Para este mes de noviembre viajamos a la tierra que me vio nacer, para recomendaros uno de sus extraordinarios vinos. La Mancha, es esa porción de tierra de la península Ibérica, donde no sólo se encuentra el viñedo mas grande del Mundo, sino también por donde discurre el relato de uno de los mejores libros de la literatura Universal: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Foto: Composición de plaza de Hoya Gonzalo, Guerrero ibero a caballo, vasija necrópolis Los Villares y cepa de garnacha tintorera.
«Tanto alababa el vino que lo ponía por las nubes, aunque no se atrevía a dejarlo mucho en ellas porque no se aguase». Esta es otra de las originales frases con referencia al vino en la no menos original obra de Cervantes; Don Quijote de la Mancha. Sin duda, ese vino que tanto alababa era manchego, unos vinos cargados de historia.
Una historia que quizás comenzó con los Iberos, como así demuestran los restos arqueológicos hallados en la necrópolis de los Villares en el término municipal de Hoya Gonzalo (Albacete). datada a principios del siglo V a.c. En esos banquetes funerarios tan característicos de la cultura ibera ya se bebía el vino de la comarca de Almansa, vinos tintos, recios, con cuerpo, vinos heroicos como este guerrero a caballo y como el vino que recomendamos para este mes de noviembre.
La Atalaya del Camino. 2021; La Garnacha tintorera y Monastrell utilizadas para elaborar este vino proceden de viñedos de la zona de Almansa, ubicados entre 700 y 1.000 metros de altitud y plantados en suelos arenosos con una alta concentración caliza en su base, con una edad comprendida entre los 30 y los 45 años. En depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, comienza el proceso de maceración-fermentación y una vez finalizado, el vino se trasiega a barrica para su envejecimiento, crianza en barricas de roble francés.
La Garnacha Tintorera; es una variedad española de características muy similares a la Alicante Bouschet, aunque hay autores que las consideran iguales. Hoy aparece en mayor cantidad en Orense y Albacete, y en proporciones inferiores en Alicante, Pontevedra, Huesca y Valencia. Sea una u otra o la misma, lo cierto es que en estas tierras se ha utilizado normalmente en la elaboración de tintos, al tener la pulpa de la baya bastante coloreada. Dan vinos de mucho color y extracto seco destinados a mezclas. Las mayores esperanzas para la obtención de vinos interesantes se centran actualmente en la Denominación de Origen Almansa, en la provincia de Albacete.
La Monastrell; La reina del levante español (Alicante, Jumilla, Yecla, Bullas, Almansa). Es la Morvedre francesa, que debe ese nombre a los otrora famosos vinos de Murviedro (Sagunto) y de moda en los vinos australianos. Vinos de intenso color, tostado con ribetes pardo violáceos. Sabor dulzón, ricos en grado y con cuerpo, de aroma bastante poco pronunciado. Es una cepa sufrida y resistente, capaz de resistir sequías y heladas extremas. Plantada en zonas elevadas y tratada con esmero, produce vinos de una calidad desconocida hasta la fecha. Da unos vinos ricos en alcohol, muy pigmentados, ásperos en juventud por lo que necesitan años de crianza.
La Atalaya del camino. 2021; Es de color picota cubierto. En nariz muy aromático, fresco y afrutado con apuntes maduros, zarzamora, hierbas aromáticas y notas florales. Y en boca; Elegante, frutal, buenos taninos llenos de potencia aunque sin hacer perder frescura al vino, con un postgusto persistente.
Bodega Atalaya; La familia Gil apostó en el año 2007 por Almansa con el objetivo de dar a conocer al gran público esta denominación de origen poco conocida. Ubicada a un paso del Mediterráneo, se trata de una zona que mantiene aún la influencia continental por estar situada en la provincia de Albacete, en la zona de tránsito entre la meseta castellana y el mar Mediterráneo.
La primera cosecha de la bodega se remonta a dos añadas anteriores a la compra por la familia Gil. En aquella época Atalaya pertenecía al albaceteño Pepe Sáez. Desde entonces se ha ido avanzando en las instalaciones e investigando con las variedades Garnacha tintorera y Monastrell, hasta dar forma a la actual gama de productos que reflejan el carácter y la personalidad de la tierra y estas uvas autóctonas de Almansa.
Bodegas Atalaya mantiene así la impronta que el grupo Gil Family Estates quiere reflejar en todos los vinos de su portfolio, mostrando la esencia más genuina de las áreas vitícolas de donde proceden. Tanto las instalaciones de la bodega como parte de los viñedos de la propiedad se encuentran a unos 2 kilómetros al norte de Almansa, en suelos fundamentalmente calizos. Los viñedos en propiedad ocupan unas 25 hectáreas y los alquilados unas 35 más, pero todos se mima la calidad de la uva controlando el rendimiento de las cepas.