el segundo factor de esa recuperación del disco de vinilio puede ser debido a que tantos los músicos, los creadores de la música y las productoras discográficas, hayan encontrado en el viejo vinilo un soporte más complejo a la hora de impedir su «pirateo» teconógico. Sea como fuere, lo importante es que despues de cerca de un siglo de música grabada, el vinilo vuelve a estar presente en las estanterias de las tiendas de discos.

En resumen, hoy no es concebible proyectar cualquier estudio de mercado sin tener en cuenta el impacto audiovisual en el publico al que va dirigido. Y el jazz, una música que levanta pasiones en todo el mundo, que ha sido protagonista durante todo un siglo de esos cambios teconológicos, que ha visto nacer el cine, que ha sido banda sonora de innumerables filmes, que ha sido compañera de viaje de artistas, poetas, bohemios y revolucionarios, espejo y crisol de distintas culturas, no escapa a ese fenómeno de masas.

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