JAZZ

Disco del Mes-Marzo 2020: “Solo Piano», de Chucho Valdés. Live At Ronnie Scott’s en Londres.

350 chucho ronnie-apoloybacoA Uli y Eliana. Jazz y Cuba, un binomio perfecto.

El pianista cubano Chucho Valdés, forma parte de esa saga de familias de músicos, que de vez en cuando aparece en el jazz con una inusitada fuerza e impregnan toda una época con su música; ocurrió en los años treinta del siglo XX, cuando los hermanos Dorsey, Jimmy y Tommy, eran los abanderados de una de las mejores big band de la historia; la historia se repitió con la saga familiar de los Marsalis, ya bien avanzado el siglo XX, cuando el patriarca de la familia, el pianista Elis Marsalis, educó a sus hijos en la cultura musical del jazz; de esa manera, Branford (saxo), Wynton (trompeta), Delfeayo, (trombón) y Jason Marsalis (percusión), siguieron los pasos del padre y se convirtieron todos ellos, aunque con desigual éxito, en grandes instrumentistas del jazz.

Y lo mismo podemos decir de la saga de los Valdés, en este caso, con raíces latinas, y abanderados de la fusión entre el jazz y los ritmos afrocubanos de la isla caribeña. La familia Valdés, forma parte de manera indisoluble de la historia de la música cubana, y particularmente de la historia del jazz latino, o mejor dicho, del jazz cubano. El patriarca de la familia fue Ramón Emilio Valdés Amaro, conocido en el mundo artístico como Bebo Valdés, (1918-2013), un pianista extraordinario y gran compositor que saltó a la fama cuando el cineasta español Fernando Trueba, rodó el precioso documental “Calle 54”, en el año 2000. Su hijo Dionisio Jesús Valdés Rodríguez, para el gran publico Chucho Valdés, (1941), le siguió los pasos y desde muy joven ya tocaba el mismo instrumento que su padre, el piano. Hoy Chucho Valdés, el músico al que le dedicamos este disco recomendado del mes de marzo de 2020, es un extraordinario pianista, un gran compositor, y sobre todo, pasará a la historia del jazz latino, por crear y dirigir, la legendaria formación “Irakere”, de la que hablaremos más adelante, uno de los referentes imprescindibles en la historia de la música cubana contemporánea. La saga de los Valdés continua, con la hija menor de Bebo Valdés, la cantante Mayra Caridad Valdés, (1956-2019), que destacó por poner voz a esos ritmos calientes tan genuinos de Cuba, y el hijo de esta última, el también pianista, Roberto Carlos Rodríguez Valdés «Cucurucho Valdés» (1977).

El disco que recomendamos este mes, “Solo Piano”, de Chucho Valdés, está, como todos los de vamos a recomendar en este año 2020, grabado en directo, en esta ocasión, en el mítico y legendario club londinense “Ronnie Scott’s”, probablemente el club de jazz en activo todavía más importante e influyente de Europa. Su propietario, el saxofonista británico Ronnie Scott, lo fundó en 1959 en un sótano de Gerrard Street, en el distrito londinense del Soho. Dos años después, el «Ronnie Scott’s» saltó a la fama por la actuación en 1961, del saxofonista Zoot Sims, el primer músico norteamericano de prestigio que actuaba en su local, y el éxito de su actuación contribuyó notablemente a que el local fuese cada día más popular entre los aficionados al jazz de Londres. La respuesta del público les obligó a mudarse de local, aunque no de barrio, instalándose definitivamente hasta la actualidad, en el número 47 de Frith Street.

Ronnie scott yoPor el «Ronnie Scott’s» de Londres, también existe otro club en Birmingham, han pasado centenares de músicos de todo el mundo, y su escenario ha sido testigo de algunos de los mejores conciertos de jazz en vivo celebrados en Europa. Desde la ya citada actuación de Zoot Sims, en 1961, hay que destacar además las brillantes actuaciones de Ben Webster y Wes Montgomery (1964), Blossom Dearie y Yusef Lateef (1966), Kenny Clarke/Francy Boland Big Band, (1969), Dizzy Gillespie (1973), Oscar Peterson y Ella Fitzgerald (1974), Sarah Vaughan (1977), Stan Getz, Buddy Rich, Art Pepper y Bill Evans (1980), Nina Simone (1984), Art Blakey (1985), Chet Baker (1986), Anita O’Day, Chico Freeman (1993), Carmen McRae (1995), Sonny Stitt (1999), Roy Ayers (2001), Jamie Cullum (2006), Johnny Griffin (2008), o John Mclaughlin (2017), entre otros grandes músicos de jazz de todos los estilos.

