JAZZ

Desde 1975: Otros espacios escénicos relevantes para el Jazz en Sevilla.

Desde 1975
La Carbonería

Desde 1980
Lope de Vega

Entre 1989-2017
La Imperdible

Desde 1999
La Fundición

Entre 1999-2009
Sala Chicarreros

Desde 2000
Real Alcázar

 Desde 2005
Teatro Alameda

Desde 2011
Espacio CICUS

Desde 2016
Espacio Turina

 

jrb jazz sevillaYa hemos hablado en otros apartados de esta sección de jazz de Apoloybaco, de los espacios habituales y propios de la música de jazz en Sevilla; hemos hecho un recorrido a lo largo de la historia para investigar los primeros locales y los primeros músicos que se tienen constancia que actuaron en Sevilla. Aprovecho aquí para recomendar este magnífico artículo de nuestro socio y amigo, Julián Ruesga Bono, acerca de esos comienzos de la música improvisada en la capital de Andalucía. En él encontrareis con más detalle y con más precisión, cuales fueron los comienzos de la música de jazz en Sevilla y sus protagonistas.

Nosotros hemos complementado esa información con los datos contrastados por varias fuentes y eso nos llevó a una época —principios de los años sesenta del siglo XX—, y a un callejón de Sevilla donde estuvo durante varios años funcionando el primer local, o club de la ciudad: El Hot Jazz Club de Sevilla en la calle Francos.

Desde ahí, y por orden cronológico, y siempre con la inestimable ayuda de ese gran trabajo que a modo de crónica  jazzística nos ha legado Antonio Torres Olivera, en su estupendo libro “Jazz en Sevilla. 1970-1975. Ensoñaciones de una época”, hemos dado trazabilidad a  la música de jazz en nuestra ciudad; hemos recuperado parte de la memoria colectiva jazzística de Sevilla a través de sus protagonistas, y aportando datos perdidos en el tiempo. Hemos hablado del importante papel que jugó la radio de mediados del siglo XX en la difusión del jazz, de cómo la Universidad de Sevilla, primero a través del Servicio de Promoción Cultural, (SPC), y más tarde el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), fue, y es, un elemento calve y dinamizador de las actividades jazzísticas prácticamente desde sus inicios; del papel tan importante que determinadas instituciones de Sevilla (Ayuntamiento, Diputación Provincial y Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía), entidades privadas (Banco de Santander, Caja de Ahorros San Fernando, Monte de Piedad, Banco Meridional,  Caixa, etc.); de  lo que significó la aparición del Colectivo Jazz Freeway, y su impagable labor de difusión y promoción de la música de jazz en directo, y especialmente por el empeño de colocar a Sevilla en el mapa mundial del jazz con la creación del Festival Internacional de Jazz de Sevilla; del esfuerzo que supuso, y supone para sus propietarios, abrir locales y clubes de jazz en una ciudad hostil con casi todo aquello que no sea una banda de tambores y cornetas.

carpa jamY ahora toca hablar de otros espacios escénicos de Sevilla, donde el jazz, bien de manera regular, cíclica o coyuntural, ha tenido cabida a lo largo de la historia. Hablaremos del Teatro Lope de Vega, de La Sala la Imperdible, del Teatro Alameda, de La Carbonería, de los Reales Alcázares de Sevilla, de la Casa de la Provincia, de la Sala Teatro La Fundición, del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC); del Espacio Artístico La Carpa, escenario entre octubre de 2013 y marzo de 2014 de los conciertos y jam sessions de ASSEJAZZ, del novedoso espacio de Cartuja Center, de la Sala Turina y otros espacios gestionados por el Instituto de la Cultura y Las Artes de Sevilla (ICAS); de la Sala Chicarreros, del Auditorio y Patio del CICUS….es decir, hablaremos de la historia cultural de Sevilla en clave de jazz.

No nos olvidaremos de recordar, aunque sea de pasada, de otros espacios, algunos ya desaparecidos físicamente, pero que por su relevancia en la historia del jazz en Sevilla, ya forman parte de ella; hablamos de las desaparecidas salas del Cine Andalucía, en la Ronda de Capuchinos, donde se celebró en 1985 y 1986 la VI y VII Edición del Festival Internacional de Jazz de Sevilla con las actuaciones estelares de Chet Baker, Art Farmer, Tete Montoliu, Sonny Rollins, Benny Golson, Freddie Hubbard o la «Divina» Sarah Vaughan entre otros grandes músicos; el Palacio Municipal de Deportes donde se celebró entre otros eventos jazzísticos, la VIII, IX y X Edición del  Festival Internacional de Sevilla entre 1987 y 1989, con la actuaciones estelares de Miles Davis, Michel Camilo, Chick Corea, Herbie Hancock, Albert Collins, entre otros; o la Sala del Cine Apolo en la calle Bustos Tavera, que acogió algunos conciertos de la última edición, en 1995, del XV Festival Internacional de Jazz de Sevilla, con las actuaciones destacadas de Abdu Salim, Jorge Pardo, Chano Domínguez, Javier Colina, Tino di Geraldo, o Clarence «Gatemouch» Brown.

No nos podemos olvidar de otros recintos que en su día albergaron importantes actividades jazzísticas, como las «Jornadas de Jazz» organizadas por el Colectivo Freeway entre 1979 y 1983, y que tuvieron lugar en varios recintos universitarios y municipales:

Otro espacio histórico ya desaparecido, fue el Estadio Municipal de Chapina, donde se celebró en 1980 el I Festival Internacional de Jazz de Sevilla, con las actuaciones de Johnny Griffin, Stephane Grappelli, Hank Jones o Roy Haynes entre otros grandes músicos.

Ya en el siglo XXI, hay muchos otros recintos que han incorporado la música de jazz a su programación, como el Cartuja Center Cite, un espacio cultural de 33.000 metros cuadrados y propiedad de la Fundación SGAE, el Centro Andaluz de Arte Comtemporáneo de Sevilla, el Espacio Artístico de La Carpa, la Casa de La Provincia de Sevilla, donde tuvo lugar algunos conciertos del 5º Festival de la Universidad de Sevilla en 2002 y también la actuación del grupo vocal O’Sister!, con ocasión de la gala de entrega de premios del I Encuentro Cultural Apoloybaco en octubre de 2009.

No queremos dejar de reseñar un par de espectáculos musicales que tuvieron que ver, aunque sea de manera colateral con el jazz en el primer caso. Hablamos de lo que fue el show del cantante Raphael en Sevilla, celebrado los días 17 y 18 de septiembre de 1975 dentro del XX Festival Internacional de Sevilla, y en cuya orquesta tocaba uno de los «jazzmen» más reconocidos de la geografía española: el gran Pedro Iturralde que en esos días tocó el saxo barítono y la flauta. Fue la primera vez, que sepamos, que Pedro Iturralde actuó en Sevilla. Pedro Iturralde repetiría actuación, ahora al frente de su propio grupo de jazz, meses más tarde con un concierto organizado por la Caja de Ahorros de San Fernando.

Ese mismo año, el Servicio de Extensión Universitaria de la universidad hispalense, programó un concierto a dos pianos en el Aula Magna, con Tete Montoliu y Jordi Sabatés, dos de los grandes pianistas de la historia española del jazz. También ese mismo se produciría la primera de las dos actuaciones que la estupenda orquesta de Praga «The Traditional Jazz Studio», hizo en España; la primera en 1976 en el programa de la IX edición del Mayo Musical Hispalense. El concierto se celebró al aire libre en la Glorieta de Aníbal González y tal fue el éxito de crítica y público, que dos años mas tarde, en 1977, volvieron a estar presentes en la programación de la XI edición del «Mayo Musical Hispalense». En esta ocasión, el concierto se celebró en un abarrotado Teatro Lope de Vega.

Y por último, hay que reseñar el concierto que ofreció Max Roach, el maestro de la batería al frente de un cuarteto en el que tocaban: Odean Pope a los saxos y flauta; Cecil Bridgewater a la trompeta; Calvin Hill al contrabajo y el propio Max Roach a la batería. Fue en el marco del Festival de Itálica de 1983, y el anfiteatro romano estaba totalmente abarrotado con cerca de 1500 personas en el concierto.

