VINOS

Cata de vinos sevillanos en Mercado de la C/ Feria. Sevilla

El pasado mes de mayo de 2022 tuvo lugar una cata extraordinaria dentro del conjunto de actividades programadas para celebrar el veinte aniversario de Apoloybaco, efeméride que se cumplió en octubre de 2021. Una cata que también supuso un recurso más para financiar la necesaria remodelación de la web, que se había quedado obsoleta y con serias dificultades para seguir funcionando.

El lugar donde se celebro, fue también de una gran singularidad. Se han celebrado catas en muchos sitios, hoteles, restaurantes, tiendas, espacios monumentales, museos, pero nunca en el interior de un mercado y esta cata se llevo a cabo en el Mercado de abastos de la calle Feria, que es hoy por hoy, el más famoso y antiguo de Sevilla todavía en funcionamiento. Está plaza de abastos lleva abierta desde el 1719, ocupando un espacio de la antigua casa – palacio de los marqueses de La Algaba. La calle Feria de Sevilla, no es una calle al uso, es una calle que vertebra un barrio entero y donde actualmente se funde la tradición con la modernidad. El propio mercado es un claro ejemplo de ello, donde subsisten antiguas cuartelas de pescado, frutas, carnes y ultramarinos con los nuevos bares, cervecerias, taperías y gastrobares.

La cata tuvo dos apartados claramente diferenciados, pero con un mismo hilo conductor: El Vino. El primero de un contenido nítidamente teórico fue una exposición sobre los «Orígenes». El origen del Universo, el origen de la vida, el origen del hombre y el origen del vino. Y el segundo apartado se dedico a una extraordinaria cata de vinos producidos en la provincia de Sevilla.

El origen del Universo hace 13.800 millones de años nace con la singularidad inicial conocida como Big Bang o Gran Explosión» y terminó con la creación del sistema Solar y nuestro Planeta hace 4.750 millones de años. Es muy posible que el sistema Tierra – Luna sea el fruto de una colisión entre la primitiva Tierra y un cuerpo del tamaño de Marte. Este modelo del Bin Bang postula que todo el contenido del Universo (materia, energía, tiempo y espacio) aparecen de modo súbito.

El origen de la Vida en nuestro Planeta hace 3.850 millones de años, un origen que parte de un puñado de moléculas gaseosas muy sencillas, formadas por no más de cinco átomos cada una. La genética ha demostrado que todos (animales, plantas, algas y cualquier especie de micro organismo) provienen de un mismo antepasado común, la especie ancestral de la que derivamos se denomina «Ultimo Ancestro Común» LUCA (en inglés). A partir de LUCA se fue produciendo la diferenciación de los tres linajes celulares (Bacterias, Arqueas y Eucariotas). El hombre pertecene al linaje de los eucariotas..

El origen de los humanos; el reloj molecular marca una hora entre 74 y 63 millones de años para el origen de los primates. La emergencia de la familia de los homínidos empieza hace 6 millones de años. Se han propuesto tres géneros distintos para representar al primer homínido: Sahelantropus, Orrorin y Ardipitecus, los tres tienen entre 7 y 5 millones de años. Genéticamente se encuentran precisamente en el momento de la separación de las líneas evolutivas de chimpancés y humanos. El mejor situado para ser considerado el primer homínido es el Ardipitecus. Si es cierto que las especies del genero Australopitecus si pertenecen claramente a los homínidos, con una antigüedad de 4,1 millón de años.

El origen del vino. La vid que corresponde a la familia de las vitaceas, que comenzaron a hacerse patentes en el eoceno (entre 55 y 53 millones de años). Pero los restos de vitis vinefera han sido encontrados en el Pleistoceno (época que comenzó hace 2,5 millones de años. La vitis vinifera domesticada – cultivada – según Patrick McGovern, arqueólogo y experto en la historia del vino, asegura que la vitis vinifera cultivada podría datarse en el 9.000 a.c. y los restos de vino, hasta el momento, más antiguos, entre el 5400 y 5000 a.c., fueron hallados dentro de una jarra en Haiji Firuz Tepe en las montañas de Zagros al norte de Irán.

El segundo apartado fue principalmente práctico; la cata de los seis vinos aportados gentilmente por la Asociación de productores de vinos y licores de la provincia de Sevilla. En este caso fueron vinos de las Bodegas de f. Salado de Umbrete, Bodegas La Margarita de Constantina, Bodegas González Palacios de Lebrija, Bodegas Colonias de Galeón de Cazalla de la Sierra y Bodegas Blanco de Estepa.

La cata también conto con la colaboración de la cervecería Jaleo, un espacio situado en el interior del mercado de la calle Feria, utilizando varias de sus antiguas cuartelas de pescado, hoy reconvenidas en una zona donde degustar las diferentes cervezas artesanales elaboradas por la firma Guadalquebeer, así como distintas tapas de una selecta elaboración.

La cata fue dirigida por el embajador de los vinos andaluces, un reconocido experto y enocomunicador el amigo Fran León, que durante estos últimos años se ha fraguado un auténtico prestigio en el Mundo de los vinos, conocedor de la amplia tipología de los vinos andaluces y en especial de los vinos sevillanos. y con una gran facilidad y rigurosidad a la hora de trasmitir sus conocimientos.

El primer vino a catar fue el «M»  de mosto, un vino joven de la bodega f. Salado. En los meses de invierno en Sevilla es uno de los vinos que mas se consumen. El «Mosto» tanto del Aljarafe, como de la Sierra Norte Sevilla, es un vino fresco, suave, tremendamente afrutado, muy ligero y con una graduación alcohólica alrededor de los 12%.

El siguiente vino que nos presento Fran fue un vino de crianza biológica de bodegas González Palacios de Lebrija, un vino que si estuviéramos en el Marco de Jerez se denominaría Fino o Manzanilla. De un bonito color amarillo pálido, seco, con toques salinos.

A continuación dimos un salto importante en cuanto a la tipología de vinos, pues Fran nos explico con todo lujo de detalles la elaboración de un espumoso sevillano, quizás sea el primer espumoso que se elabora en nuestra provincia. Umbretum, de bodegas f. Salado de la localidad de Umbrete. Un espumoso de la variedad autóctona de Sevilla la garrido fina, de burbujas finas y continuas, aromas a levaduras de pastelería, muy agradable de tomar  y muy expresivo en boca.

Después de un pequeño impase, para enjuagar la boca, pasamos a los tintos, empezando por Zancúo un tinto de bodegas La Margarita de Constantina. Intensidad de color con tonos todavía violáceos. Aromas a fruto negro, tostados, pimienta, nuez moscada y monte bajo. En boca es un vino con volumen, potente y presenta un tanino dulce pero todavía por pulir. Sensación final de equilibrio.

Le siguió otro tinto de la Sierra Norte de Sevilla, el Colonia 40 de la bodega y viñedos Colonias de Galeón de Cazalla de la sierra. Elaborado con las variedades Tempranillo, Merlot, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Garnacha. Con una crianza de 14 meses en barrica usada de roble francés y americano. Color rojo oscuro de capa alta con ribetes violáceos. En nariz recuerdos dulces, caramelo, fruta negra, toques de vainilla y un final balsámico. En boca entrada elegante, golosa pero fresca, con taninos pulidos, buena longitud y con un postgusto equilibrado.

Y la cata se cerró con un vino generoso de Bodegas Blanco en Estepa, un vino oloroso, de color ámbar, con un aroma cálido, especias y frutos secos, con notas tostadas, en boca es seco, sbroso y con mucho cuerpo, con un final también seco y elegante.

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