La carrera profesional de Chucho Valdés está repleta, tanto en su faceta de pianista como en la composición, de momentos históricos para la música cubana; todo empezó cuando fundó y creó, en 1974, el grupo “Irakere”, una formación legendaria que rompió moldes con todo lo que se había hecho con anterioridad en la música cubana. La aportación de Chucho Valdés a «Irakere», donde fue director, pianista y compositor, resultó fundamental para que ese proyecto novedoso y con un enfoque distinto a la música popular cubana, se consolidara. Por constatar la importancia histórica de “Irakere”, y su enorme influencia en toda la música cubana que vino después, Chucho Valdés que fue su director durante varias años, la utilizó —como hizo décadas atrás Duke Ellington con la orquesta del Cotton Club en Harlem—, como un laboratorio de ideas donde la música cubana, sus instrumentos de percusión originarios del África occidental, y sus poliritmos se integraron con elementos y estilos musicales —rock, funk y jazz principalmente—, absolutamente inexplorados en la cultura musical afrocubana. “Irakere” fue un antes y un después, en todo lo relacionado con la fusión entre el jazz afrocubano, y la música popular de la isla, y su principal virtud fue utilizar la percusión folclórica cubana en la música bailable, y buscarle timbres distintos con la aportación de nuevos instrumentos originarios de la cultura africana occidental.

El grupo, que a pesar de su presencia en algunos de los festivales internacionales de jazz más prestigiosos del mundo, no es, ni nunca se atribuyeron ellos mismos, un grupo de jazz en el sentido estricto del término, si es cierto que adoptaron de la música nacida en New Orleans, el concepto más identificativo del jazz: su capacidad de improvisación. Entre esos grandes músicos que forman parte de la historia de “Irakere”, hay que destacar ineludiblemente a los percusionistas: Armando Cuervo y Fran Padilla; a los trompetistas: Arturo Sandoval o Adalberto Lara; los saxofonistas: Paquito D’Rivera o César López; el guitarrista: Carlos Emilio Morales; los flautistas: José Luis Cortés y Orlando “Maraca” Valle; el conguero Jorge Alfonso, el batería Enrique Plá; o el bajista Carlos del Puerto entre otros, aunque originariamente, el grupo lo formaban: Chucho Valdés, (director y pianista); Paquito D’Rivera, (saxofón alto, tenor, flauta y clarinete); Carlos Averhoff, (saxofón tenor, soprano, flauta y clarinete bajo); Jorge Varona, (trompeta, trombón de pistones y percusión); Carlos del Puerto, (bajo, guitarra bajo y tuba); Carlos Emilio Morales, (guitarra); Bernardo García, (batería y tambores batá); Jorge Alfonso, (tambores batá); Enrique Plá, (batería); Carlos Barbón, (güiro, chekeré y pandereta), y Oscar Valdés, (cantante, tumbadora o conga, tambores batá y bongó). «Irakere» es considerado el grupo más importante en la historia de la música cubana en la segunda mitad del siglo XX.

Chucho valdes ronnie scottVolviendo al disco que hoy recomendamos de Chucho Valdés: «Piano Solo», fue grabado en 1991 para el sello «Blue Note», y hay que señalar que todos los temas del álbum, a excepción de los dos últimos temas que agregan bajo, batería y percusión, están grabados a piano solo. Chucho Valdés, que ya había visitado el club del Soho con anterioridad al frente de «Irakere» o con su propio grupo en varias ocasiones (1985, 1987 y 1988), y al año siguinete con su cuarteto y con Arturo Sandoval, como estrella invitada, tuvo una actuación brillante, con una técnica extraordinaria, y un elegante sentido del swing, que en ocasiones recordaba a algunos de los grandes maestros del piano de jazz como: McCoy Tyner, Lennie Tristano o Bud Powell. Esta deslumbrante actuación incluye una magnifica versión de «Blue Yes», todo un clásico basado en los acordes de la famosa pieza: «Confirmation», uno de los grandes temas del maestro Charlie Parker. La admiración de Chucho Valdés por el pianista Bill Evans, una de sus mayores influencias, también está presente en el disco con una maravillosa composición titulada “Bill (Evans)”. Los diez temas del disco, son composiciones propias del pianista cubano, y solo en las dos últimas piezas, “When I Fall I love”, y “Blues (Untitled)», se hace acompañar por Dave Green al bajo, Enrique Plá a la batería, y Miguel «Angar» Diaz, en la percusión.

Chucho Valdés, nuestro protagonista este mes de marzo en esta sección de jazz de Apoloybaco, es uno de esos músicos irrepetibles que tienen tras de sí, no solo una dilatada carrera profesional, sino también el enorme mérito de personalizar con su música, uno de los periodos artísticos más creativos de la música popular cubana, y sin duda alguna, el pianista de jazz más importante de toda América Latina y el Caribe. Su debut fuera de Cuba en el terreno jazzístico, se produjo 1970, cuando debuta con su quinteto, en el Festival Internacional de Jazz “Jamboree” en Polonia, convirtiéndose en el primer grupo cubano que participó en un festival de jazz fuera de Cuba. Admirado por algunos de los mejores pianista de jazz de la época, Chucho Valdés es considerado como uno de los grandes pianista de este genero. Durante su prolífica carrera artística, ha obtenido nueve premios Grammy, seis Grammy Awards y tres Grammy latinos. Sus giras y actuaciones a lo largo del mundo, le han permitido actuar en los mejores festivales de jazz al aire libre, auditorios, teatros y también en los grandes clubes de jazz del mundo como los neoyorquinos: Carnegie Hall, Kennedy Center, Lincoln Center, Blue Note, o Village Vanguard; el Ronnie Scott’s en Londres en varias ocasiones, el Teatro Colón de Buenos Aires, el Palau de la Música de Barcelona, o el Teatro de la Maestranza de Sevilla, entre otros grandes escenarios. Los aficionados al jazz en España, lo podremos volver a ver en directo en la primavera de 2020, en una gira por las Islas Canarias (Lanzarote, Tenerife y Fuerteventura), y que también tendrá parada en Gijón.