Como veremos en este capitulo, hay mucho que contar, y sobre todo, queda mucho que contar. Así que empezamos.

 

EL JAZZ EN LA CARBONERÍA. DESDE 1975.

 

carboneria fachadaUn mal día de julio de 2016, exactamente el 25 de julio de aquel año, Sevilla tiró por la borda más de cuarenta años de historia cultural de la ciudad. La mítica «Carbonería» de la calle Leviés, un antiguo almacén de carbón empedrado que funcionó carbonería hasta 1974, —de ahí su nombre—, y que durante más de cuarenta años formó parte de la historia artística de Sevilla echó el cierre. Y aunque no afectó a la totalidad del espacio, si es cierto que «La Carbonería» que vio pasar a centenares de artistas, músicos y cantantes de todos los estilos, —con especial énfasis en el cante flamenco—, personalidades de la cultura, actores, directores de cine, ya no existe.

De aquel espacio mítico, solo queda un patio trasero que da a la Calle Céspedes, y que pervive por voluntad de su propietario actual, Pisco Lira, el hijo del inigualable Paco Lira, mecenas y protector durante toda su vida de cuantos músicos, artistas y cantantes, pasaron primero por la «Compañía de Teatro «La Cuadra», de la que fue fundador, como después por la Carbonería, lo que queda de aquel símbolo cultural de la Sevilla contemporánea.

Empezaremos hablando un poquito de su historia para contextualizar el edificio a lo largo de la historia. Este edificio ocupa parte de la manzana en la que tradicionalmente se ha considerado que tuvo su residencia Samuel Leví, el tesorero de Pedro I de Castilla, y la construcción actual tiene su origen en una casa señorial del siglo XVI, que con posterioridad se transformó en una casa-partido conocida como Corral de Cabañas. En una parte de él, a finales del siglo XIX, se instaló un almacén de compra-venta de carbón. De acuerdo con las estructuras conservadas probablemente el emplazamiento de la actual Carbonería se correspondería con las dependencias auxiliares, entrada de carruajes, o las cuadras de aquel edificio primigenio.

carboneria interior campanaLa segunda parcela situada en la calle Céspedes, ocupada en la actualidad en parte por el patio de La Carbonería, formaba en su día un trozo del llamado Corral de Céspedes, desaparecido al inicio de los años 1970. En este patio se emplaza una barra de bar y un tablao-escenario; y una segunda a cielo abierto de 424 metros cuadrados destinados a jardín, espacio de recreo y actuaciones diversas. Esta segunda parcela es la que ocupa actualmente la actual Carbonería. Afortunadamente el inmueble principal no ha sufrido transformaciones estructurales importantes, ya que las actividades desarrolladas en el edificio no entraron nunca en conflicto con la conservación del inmueble. Gracias a esa cuidada conservación patrimonial, en 2017, La Carbonería fue declarada Bien de Interés Cultural, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico por la Junta de Andalucía, y paradójicamente, ni siquiera esa declaración de status patrimonial y cultural, pudo parar la demolición de parte de La Carbonería por sus legítimos propietarios.

La antigua carbonera fue ocupada en los años centrales de 1970 por el grupo de teatro y flamenco «La Cuadra», que en los años 1950 había empezado su andadura en el barrio de Nervión, y su llegada al barrio de San Bartolomé, supuso una bocanada de aire fresco a la zona, frenando la degradación de la judería y la recuperación de un entorno histórico que durante décadas, permaneció lleno de escombreras. Veinte años después, en 1975, «La Carbonería» tomó el testigo cultural de «La Cuadra», y mantuvo durante cuatro décadas el uso cultural de las instalaciones.

El «tablao» de La Carbonería ha sido testigo directo de la evolución del cante flamenco en el siglo XX, y allí se pudo escuchar a Antonio Mairena, Camarón, Lole Montoya, Farruco, Naranjito de Triana, Manuel Gerena, Juan Talega, Juana la del Revuelo, José de la Tomasa, e incluso a la mismísima «Niña de los Peines», la gran Pastora Pavón, que cantó por última vez en público en su corralón.

carboneria lola crespoPero como dijimos anteriormente, no sólo era el flamenco la música que se escuchaba en La Carbonería, ni la música la única actividad artística. Poesía, literatura, danza, baile, pintura, fotografía, y conciertos, muchos conciertos de distintos estilos. La Carbonería era el sitio donde había que ir en Sevilla en los años ochenta; allí fueron recibidos, Frank Zappa, Georges Moustaki, Peter Gabriel, Paco Ibáñez, Nina Hagen, Luis Eduardo Aute, por citar algunos de los grandes músicos y cantautores que han actuado o pasado por este legendario espacio escénico.

Ese templo literario acogió a escritores como José Caballero Bonald, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Eslava Galán o Arturo Pérez Reverte, poetas como Rafael de Cózar, José Hierro, Fernando Quiñones, Paco Vélez Nieto, Salvador Compán, o Lola Crespo. E incluso fue escenario de la película «Exils» (2004), del director francés Tony Gatlif. Como expresaba el manifiesto contra el cierre de este espacio cultural histórico de Sevilla, y que firmaron decenas de intelectuales, artistas, políticos, cantautores, músicos, poetas, pensadores, cineastas, pintores o fotógrafos, «…..La Carbonería ha sido la casa de la cultura popular de Sevilla, y el hilo conductor de la vanguardia y del pensamiento desde que nació, y entre sus muros han crecido dos generaciones de artistas».

carboneria pianoEn cuanto a las actividades jazzísticas que se han celebrado entre los muros de «La Carbonería», sería interminable reseñar los innumerables conciertos, actuaciones paralelas a la organización de los festivales de jazz de Sevilla, jam sessions, combos musicales, presentaciones de discos, documentales, proyecciones de películas, presentaciones de libros, exposiciones de pintura y otras numerosas actividades celebradas en esos cuarenta años de vida, relacionadas con el jazz. Todos los músicos de jazz de Sevilla, casi sin excepción, han tocado o cantado alguna vez en La Carbonería, así que sería imposible reseñarlos a todos.

Si me gustaría resaltar, que cuando se fundó el Colectivo de Divulgación Cultural Freeway, del que ya hemos hablado profusamente en esta web por su  extraordinaria aportación a la música de jazz en Sevilla, sus fundadores quisieron montar un club de jazz —que finalmente no cuajó—, pero cuyo acta de constitución, según asegura Antonio Torres Olivera, uno de sus fundadores, se celebró en el bar de La Carbonería. El jazz también se deja algunos jirones con la desaparición parcial de ese espacio cultural, y aunque bien es cierto que la actividad cultural sigue en el patio del corralón, las sensaciones ya no son las mismas.

El futuro del local es incierto y esperemos que de alguna manera, no cierre definitivamente.

 

 

EL JAZZ EN EL TEATRO LOPE DE VEGA. DESDE 1980.

 

 

Teatro Lope de Vega fachadaEl desarrollo del jazz en Sevilla, desde aquellos primeros pasos con la apertura del Hot Jazz Club de Sevilla en 1963, ha ido evolucionando de forma guadianesca, apareciendo y desapareciendo, por momentos, de la escena cultural sevillana.  Primero fueron algunas iniciativas en el ámbito universitario las que mantuvieron viva la llama; luego fueron entidades privadas, fundaciones  culturales, e incluso instituciones públicas, las que ayudaron a que la música de jazz, aunque de manera muy efímera, apareciese de vez en cuando, en la agenda cultural y musical de Sevilla.

Como venimos contando en esta sección de jazz de Apoloybaco, no fue hasta la creación del Colectivo Jazz Freeway, en 1973, cuando el jazz en Sevilla, llegó para quedarse definitivamente entre nosotros. Con toda seguridad, entre 1973 y 1984, y coincidiendo con la actividad de Freeway, tuvo lugar el momento de mayor esplendor —tanto dentro como fuera de la capital andaluza—del jazz en Sevilla. No creo exagerado decir, que gracias a aquél recordado colectivo cultural, la semilla del jazz echó raíces para siempre en nuestra ciudad.

