Título: Luz del Alma.
Músico: Ángel Morilla. (piano, teclados, programaciones, violonchelo, bajos, guitarras)
Acompañantes: José Antonio Rodríguez (guitarra flamenca) *5; Jesús Lavilla (armónica) *6; Gonzalo Morilla (guitarra clásica) *11; Francisco Manuel Hurtado (batería), y Sine León (percusión).
Fecha de Grabación: 2019.
Lugar de Grabación: Borland Studio. Sanlúcar La Mayor (Sevilla).
Sello Discográfico: Rock*CD Records
Nº de temas: 11.
Formato: CD.
Instrumento: Piano, teclados, programaciones, violonchelo, bajos y guitarras.
Estilo: Contemporáneo.
Nº de Serie: RCDR-3844.
Año de Edición: 2020.
Duración: 54:50
Calificación: 4* sobre 5.
Comentario:
“Luz de Alma”, es el trabajo discográfico con el que hace su debut el multiinstrumentista sevillano, Ángel Morilla. En los trece temas que componen el disco, este talentoso y creativo músico nos propone un itinerario musical por aquellas músicas que le han servido durante más de treinta años de experiencia, para hacerse un hueco en el mundo que le apasiona; y a pesar de que tiene habilidad para adaptarse al contexto musical de otros estilos, usa los ámbitos más cercanos al jazz para identificarse con más naturalidad.
Las 13 composiciones de “Luz del Alma”, incluidos los dos “bonus track” a piano solo, son originales de Ángel Morilla, y en cada una de ellas transmite una personalísima visión de cómo este virtuoso multiinstrumentista, entiende la música. Ángel Morilla toca en el disco el violonchelo, el piano, piano y teclados, el bajo y las guitarras eléctrica, acústica y española, y se hace acompañar a lo largo del álbum, por: José Antonio Rodríguez, (guitarra flamenca) track 5; Jesús Lavilla (armónica) track 6; Gonzalo Morilla (guitarra clásica) track 11; Francisco Manuel Hurtado (batería) y Sine León (percusión).
«Luz del alma», es, técnicamente, un trabajo impecable, donde Ángel Morilla no sólo da sobradas muestras de dominar a la perfección los instrumentos que toca, sino que también muestra sus talentosas dotes de compositor y arreglista. Desde “Obertura”, el primer tema del álbum, hasta el último “Nostalgia”, Ángel Morilla nos ofrece una música muy en línea con ese oscilante estilo que de vez en cuando aparece en los músicos que provienen del mundo clásico y que algunos llaman “músicas del mundo”, otros lo entienden como música orquestal y que en cualquier caso, es música pasional y al mismo tiempo introspectiva.
La mayor virtud, en mi opinión, de este debut discográfico de Ángel Morilla, es el equilibrio entre la libre composición individual, y la adaptación de los arreglos en beneficio del trabajo en equipo. Con la base rítmica de Francisco Manuel Hurtado en la batería, y Sine León, en la percusión, y la aportación puntual del resto de músicos en algunos temas, “Luz del Alma” refleja con honestidad el esfuerzo de un músico creativo para expresar el modo en el que entiende la música.
Confieso que acogí con cierto escepticismo este disco. Probablemente influido por mi personal concepto negativo sobre el uso de las cuerdas clásicas en la música de jazz, algo que no tiene base histórica, ni fundamento, entre otras cosas, porque el uso de ellas, —entre otros ni más ni menos, que por uno de los creadores más importantes del jazz moderno, como fue Charlie Parker—, no es sinónimo de ausencia de swing, o de falta de libertad en la improvisación. Lo cierto es que todos esos remilgos por mi parte, desaparecieron cuando en mi reproductor comenzó a sonar el disco. Elegancia en las formas, sutileza en los arreglos, armonía y belleza cromática en las composiciones, y un sinfín de sensaciones que te obliga a volver a escuchar cada tema de nuevo por la cantidad de aspectos sobresalientes que descubres en cada nueva escucha. Porque este disco es para escucharlo en esos momentos donde necesitas oír música, cuando el día te da un respiro, y cuando en tu intimidad, sólo necesitas la compañía de la música.
«Luz del Alma», es un excelente trabajo de Ángel Morilla, y al que no hace falta ponerle etiquetas diferenciadoras. Es música con mayúsculas.