Que disfruten de uno de los grandes conciertos en directo de este excelente pianista, que es Chucho Valdés. Uno de los momentos cumbres del club Ronnie Scott’s de Londres.

Pd.- para los interesados en profundizar sus conocimientos sobre el jazz latino, y especificamente, el jazz cubano, pueden visitar pinchando aquí, el perfil de Facebook, de nuestro amigo y socio, Julían Ruesga Bono, escritor, investigador y gran aficionado al jazz.

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Chucho Valdés. Piano. Sello discográfico: BLUE NOTE RECORDS.
Dave Green. Bajo. Fecha de grabación: 10 septiembre 1991.
Enrique Plá. Batería. Lugar de grabación: Live at Ronnie Scott’s Club. (Londres).
Miguel «Angar» Díaz. Percusión. Nº de serie: CDP 0777 7 80597 2 1
Nº de temas: 10
Calificación: 4 */2 sobre 5.

 

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BIOGRAFÍA DE CHUCHO VALDÉS

chucho valdes bioPianista, organista, compositor e instrumentista, Chucho Valdés es considerado uno de los mejores pianistas del mundo y desde luego la figura jazzística más importante en la actualidad de Cuba. Desde niño comenzó a tocar piano guiado por su padre, el también pianista, Bebo Valdés, y los 14 años inicia su actividad profesional en la orquesta Sabor de Cuba, dirigida por su padre. Fue alumno del Conservatorio Municipal de La Habana, donde trabajó con Ángela Quintana y más tarde fue discípulo de Zenaida Romeu y Rosario Franco, cuyas influencias considera importantes en su formación musical, graduándose de la Universidad de las Artes de la Habana.

Antes de los veinte años ya era un afamado pianista, decidiendo luego integrarse a grupos de jazz. En los inicios de los años sesenta formó parte de la orquesta del Teatro Musical de La Habana, donde coincidió en la actividad profesional con Leo Brouwer, Federico Smith y Alberto Alonso. Integró después la Orquesta Cubana de Música Moderna, fundando posteriormente el proyecto del grupo «Irakere» junto con el guitarrista Carlos Emilio Morales. Con esta agrupación, desarrolla una significativa labor de rescate de las raíces de la música cubana, manejadas con nuevos elementos expresivos.

Su revelación mundial como importante exponente del movimiento jazzístico internacional ocurre en el Festival Jazz Jamboree de Varsovia en 1970, donde fue ubicado por la crítica entre los mejores pianistas de jazz de ese momento, como renovador del Latin Jazz o Afrocuban Jazz y exponente del mensaje jazzístico cubano.Entre sus composiciones más famosas figuran «Mercy cha», «Niña», «Por la libre», «Valle Picadura» (danzón), «Misa Negra» (para piano), «Juana 1600», «Calzada del Cerro», «Las Margaritas» y «Mambo Influenciado», entre otras. Sus instrumentaciones originalísimas a piezas populares, son consideradas un aporte de gran significado para el desarrollo musical cubano.

Su calidad interpretativa ha sido reconocida internacionalmente con el otorgamiento de la condición de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Victoria de Canadá, y por la de la Habana y las entregas de la Medalla Félix Varela de Cuba, las llaves de las ciudades de San Francisco, Los Ángeles, Madison y Nevilly en Estados Unidos y la de Ponce en Puerto Rico. Maestro en todos los géneros, tanto jazz, música clásica y música popular bailable, ha impartido conferencias magistrales en la Universidad de Banff en Canadá, la Real Academia de Música de Londres, Centro de Altos Estudios de los Ángeles y San Francisco en el estado norteamericano de California.

Ha recibido seis premios Grammy: en 1978 con Misa Negra interpretada con el Grupo Irakere; en 1996 con Havana, disco coprotagonizado con el trompetista Roy Hargrove y una banda cubano-americana-portorriqueña, 2002 por el CD Canciones Inéditas, producido por el sello cubano Egrem que obtuvo la categoría del Premio Grammy Latino como Mejor Álbum Instrumental Pop; en el año 2001 por Live at the Vanguard Village, en 2010, por el álbum «Juntos para siempre», y en 2017, por el álbum «Tributo a Irakere: Live in Marciac».

 

Temas del disco.

Duración de los temas.

Isanusi. 6,09
Felia. 4,42
Nandy. 5,01
Noliu. 5,51
Toga. 7,49
Blue Yes. 4,32
My Foolish Heart. 6,32
Bill (Evans). 6,54
When I Fall In love. 9,08
Blues (Untliled). 6,36
The Best Thing for You. (Would Be Me). 7,12
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