El testigo de Freeway, y su impagable labor por traer a Sevilla el mejor jazz de vanguardia del momento, como quedó reflejado en la programación de las primeras cinco ediciones del Festival Internacional de jazz de Sevilla (1980-1984), lo recogieron algunas instituciones públicas de la ciudad.

lope vega motisEn 1983 se crea en el seno de la Diputación Provincial de Sevilla, la Fundación Luis Cernuda, una iniciativa de Miguel Ángel Pino, buen aficionado al jazz, y por entonces Presidente de la Diputación Provincial. La Fundación Luis Cernuda continuó durante una década más organizando el Festival Internacional de Jazz de Sevilla, y desde entonces, empezó a fraguarse una cierta oferta cultural en otros espacios de la ciudad, donde el jazz compartía protagonismo, junto a otras artes escénicas y musicales.

Uno de esos espacios donde el jazz entró con fuerza a finales de los años ochenta del pasado siglo, fue el Teatro Lope de Vega, un edificio construido con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, para albergar el Pabellón de Sevilla y que estaba compuesto de dos elementos que a la vez se articulaban entre sí: El Casino y el Teatro de la Exposición.

El 30 de marzo de 1929, sábado santo, tuvo lugar, en medio de una gran expectación, la inauguración del Teatro de La Exposición con la obra de Gregorio Martínez Sierra “El corazón ciego”, interpretada por la Compañía de Catalina Bárcena. El 11 de abril de 1936 se convirtió en el Teatro Municipal Lope de Vega, quedando atrás su antiguo nombre de Teatro de la Exposición.

Tras la guerra civil y las enormes secuelas de la postguerra, y con España aislada culturalmente del resto del mundo por la dictadura franquista, no fue hasta 1960 cuando el Lope de Vega recupera parte de su influencia cultural en la ciudad, gracias al empuje que le dan algunas pequeñas compañías independientes, como “Gorca Pequeño Teatro”, “Tabanque”, etc. La gestión del Teatro Lope de Vega estuvo cedida entre 1977 y 1985, por falta de presupuesto cultural en la ciudad, al Ministerio de Cultura.

lope vega teteDurante aquella larga travesía, las instalaciones del teatro acusa la falta de mantenimiento, y cuando la gestión del Teatro Lope de Vega revierte al Ayuntamiento de Sevilla (1985), se realizó una profunda reforma que duró dos años. Las obras de restauración del Teatro, fueron dirigidas por el arquitecto sevillano Don Víctor Pérez Escolano.

El Teatro Lope de Vega se reinauguró el domingo 21 de febrero de 1988, con un concierto de la Orquesta Filarmónica de Londres bajo la batuta de Jerzy Maksymiuk. Y con el teatro reabierto de nuevo, el jazz volvía de nuevo a sus instalaciones y curiosamente con el mismo protagonista que actuó en 1980 cuando el espacio pertenecía al Ministerio de Cultura y se denominaba “Teatro Nacional Lope de Vega”. Hablamos del pianista catalán Tete Montoliu, quien el 18 de mayo de 1980, actuó al frente de un trío formado, además de por él mismo al piano, por el contrabajista John Heard, y Tootie Heath a la batería.

Casi ocho años después, Tete Montoliu volvía al Teatro Lope de Vega de sevilla para actuar al frente de un magnifico cuarteto junto al saxofonista Johnny Griffin, Horacio Fumero al contrabajo e Idris Muhammad a la batería. Prácticamente desde entonces, el jazz no ha dejado de sonar en el Teatro Lope de Vega, siendo incluso sede, en tres ediciones, (X-XI y XII), del prestigioso Festival Internacional de Jazz de Sevilla, celebradas en 1989, 1990 y 1991, respectivamente.

lope vega jazz 1979El Teatro Lope de Vega celebró en 2019 su 90 aniversario. Casi un siglo de unas tablas por las que han pasado las figuras más grandes de la escena y que hoy, gracias al excelente estado de conservación, permiten al espectador conocer el sabor clásico del teatro pero hacerlo, en cambio, con una programación ecléctica que reúne los mejores estrenos nacionales de cada temporada, uniendo tradición y vanguardia, música de diversos estilos y otro tipo de espectáculos que conforman una oferta para todos los públicos y que cada día atrae a más espectadores de fuera de Sevilla.

Desde aquel lejano 30 de marzo de 1929, el Teatro Lope de Vega viene ofreciendo anualmente y sin interrupción una programación cultural de altísima calidad entre la que podemos encontrar obras de teatro, conciertos de música clásica o antigua (el teatro acoge el Festival de Música Antigua más prestigioso de España), conciertos de grandes intérpretes de jazz, flamenco, rock, y otros estilos musicales. Con más de 180 representaciones por temporada y superando todos los años los 100.000 espectadores, el escenario del Teatro Lope de Vega, es hoy uno de los espacios culturales más representativos de la ciudad de Sevilla.

Y el jazz tiene, de manera estable, un lugar privilegiado en su programación anual con la celebración anual de un Ciclo de Jazz de enorme prestigio y de muchísima calidad, por el que vienen pasando los mejores músicos de jazz actuales. Cabe señalar aquí, que de todos los conciertos de jazz habidos a lo largo de su historia en el Teatro lope de Vega, el único que ha sido grabado y editado en disco, fue el que ofreció el trió del guitarrista Bill Frisell (Bil Frisell-guitarra; Kermit Driscoll-bajo y Joey Barons en la batería), con el genérico título de «Live en Sevilla». El concierto tuvo lugar el 27 de octubre de 1991 y publicado cuatro años mas tarde por el sello «Gramavisión». El concierto se enmarcaba dentro de los «Terceros Encuentros de Nueva Música», que dirigía desde la Universidad de Sevilla, Manolo Grosso.

El autor de esta sección de jazz de apoloybaco, ha visto decenas de conciertos de jazz en el Teatro Lope de Vega, pero ninguno tan emotivo y entrañable, como el que ofreció el 16 de enero de 2018, el maestro francés Michel Legrand. Con un teatro casi vacio, algo inaúdito, el veterano compositor, pianista y muchas otras cosas más, ofreció con su trío un maravilloso concierto donde no faltaron algunas de sus obras maestras y que han sido protagonistas en su amplísima carrera cinematográfica: «Los paraguas de Cherburgo», «The Windmills of your mind», y otros afamados temas de otras tantas grandes bandas sonoras del cine que Legrand nos ha legado a perpetuidad como: “El caso de Thomas Crown”, «Las señoritas de Rochefort», película proyectada por la Asociación Apoloybaco en el VIII Ciclo de Jazz y Cine de 2018, o “Verano del 42”.

 

EL JAZZ EN LA SALA LA IMPERDIBLE. . 1989-2017.

 

imperdible fachada antiguaLa Sala La Imperdible, una de las más veteranas de Sevilla, tiene alrededor de la música de jazz una bonita historia que contaremos a continuación, pero antes hablaremos de este proyecto cultural, privado e independiente, que consiguió, contra viento y marea, hacerse un hueco con identidad propia en la agenda cultural de Sevilla entre 1989 y 2017.

Sin un público afín a la demanda teatral, con la feroz competencia de las salas de teatro tradicionales de Sevilla, y con el dinero público volcado en la oferta cultural de la Expo’92, la Imperdible salió adelante por tres importantes razones: un equipo de gestión que creía en lo que hacía, la ausencia de un local de teatro de esas carasterísticas en la capital de Andalucía, y por una arriesgada apuesta por programar compañías de teatro independientes de toda España e incluso del resto del mundo. Los primeros años, con poca respuesta de público, fueron muy difíciles, pero la perseverancia de sus gestores, la imaginación de su dirección artística, y el boca a boca de los sevillanos, la sacaron del ostracismo y la convirtieron en una de las salas más prestigiosas de Sevilla.

imperdible duque fachadaLa Imperdible abrió sus puertas en 1989 en la Plaza de San Antonio de Padua, un local que había sido herrería a finales del siglo XIX, y que previamente había sido sede de la compañía teatral “El Globo”, un grupo sevillano integrado por profesionales del teatro, la música y la pedagogía, que dirigía José Luis Castro. La Imperdible estuvo en su original espacio de San Antonio de Padua, hasta el año 2007, mudándose al año siguiente a la céntrica Plaza del Duque para utilizar el antiguo “Teatro Duque” de Sevilla, en el edifico sindical de CC.OO. hasta 2017, año en que la Imperdible dejó de programar por dejar CC.OO, el uso del edificio.

Lo que empezó siendo una cesión temporal del “Teatro Duque”, duró once años, y durante todos ese tiempo que permitió a La Sala La imperdible sobrevivir a la mudanza de San Antonio de Padua, han pasado por su escenario más quinientas compañías de teatro y música, se han representado más de dos mil obras, y han asistido al teatro, más de 150.000 espectadores. Todo un hito para una pequeña sala independiente de teatro, y que rompió el mito de que Sevilla y el Teatro no se llevaban bien. Lamentablemente, la Sala La imperdible, y a expensas de la apertura de un nuevo local en el recinto de la Cartuja, ya es historia en la ciudad. Durante todos esos años de actividad, la Sala La Imperdible fue un referente del teatro y la danza contemporánea, siendo una de las pioneras de la gestión del teatro independiente en Sevilla. En 1997 recibió el Premio Andalucía de Teatro otorgado por la Junta de Andalucía, y el premio de Artes Escénicas de El Público, Canal Sur Radio TV en 2001.

imperdible bar almacenComo decíamos, La Sala La imperdible tiene una relación muy especial en la ciudad con el jazz; allí en la Plaza de San Antonio de Padua, se estableció durante el tiempo que estuvo funcionando activamente, (1994-1999), el Club de Jazz Universitario de Sevilla. A pesar de su breve recorrido, el Club de Jazz Universitario de Sevilla tuvo momentos estelares, y ambas tuvieron como protagonistas la Sala La Imperdible; destacamos dos de ellos; el primero en 1995,  cuando se grabó en directo desde el Bar El Almacén, —el bar de la sala en la foto de la izquierda—, uno de los conciertos que organizaba y promovía el programa radiofónico «El Bulevar del Jazz», de Canal Sur Radio, dirigido por Javier Domínguez, y que en aquella ocasión, contó con la actuación en directo del grupo «Mejunje», el combo estable del Club de Jazz de la Universidad de Sevilla. El segundo momento importante en la historia de la Sala en relación a la música de jazz, fue la portentosa y excepcional actuación del cuarteto del pianista catalán Tete Montoliú en el “Almacén” el 6 de noviembre de 1995.

Tete Montoliú estaba en Sevilla para actuar en la VI edición del Festival de Jazz de la Provincia de Sevilla, celebrado en 1995 en varias localidades sevillanas y los responsables de l Club de Jazz Universitario, tuvieron la habilidad de aprovechar la estancia de Tete en Sevilla, para contratarlo. Aquella inolvidable noche, Tete actuó en La imperdible al frente de su cuarteto, formado entonces por: Guy Lafitte al saxo tenor, Horacio Fumero al contrabajo, y Peer Wyboris a la batería.

Aquella histórica e imborrable noche del lunes 6 de noviembre de 1995, cuyo cartel figura a la izquierda de estas líneas, fue la última vez que Tete Montoliu actuó en Sevilla, —falleció dos años después—, y Tete dejó escrita una de las mejores páginas de la historia del jazz en Sevilla. Aquél concierto de Tete Montoliu en Sevilla fue el cenit del Club de Jazz de la Universidad Hispalense.

El Club de Jazz de la Universidad de Sevilla puso en marcha también, en 1999, la Universitaria de Sevilla Club Big Band, una orquesta con veinte músicos, que participó habitualmente para los conciertos de clausura de algunos ciclos de jazz universitarios, aunque estos conciertos se celebraban habitualmente en el Patio del Rectorado de la Universidad, para los ensayos se utilizaba las instalaciones de La Imperdible. Asimismo, el Club de Jazz Universitario, llegó a tener en  el momento de máximo apogeo, un combo de jazz propio que actuaba regularmente en el Café Bar “El Almacén” de la Sala La imperdible. El combo se llamaba “Mejunje”, y sus componentes iniciales fueron, además de Eva Coca en la voz, el percusionista Antonio Montiel, Estanislao Waflar en el contrabajo, Javier Perales en la batería, José María Cortés “Chemón”, en la guitarra y en el laud árabe, y Vicente Domínguez en la flauta y saxos. Posteriormente también tocaron coyunturalmente en “Mejunje”, Manolo Calleja en los teclados y en el contrabajo, Nacho Megina y Casimiro Rivas en la batería, Aquiles del Campo en los saxos, o Miguel Vargas en el contrabajo. Fueron unos años, a mediados de los noventa, muy intensos para la música de jazz en el Bar El Almacén de la Sala la Imperdible.

Y por último, no podemos olvidarnos de las innumerables e imprescindibles “jazz sessions” que han tenido lugar en sus dos instalaciones, en el Bar El Almacén, y en el Teatro Duque. La Sala La Imperdible, fue un lugar de encuentro de los músicos y aficionados al jazz en los años noventa, protagonista directo de la evolución del jazz en la capital andaluza, y testigo de innumerables “trasnoches jazzísticas”, y de interminables improvisaciones de los combos de jazz que pasaron por sus escenarios. Por allí pasaron lo más granado del jazz sevillano, andaluz y español, como por ejemplo: los contrabajistas, Manolo Calleja, Jaime Serradilla, Javier Delgado, Rafael Torres, Manuel Vargas, Estanislao Waflar, los pianistas Ángel Andrés Muñoz, Manolo Torres, Roger Mas, los bateristas Jo Krause, Nacho Megina, los guitarristas Carlos Bermudo, los saxofonistas Nacho Botonero, Leandro Perpiñán, Javier Ortí, el grupo O’Sisters, los bluesman Little Boy Quique y Mingo Balaguer, las cantantes Natalia Ruciero, Celia Mur, Pepa Niebla, Lola Botella, entre otros  muchísimos músicos a lo largo de su historia.

imperdible fachada antiguaLa Sala «La Imperdible», ha pasado por varios espacios culturales, el penúltimo de ellos antes de asentarse, esperemos que definitivamente en la Plaza de Armas de Sevilla, en Platea Ordeón, estuvo en el antiguo Teatro Duque, (2007-2017), y allí se programaban de manera esporádica conciertos y actuaciones de grupos de jazz y blues, dos de ellos, organizados por la Asociación Apoloybaco. El primero, el 14 de noviembre de 2013, con la actuación de “RUBATO TRÍO”, formado por Rubén Lobato al contrabajo, Carlos Bermudo a la guitarra y Luati González a la batería. (foto de la izquierda). Fue la puesta de largo de la presentación de nuestro vino “12 Añadas” de Apoloybaco». El segundo concierto fue el 26 de febrero de 2015, con la actuación del bluesman sevillano “Little Boy Quique” que presentaba su primer disco a su nombre.

Cuando estamos terminando de elaborar este artículo, nos llegan noticias de que el nuevo proyecto de La Imperdible está a punto de iniciar su nueva andadura. El denominado espacio “Odeón-Imperdible”, tiene ya luz verde por parte de la Comisión municipal de Patrimonio para abrir un nuevo teatro que se ubicará en tres cúpulas geodésicas situadas en la calle Torneo, junto a la Pasarela de Baños. El espacio del nuevo teatro se construirá sobre una parcela de propiedad municipal y se cederá durante cincuenta años a los gestores de la Sala.

El director gerente de la Imperdible, José María Roca, y el fundador de Odeón Multicines, Luis Millán, han presentado junto a Antonio Muñoz, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, la que es la próxima realidad cultural de la ciudad de Sevilla, Odeón Imperdible, que será la nueva sede de la Sala de Escenarios de Sevilla «La Imperdible«, un proyecto cultural y de ocio que se situará en la calle Torneo –junto a la Pasarela- y que estará conformado por tres cúpulas que albergarán teatro, danza, circo, música y cine 360º, entre otras actividades. La pretensión de sus responsables, es asimismo, establecer alianzas con otros festivales de la ciudad, como el feSt, el Mes de Danza o Circada, o el Festival de Jazz de la Universidad.

imperdible odeonLa excelente localización del nuevo teatro “Odeón-La Imperdible”, lo pondrá en contacto con otros espacios de ocio y culturales de la ciudad, como el Caixaforum, el Pabellón de la Navegación, o la vecina Biblioteca municipal Felipe González, contribuyendo a consolidar en esta franja de la ribera izquierda del Guadalquivir, una atractiva oferta urbana de ocio y cultura, dado que además, al otro lado de la pasarela que cruza el río, se encuentran otros equipamientos de interés cultural, como el Monasterio de la Cartuja, sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y Torre Sevilla y su área comercial, que conforman una zona de expansión en auge que contribuirá al impulso de la nueva Sala “Odeón-La Imperdible”.

Cuando abra sus puertas, y esperamos que sea pronto, la nueva Sala Teatro  “Odeón-Imperdible”, continuará un proyecto clave para la historia de las artes escénicas de Sevilla, que durante 18 años luchó por abrirse un hueco en la agenda cultural de Sevilla.

 

EL JAZZ EN LA SALA LA FUNDICIÓN. DESDE 1999.

 

 

fundicion fachadaLa Sala Teatro la Fundición, está situada en lo que era la Real Fundición y Fábrica de la Antigua Casa de la Moneda de Sevilla (siglo XVI). El recinto se construyó aprovechando parte de las murallas almohades de la ciudad que se conservan embutidas entre sus edificaciones, y estuvo activa hasta 1868, año en que la Real Fundición y Fábrica de la Moneda sevillana pierde su función fabril. La Casa de la Moneda de Sevilla fue una de las siete cecas principales de Castilla autorizadas a continuar después de 1497 por los Reyes Católicos.

Allí, a orillas de lo que fue el Arenal y a la espalda de la Reales Atarazanas, y a tiro de piedra de la Sevilla monumental que hoy conocemos, (Torre del Oro, Catedral, Ayuntamiento, Archivo de Indias, Real Alcázar, Universidad de Sevilla, Palacio de San Telmo, Torre de la Plata, Teatro de la Maestranza, etc.), está la Sala Teatro de la Fundición de Sevilla.

Desde su apertura en marzo de 1999, es un espacio cultural permanente de propiedad municipal, y cuyo uso escénico está cedido por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, a la «Asociación de Amigos del Teatro y de las artes escénicas de Sevilla” (ATAES) y es uno de los lugares más emblemáticos de la escena artística de Sevilla, y un referente cultural en la capital andaluza. Está especializado en las artes escénicas en general, y en el teatro en particular.

La Sala Teatro La Fundición, restaurada totalmente en 1987, se ha ido definiendo con el paso del tiempo como una sala muy versátil que se traduce en una programación abierta a todo tipo de público y donde tienen cabida todas las manifestaciones de las artes escénicas, primando autores y dramaturgias españolas y contemporáneas.

Aunque a lo largo de sus historia contemporánea, la Sala la Fundición ha programado de manera esporádica algunos conciertos de jazz, aparece en este sección de Apoloybaco, por haber sido una de las sedes itinerantes del Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla, en concreto dos ediciones, la del año 2000 y  2001, la tercera y cuarta edición del festival de jazz universitario respectivamente. En aquellos años actuaron los cuartetos de Jordi Vila (2000), y de José Luís Gutiérrez y Santiago de la Muela (2001).

 

 

EL JAZZ EN LA SALA CHICARREROS. CICLO RISING STARS. 1999-2009.

 

 

chicarrero patioLa antigua Sala Chicarreros, ahora Teatro de la Fundación Cajasol después del proceso de fusión de varias cajas de ahorros de Andalucía, es uno de los escenarios más importantes de la historia del jazz en Sevilla. Cuando dependía de la Obra Social y Cultural de la Caja de Ahorros San Fernando, con sedes en Sevilla, Cádiz y Jerez de la Frontera, fue un espacio escénico de primer nivel en Sevilla, y sobre todo, y es la razón por la que la traemos a esta sección de la historia del jazz en Sevilla, fue sede, junto con las ya citadas de Cádiz y Jerez, del añorado ciclo jazzístico titulado: Rising Stars.

Ubicada en la calle Chicarreros, anexa a la Plaza de San Francisco y en el edificio donde estuvo La Real Audiencia de Sevilla, o Audiencia de Grados, creada en 1525 por Felipe II, un órgano jurisdiccional que dependía de la Corona de España, el edificio, tal como ha llegado a nuestros días, fue reformado tras un incendio en 1918 por Aníbal González; las obras duraron cinco años (1918-1923), y el insigne arquitecto se inspiró en su fachada en la de la Universidad de Alcalá de Henares. El bello edificio, es actualmente la sede de la Fundación Cajasol, y en sus diferentes espacios expositivos, organizan con regularidad importantes actividades culturales en las áreas de Música y de Artes Escénicas, así como distintas colaboraciones con numerosos proyectos de asociaciones culturales  de la ciudad.

chicarreros convenio apoloybacoUno de esos convenios de colaboración y patrocinio, fue el firmado en el otoño de 2006 entre nuestra Asociación Apoloybaco, y la entonces Obra Social de la Caja de San Fernando de Sevilla, para celebrar en la Sala Chicarreros, la entrega de premios del I Certamen Literario de Apoloybaco. En la imagen, de izquierda a derecha, están D. Antonio Vázquez Cruz, Presidente de Apoloybaco; D. Emilio Aragón Prián, director de la Obra Social de la CSF; D. Vicente Sanchís Belmonte, Vicepresidente de Apoloybaco y D. José Manuel Amores García, de Caja San Fernando. En la parte jazzística de la entrega de premios de nuestro I Certamen Literario de Apoloybaco, tocó el cuarteto dirigido por Manolo Calleja (piano); Roberto Mustelier; Javier Delgado al contrabajo y Nacho Megina en la batería. El concierto también sirvió para presentar en sociedad el primer álbum grabado por el grupo con el título de  “Callejeando”. Las composiciones y la dirección del grupo, fueron de Manolo Calleja.

Ciertamente no se podría entender la evolución del jazz en la capital de Andalucía, sin el patrocinio y el mecenazgo cultural que la Fundación Cajasol, o en su día la Obra Social de la Caja San Fernando le han prestado a lo largo de su historia. Por todos es recordado el estupendo ciclo que durante una década (1999-2009), se celebraba todos los jueves y de manera gratuita, en la Sala Chicarreros de Sevilla bajo el nombre de «Rising Stars». Pero no sólo fue ese añorado ciclo la única actividad jazzística que realizaba la entidad bancaria a través de su Obra Social. Centenares de conciertos, jam sessions, combos jazzísticos, y, muy importante, el apoyo económico para que, por ejemplo, el Festival Internacional de jazz de Sevilla saliera adelante.

chicarreros rising stars 2000Del ciclo de jazz de “Rising Stars”, del que hablamos con más detalle en esta otra sección de esta historia cronológica del jazz en Sevilla, solo cabe decir, para valorar su importancia, que fue una oferta musical muy atractiva, con músicos de vanguardia, y que cubrió un hueco vacío en la programación estable de jazz en directo en Sevilla en esos años. Como en otras ocasiones, ahí estaba entre bambalinas, la mano de Manolo Grosso, para ofrecer a una ciudad que todavía vivía de las rentas de la Expo’92, un espacio escénico diferente para que la música emergente de jazz en el nuevo siglo XXI, fuese una realidad. Además aquel ciclo jazzístico que se mantuvo en la agenda cultural de Sevilla hasta casi el final de la primera década del siglo XXI, recuperó, otra vez, la imagen personalísima del artista y diseñador onubense, Manolo Cuervo en sus carteles anunciadores.

Fueron diez temporadas intensas de muy buena música, y además, totalmente gratuita para los aficionados gracias al ya comentado patrocinio económico de la Obra Social de Caja San Fernando. Por los escenarios de la Sala Chicarreros en Sevilla, la Sala de la Central Lechera de Cádiz, y el Centro Cultural Cajasol de Jerez de la Frontera, pasaron 65 grupos, 206 músicos y cantantes, y se celebraron entre los tres espacios, 194 conciertos. A modo de adelanto,  porque podeís ver la programación completa de las 10 temporadas que duró el Ciclo Rising Stars en este link, nos interesa destacar aquí los siguientes grupos y músicos: Brian Blade (2000); Perico Sambeat (2001); Scott Hamilton (2002); Lou Donaldson (2003); Hiromi Uechara (2004); Chris Potter (2005); Ramón Valle (2006); Aaron Goldberg (2007); Jordi Rossy (2008) y Rudresh Mahanthappa & Vijaz Iyer (2009), los últimos músicos que actuaron en este extraordinario Ciclo de Rising Stars.

chicarrero jazz liveComo consecuencia del proceso de fusión bancaria que tuvo lugar después de la crisis económica de 2005 en España, la Caja de Ahorros San Fernando fue absorbida por Cajasol, y esta, a su vez, fue integrada en La Caixa, con lo que era evidente, que las cosas no serían igual ya para el jazz. Y efectivamente se cumplieron los peores presagios; entre el 21 y el 23 de abril de 2009, se cerró definitivamente, uno de los ciclos jazzísticos más importantes y más duraderos que tuvo Sevilla —también Cádiz y Jerez que compartían programación— a principios del Siglo XXI. Muchas voces, dentro y fuera de la ciudad, clamaron contra el final de aquella iniciativa cultural, pero no pudo ser. Ojalá algún día podamos ver otra vez en cartelera, el Ciclo Rising Stars.

Mientras tanto, os dejamos un link donde consultar con más detalle la programación completa de esas diez temporadas continuadas del Ciclo Rising Stars de la Obra Social de la Caja San Fernando de Sevilla entre 1999 y 2009 en la Sala Chicarrero, y que vienen recogidas en el sitio web de nuestros amigos de Tomajazz.

 

EL JAZZ EN LOS JARDINES DEL REAL ALCÁZAR. DESDE 1999.

 

 

miguelangelMiguel Ángel González, (foto de la izquierda), el director gerente de la empresa ACTIDEA, es una persona clave en la historia del jazz en Sevilla; junto a otros “locos” del jazz se empeñó en traer a Sevilla, allá por mediados de los años ochenta del siglo XX, la música de jazz en directo y para ello fundaron el Colectivo de Divulgación Cultural Freeway. De su impagable apoyo a la música de jazz en Sevilla, ya hemos hablado profusamente en esta sección de jazz de la Asociación Apoloybaco, pero ahora toca hablar de la labor de Miguel Ángel González  al frente de Actidea, la empresa de gestión cultural que, desde 1999, programa anualmente, entre otras muchas actividades, música en el Real Alcázar de Sevilla, bajo el sugerente título de “Noches en los jardines del Real Alcázar de Sevilla». Y claro, lógicamente, no hay ningún “fregao” como decimos por el sur, en el que esté metido Miguel Ángel, que no esté el jazz por medio.

Pero antes que nada, porque merece la pena, situemos el espacio donde se celebran esos conciertos aprovechando la “canícula” de los meses de verano en Sevilla. Los Reales Alcázares de Sevilla, con más de mil años de antigüedad, constituyen la residencia real en activo más antigua de Europa. Por sus aposentos, jardines y palacios, han pasado los gobernantes de Sevilla durante mil años y su configuración actual es fruto de varias civilizaciones.

Su extenso recinto amurallado delimita un conjunto palaciego de diversas épocas y estilos que aporta claves fundamentales para entender el desarrollo histórico y artístico de la ciudad de Sevilla. Durante muchos siglos, los Reales Alcázares fueron una ciudadela palatina reservada a la familia real, que hoy en día sigue utilizando algunas de sus estancias. Por resumirlo en apenas unas líneas, el Alcázar de Sevilla que ha llegado hasta nuestros días en un magnífico estado de conservación patrimonial, ha tenido tres etapas básicas: En el siglo X, el califa Abd-al Rahman III construye un palacio llamado Dar Al-Imara, y en el siglo XI, el rey de la Taifa de sevilla, Al- Mutamid edifica un nuevo núcleo que se conoce por el nombre de Al-Muwarak. El patio del Yeso es un ejemplo arquitectónico muy representativo de lo que fue la arquitectura almohade durante los siglos X y XII.

njra publicoTras la reconquista cristiana en el siglo XIII (1248), el rey Alfonso X levanta el palacio gótico y, dos siglos mas tarde, el monarca Pedro I dejará su impronta con la construcción del palacio mudéjar. A principios del siglo XVI la reina Isabel I, crea la casa de la Contratación para gestionar el comercio con las “Indias”, y a partir de la boda del emperador Carlos V, en 1526, se dotará al recinto de elegantes intervenciones renacentistas.

Y en el interior del Real Alcázar de Sevilla, se encuentran sus hermosos jardines, fuente de inspiración artística de todas la épocas, y escenario cinematográfico de excepción. Los orígenes de estos jardines, que reúnen en unos 100.000 metros cuadrados a cerca de 200 especies vegetales y a más de 20.000 plantas y arboles,  se remontan a la época de la construcción del palacio, en torno al año 914, y en su trazado se aprecia claramente la influencia islámica, renacentista y romántica.

Los jardines del Real Alcázar, que junto con el recinto palaciego, fue declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad en 1987,  y forman parte, tanto por historia como por la riqueza botánica que alberga, uno de los espacios más singulares de la ciudad de Sevilla.

njra abdu salimY en ese espacio mítico, en el conocido y bello rincón de los jardines “Cenador de la Alcoba”, se celebran cada verano desde 1999, el Ciclo de Música bautizado como “Noches en los Jardines del real Alcázar”. Desde su primer año, el jazz ha tenido cabida en ese ciclo de música al aire libre, aunque compartiendo la programación con otras músicas del mundo. Sus cinco grandes apartados musicales que ofrece el ciclo cada verano son: música antigua, música clásica, flamenco, músicas del mundo y otras músicas. El maravilloso e inigualable marco, una cuidada y relevante programación, y el frescor de los jardines, hacen que la fórmula funcione extraordinariamente bien y suele llenarse a diario el recinto donde se celebran los conciertos.

Por “Las Noches de Música en el Real Alcázar”, han pasado algunos de los mejores músicos de cada estilo, y en cuanto a la música de jazz, algunos de sus participantes han sido: Tito Alcedo, Fran Mazuelos, Pedro Cortejosa, Arturo Serra, Abdu Salim, (en la foto), Lluis Coloma, Mingo Balaguer, Ana Cisneros, Bob Seeley, Félix Slim, Quique Bonal, Vicky Luna, Antonio Serrano, Federico Lechner, O’Sisters, Charly Cepeda, Pablo Martín Caminero, Miguelo Delgado, Tres Bien, Gabacho Maroconection, Jorge Pardo, Kid Carlos, Tamal Hot Band o  The Dixielab.

Consulta aquí la programación completa de los ciclos de “Noches en los Jardines del Real Alcázar”.

 

EL JAZZ EN EL TEATRO ALAMEDA. DESDE 2005.

 

 

teatro alameda fachada actualEn la Alameda de Hércules, en la zona norte del casco antiguo de Sevilla, se levanta el Teatro Alameda, un espacio escénico municipal que gestiona el Ayuntamiento de Sevilla a través del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) y que se ha convertido en un lugar de referencia cultural para la ciudad.

El actual Teatro Municipal Alameda está ubicado entre las calles Calatrava y Tomillo, con fachada a calle Crédito y que fueron originariamente, en la Sevilla industrial de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, las naves de un edificio fabril que acogía los talleres de la extinta Fundición Ricardo García Maraver. El edificio era un conjunto de cuatro naves —una desaparecida— y fue rehabilitado a mediados de los años 80 del siglo pasado por el Ayuntamiento de Sevilla. La nave central se adaptó para uso cultural en 1987, siendo adaptado como espacio escénico por el arquitecto Ignacio de la Peña Muñoz.

El teatro se ha convertido en un lugar de referencia multidisciplinar en la capital andaluza, y siendo la programación teatral infantil, juvenil y familiar su principal actividad, —de hecho, es el espacio escénico más importante de Andalucía con programación mayoritariamente dirigida a los más pequeños—, está abierto a otras actividades culturales que de manera cíclica ocupa la agenda cultural de Sevilla.

El Teatro Alameda, que es sede estable de la Muestra anual de Teatro Escolar de Andalucía, y de la Feria Internacional del Títere de Sevilla, la más antigua de España, que se celebra desde 1981, ofrece cada temporada programas específicos como el Ciclo “El Teatro y la Escuela” y el Ciclo “El Teatro y la Familia”.

Asimismo, el Teatro Alameda también quiere dar respuesta a la demanda cultural de jóvenes y adultos, y lo hace a través del programa denominado “Área Alameda”, con una oferta estable en la que tienen cabida otras actividades culturales y artísticas como la Gala Mágica, la Muestra de Teatro Universitario de Sevilla, el South Pop Festival, la Bienal de Flamenco de Sevilla, el Festival de Circo “Sevilla Circada”, y es una de las sedes permanentes del Festival Internacional de Cine de Sevilla.

En el ámbito del jazz, la razón por la que aparece en esta sección de la historia del jazz en Sevilla, el Teatro Alameda acoge anualmente, desde 2005, el Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla, y el Festival “Sevilla Swing”. Por el Teatro Alameda han pasado desde su inauguración en 2005, artistas de la talla de Wallace Roney, Baldo Martínez, Philip Catherine, Jorge Pardo, Geri Allen, Terence Blanchard, Uri Caine, Nicholas Payton, Steve Coleman, Yellowjackets, Lou Donalson, Dave Douglas, Enrico Pieranunzi, James Carter, Pedro Cortejosa, Manuel Calleja, Ernie Watts, Dino Zalusi, Paolo Fresu, Steve Khun, Pepa Niebla, Kontxi Lorente, o la Andalucía Big Band, entre otros grandes músicos, grupos y cantantes de jazz.

 

 

EL JAZZ EN EL ESPACIO CICUS DE MADRE DE DIOS. DESDE 2011.

 

 

cicus logoHoy por hoy, y dentro de las estrategias de modernización de la universidad española, tenemos que entender la cultura como un elemento imprescindible para crear, dentro del Campus, entornos de vida universitaria integrados culturalmente en el tejido urbano, con gran calidad y ofertas de alto nivel, que logren el beneficio inmediato de la mayor motivación e implicación del colectivo de estudiantes; sólo así tendremos una universidad realmente atractiva y competitiva, a nivel local, nacional e internacional.

Y la Universidad de Sevilla es un ejemplo paradigmático de esa apuesta rigurosa y de calidad, para llenar las aulas y los espacios comunes de sus centros a la cultura, entendiendo esta, en el sentido más amplio de la palabra. Ya hemos comentado en otro apartado de esta sección de jazz, como entre las actividades más importantes que se realizaron en Sevilla en el último cuarto del Siglo XX, siempre ha estado la Universidad de Sevilla, a través, primero, del Servicio de Promoción Cultural que dirigía por aquel entonces, otra de las personas más destacadas en la historia del jazz sevillano como fue Manolo Grosso Galván, y luego con la creación del actual Centro de Iniciativas Culturales de Sevilla (CICUS), apoyando directamente, o entre bastidores dichas iniciativas.

cicus jazz sesionEn lo que respecta a la música de jazz, hay que retroceder hasta 1979, para situar algunos conciertos de jazz en directo y otras actividades relacionadas —las «Jornadas de jazz» de Sevilla, entre 1979 y 1983— que se organizaron en la Escuela Superior de Arquitectura, y en la Escuela de Bellas Artes, que se contextualizaban en las actividades de la Semana del jazz que organizaba por aquel entonces el Colectivo Jazz Freeway. No menos importante es el apoyo logístico y técnico que la Universidad ofreció a los organizadores de algunas ediciones del Festival Internacional de Jazz de Sevilla, (1980-1995), con conciertos en el Patio del Rectorado o en la Escuela Superior de Ingenieros.

Y ya en época moderna, nos situamos en el nuevo Espacio CICUS, ubicado en el Barrio de San Bartolomé de Sevilla, en la calle Madre de Dios, muy cerca de otro templo de la cultura sevillana como es «La Carbonería», en la cercana calle Levíes.

El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), se aloja en un edificio de estilo neoclásico construido en 1902, situado en el centro histórico de Sevilla y tiene su origen en el antiguo Convento de Madre de Dios. En 1868 era la Escuela Libre de Medicina y dependía de la Diputación Provincial de Sevilla, y ya en 1917, pasó a ser propiedad de la Universidad de Sevilla sirviendo de Sede al Policlínico de la Facultad de Medicina y a la Escuela de Comercio, que, reconvertida en Escuela Universitaria de Empresariales, en 1968 pasa al campus Jurídico-Empresarial. Este edificio fue sede de la Facultad de Ciencias del Trabajo hasta 2008, y desde 2011, con la ocupación del edifico por el CICUS, abre un nuevo capítulo en la historia cultural de la Universidad hispalense, primero, y de la propia capital de Andalucía.

cicus sevilla swingCon la apertura en 2011 de este nuevo espacio artístico, el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), no solo consolida los programas que ya funcionaban con anterioridad en el mundo del arte, la música y la cultura, sino que el CICUS cobra con este nuevo emplazamiento una dimensión completa, un espacio aglutinador y al mismo tiempo generador, de distintas y novedosas iniciativas que aportan a la agenda cultural de la capital andaluza, una visión amplísima de las propuestas culturales que la ciudad genera en el Siglo XXI.

Ni que decir tiene, que en la programación del nuevo Espacio CICUS en Madre de Dios, el jazz tiene una relevancia capital, ya que tanto en el damero de su precioso patio, como en el auditorio principal, se desarrollan a lo largo del año, numerosas actividades jazzísticas.

cicus patio cineEntre ellas, muchas de las relacionadas con el Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla, algunas actividades paralelas del mismo, exposiciones de arte (pintura, escultura, fotografía, etc.), y una magnífica programación cinematográfica a lo largo de todo el año. En este sentido caben destacar dos actividades principales, la primera el Ciclo de cine 21º que desde mayo a septiembre, ocupa todo el damero del patio con cine al aire libre, y en segundo lugar, y dentro de las actividades paralelas al festival de jazz universitario, las proyecciones en el auditorio del Ciclo de Jazz y Cine, que se organiza desde 2012 con la colaboración de la Asociación Apoloybaco.

Sin ninguna duda, con la ocupación de este espacio universitario en la calle Madre de Dios, el CICUS se convierte por derecho propio, en uno de los motores culturales de la capital de Andalucía.

 

EL JAZZ EN EL ESPACIO TURINA. DESDE 2016.

 

turina alvarez quintero teatro antiguoEn lo que fuese uno de los teatros con más solera de Sevilla, el antiguo Teatro Álvarez Quintero, de la calle Laraña, construido a iniciativa de Juan Ignacio Luca de Tena, hijo del que fuese fundador del periódico ABC de Sevilla, e inaugurado el 12 de octubre de 1950, es ahora de propiedad municipal tras haber albergado entre 1995 y 2016, la Fundación Cajasol. El teatro Álvarez Quintero echó el telón en 1987, tras 37 temporadas en activo, y desde entonces, hasta 1999, estuvo cerrado al publico. En 1992, el Ayuntamiento se hizo con la propiedad municipal del edifico tras una polémica permuta con sus primeros propietarios.

La Fundación Cajasol alquiló el edifico por 25 años y desde 1999 abrió de nuevo sus puertas, pero no como teatro, sino como Sala Cultural. En octubre de 2016, tras la mudanza de la Fundación al edifico de Plaza de San Francisco —antigua Audiencia de Grados de Sevilla—, donde disponen de la Sala Chicarreros, el espacio fue devuelto a su propietario, el Ayuntamiento de Sevilla, quién recuperó para la ciudad, la gestión administrativa y cultural de la Sala. Desde entonces el espacio escénico del Espacio Turina, como se denomina ahora, lo gestiona el Instituto de la Cultura y Las Artes de Sevilla (ICAS).

turina salaLa reapertura se produce con un cambio total, tanto en la fisonomía de la instalación, como en el rejuvenecimiento de las propuestas culturales que desde entonces se viene programando en la sala. La nueva programación se articula en torno a la música, las artes plásticas y la formación artística; el Espacio Turina se ha convertido en apenas tres años de vida, en un espacio visible para las  actividades culturales de la ciudad. La sala de conciertos, con un aforo de 400 butacas y rebautizada «Sala Silvio» en memoria del añorado músico sevillano, ofrece propuestas de todo tipo, desde el pop a la zarzuela, y del jazz a la música antigua. El Espacio Turina se complementa con la apertura de una gran sala de exposiciones, denominada «Atín Aya», en homenaje al conocido fotógrafo, y que acoge muestras de fotografía, pintura y escultura.

turina jazz clubsOtro de los espacios rehabilitados y transformados desde que el ICAS se hizo cargo de la gestión del antiguo Teatro Álvarez Quintero, es la denominada Sala Juan de Mairena, dedicada a la formación de los artistas y los nuevos creadores culturales que echaban de menos un espacio donde se les permitiera poner en práctica sus ensayos. Conferencias, debates, presentaciones de libro, documentales, masterclass y otras formas de expresión cultural, tienen cabida ahora en el Espacio Turina. También la programación infantil, juvenil y familiar, están presentes en la nueva programación de la sala. El Espacio Turina, dirigida por Albert Sunyer desde su reapertura, funciona con un modelo ya consagrado en otras ciudades europeas: espacio y equipamiento publico y propuestas culturas procedentes de la sociedad civil sevillana.

En este sentido, el jazz, —y esta es la razón por la que el Espacio Turina aparezca en esta sección de jazz de Apoloybaco—, está permanentemente presente en las propuestas musicales que ofrece la sala con una programación estable de actuaciones jazzísticas todos los jueves del año y a un precio muy asequible. Ahí se enmarca el ciclo denominado «Jazz & Clubs», organizado en estrecha colaboración por la Asociación sevillana de jazz (Assejazz), ICAS y el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (ICAS). Este ciclo de vocación permanente y que viene funcionando muy bien desde su inauguración en 2016, consiste en ofrecer jazz en directo poniendo en valor el concepto de club de jazz, el espacio más intimo y genuino donde la música de jazz se hace más viva, más improvisada, más cercana, y más expresiva para el publico asistente. Con este ciclo que está funcionando muy bien en cuanto a la calidad de los creadores que participan y la respuesta del publico, la música de jazz y sus intérpretes transmiten emociones en tiempo real a través de la improvisación en una atmosfera de complicidad con el publico en formato de pequeño club de jazz.

Jazz And Clubs ApoloybacoLos conciertos en directo del ciclo «Jazz & Clubs», se realizan de manera complementaria en dos espacios escénicos distintos y alejados entre sí: la Sala Juan de Mairena del Espacio Turina (c/Laraña 4) y en el Auditorio de CICUS (c/Madre de Dios 1), salas que por su aforo reducido cumplen  a la perfección esas características comentadas anteriormente: recrear el ambiente y el sonido de un club de jazz, por ello los conciertos, que son acústicos, le vienen como anillo al dedo a la disposición de las salas adoptando en su fisonomía el carácter informal que se le supone a un local de jazz. La programación, como viene siendo habitual en las actividades que ya realizan en otros ámbitos, CICUS y Assejazz, es muy cuidada, y en la que hay una nutrida presencia de grupos nacionales e internacionales y, por supuesto, de las mejores propuestas del jazz hecho en Andalucía.

El ciclo «Jazz & Clubs», lo inauguró el 27 de octubre de 2016, el grupo Naftule, liderado por Emilio Parrilla, clarinetista sevillano residente en Holanda. Desde entonces la programación fluctúa con regularidad, y tiene la versatilidad suficiente como para que lo mismo veamos un concierto a piano solo, o a dúo o trío, como la actuación de una Big Band. El Espacio Turina, en esta nueva época, es una alternativa real como propuesta musical jazzística que se ha consolidado en la agenda cultural de la ciudad, y por donde han pasado, y siguen pasando cada jueves, los mejores grupos de jazz, tanto los ya consolidados en este estilo musical, como los instrumentistas y cantantes emergentes y más desconocidos para el publico.

El espacio Turina complementa, en lo relativo a la música de jazz en directo en Sevilla, una programación estable de jazz muy interesante, y más diversa que la que existen otras ciudades cuyos festivales de jazz, —hablamos de Vitoria por ejemplo—, son la única actividad jazzística en la ciudad. Es decir, Sevilla tiene en la actualidad, consolidada una oferta musical jazzística más versátil, más amplia, con distintos niveles y que funciona muy bien. Por un lado están los grandes espacios escénicos de Sevilla donde el jazz está muy presente, (Lope de Vega, Teatro Central, Maestranza o Alameda), y después, en otro nivel las salas de pequeño formato como el Auditorio CICUS o el Espacio Turina con un enfoque más cercano al público, y, sin que el nivel de calidad de la programación, y esta es la clave, decaiga en absoluto. Y después están los tres clubes de jazz de la ciudad que todavía hoy (diciembre de 2019), permanecen activos ofreciendo jazz en directo: Café Jazz Naima, Club Jazz Córner, y Soberao Jazz Club de Dos Hermanas. 

turina alvarez quintero teatro antiguoDesde 2017, el Espacio Turina, también acoge algunas actividades paralelas (combos de jazz, jam sessions, masterclass, etc.), del Festival de Jazz de la Universidad de Sevilla. Y no queremos terminar este articulo sin reseñar que organizado por la sección de jazz de Apoloybaco, en colaboración con CICUS, la Fundación Cajasol, y el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Sevilla, se programó por primera vez en este teatro, y con lleno absoluto, un extraordinario concierto de Música Gospel, a cargo del Coro de la Universidad de Sevilla, que dirigía entonces, el profesor. D. José Carlos Carmona. Queda ahí por tanto la aportación de Apoloybaco en esta emblemática sala cultural. Ojalá no sea la última.

Ponemos fin a este brevísimo resumen cronológico de algunos de los espacios escénicos que a lo largo de los últimos años, han tenido, y siguen teniendo en muchos casos, una importante relación con la música de jazz en directo. El futuro lo escribiran las generaciones venideras, y seguro que será igualmente de atractivo. Muchas gracias por llegar hasta aquí.

CRONOLOGÍA DE LA HISTORIA DEL JAZZ EN SEVILLA
Desde 1959 1963 Desde 1964 1973-1984

 Los primeros programas de radio.

 El Hot Jazz Club de Sevilla.

La Universidad y el Jazz.

 El Colectivo Free-Way

Desde 1975 Desde 1978  1979-1983 1980-1995

El Jazz en otros espacios de Sevilla

Los clubes de Jazz de Sevilla

 Las Jornadas de Jazz

El Festival Internacional de Sevilla

Desde 1982 1984-1991 Desde 1990 Desde 1991
Manolo Cuervo: la imagen del Jazz. El Jazz en «Cita en Sevilla» La Diputación y el Jazz en la Provincia Jazz en el Teatro Maestranza
Desde 1995 1999-2005 2000-2009 Desde 2001
Jazz en el Teatro Central Seminarios de Jazz y Flamenco Ciclo Rising Stars. 

Apoloybaco a escena

Desde 2012 Desde 2013 Desde 2014 El Jazz entre dos Siglos
Nace Assejazz Sevilla Swing Festival  Blue Asteroid Records Personajes y músicos de Sevilla
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