JAZZ

Disco del Mes-Abril 2015 : «The Centennial Collection» de Billie Holiday.

billieAunque suene a tópico, cualquier disco de la prolífica carrera de la excepcional cantante de jazz Billie Holiday es bueno para el aficionado. Lady Day, como la llamaban sus compañeros en señal de respeto, llevó el jazz vocal a las más altas cotas de esta música y su principal cualidad, además de tener un timbre de voz inigualable por expresivo, fue que su voz sonaba en cualquier circunstancia y con cualquier grupo, como un instrumento más en el escenario.

Cualquier etapa artística en la prolífica carrera de Billie Holiday es digna de estar entre los mejores registros del jazz vocal de la historia; desde sus comienzos con las orquestas de Teddy Wilson o la suya propia (Billie Holiday and his Orchestra), como sus etapas con la Columbia primero, donde dejó algunas obras maestras insuperables al lado de su alter ego musical, el saxofonista Lester Young, como posteriormente sus grabaciones para el selecto y pequeño sello «Commodore Records», con su extraordinario e inmortal canción «Strange Fruits», un manifiesto antiracista que pone los pelos de punta cuando se escucha; La DECCA Records representada por un impresionante «Lover Man» millones de veces versionadas por músicos de todo el mundo, incluido la excepcional versión de Charlie Parker, y posteriormente su etapa quizás más conocida por el aficionado con el sello del productor Norman Granz, que fueron por este orden, los de Clef Records, Norgranz, después y por último el sello Verve.

En los anaqueles de esas discográficas está recogida de manera exhaustiva la evolución de una cantante que rompió moldes a la hora de cantar el jazz, porque supo mantener la fuerza expresiva en el canto jazzístico de las grandes cantantes de blues como Bessie Smith, y darle su personalísimo timbre de voz y su impresionante forma de cantar que la hizo inmortal para siempre.

Sony Records, la heredera de los derechos de la primitiva Columbia-CBS, ha sacado un muy buen recopilatorio de la cantante que marcó el camino del jazz vocal para siempre. Y este recopilatorio recoge 20 tomas de la primera etapa de Billie Holiday, aquella menos conocida pero imprescindible para conocer los orígenes musicales de una cantante que lo mismo brillaba en una gran orquesta como en un pequeño club de New York.

La artista de Baltimore nació un 7 de Abril de 1915, y este disco que traemos a nuestra sección de «Disco Recomendado» del mes de Apoloybaco, es nuestro homenaje a Billie Holiday. Una cantante de jazz que nació ahora hace 100 años y que un siglo después sigue viva a través de su inmortal voz para todos los aficionados al jazz del mundo.

LOS MÚSICOS TEMAS FICHA TÉCNICA
Billie Holiday with Teddy Wilson And His Orchestra 1, 2, 6, 7 , 8, 9 y 17. Sello discográfico: SONY LEGACY
Billie Holiday & Her Orchestra 3, 4, 5, 10, 11, 12, 13, 14 y 16. Número de serie: B00S7E1V7W
Billie Holiday With Eddie Heywood And His Orchestra 15 Fecha de grabación: 1930-1939
Billie Holiday Small Combos 18, 19 y 20. Lugar de grabación: New York


OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE BILLIE HOLIDAY

The Quintessential Billie Holiday, volúmes 1 & 9

The Complete Commodore record

The Complete American Decca recording

The Complete Billie Holiday on Verve.

Todas las etapas de la carrera de Billie Holiday poseen un extraordinario interés. Una inmejorable aproximación a su arte vocal entre los años 1933 y 1942, (conocido como el periodo Columbia) se encuentra en esta excepcional serie de nueve volúmenes editados bajo el nombre genérico de: «The Quintessential Billie Holiday». De estos nueve volúmenes, hay dos que destacan por encima de los demás, el tercero que presentamos como disco del mes de Agosto de 2005 y el cuarto, ambos en seria competencia entre ellos y los dos absolutamente imprescindibles.

La primera son estas sesiones para un modestísimo, pero selecto sello de jazz de principios de los años treinta «Commodore Records» propiedad de Mit Gabler, donde ya Billie canta para gloria del jazz, las primeras obras maestras de su carrera, entre ellas, el estremecedor blues con el que canta la visión de un negro colgado de un árbol, ahorcado por el Ku-Ku-Klan: «Strange Fruits». Las grabaciones, realizadas entre 1939 y 1944, inmediatamente detrás del periodo Columbia que presentamos en nuestro disco del mes, constituyen la consolidación definitiva de la cantante y un cambio de orientación evidente que queda de manifiesto cuando se analiza la calidad de la piezas cantadas, firmadas por los mejores compositores americanos. Harold Arlen, George Gershwin o Jerome Kern. Imprescindible.

Quizás la integral de las grabaciones de Billie Holiday, para la «American Decca Recording» sean las de mayor irregularidad en su desarrollo. Dos compactos lujosamente editados por GRP, recoge las grabaciones de Billie Holiday para la DECCA entre 1944 y 1950. No obstante éste periodo se caracteriza por los grandes éxitos comerciales de las canciones de Billie Holiday. Y si hay algunos temas que destacar, están sin ninguno genero de dudas, dos obras maestras absolutas y que justifican por si solas la escucha del disco, el extraordinario «Don’t Explain» y el impresionante «Lover Man» dos blues cantados como nadie lo ha hecho jamás en el jazz vocal.

Ésta integral de 10 discos compactos de las grabaciones realizadas por Billie Holiday para el sello Verve entre 1945 y 1959, está considerado por muchos especialistas, críticos y aficionados, la etapa mas rica de la carrera de Billie Holiday. Norman Granz, el productor de Verve, procuró que la cantante siempre tuviera el complemento adecuado con los solistas de la casa. Junto a Ben Webster, Roy Eldridge, Oscar Peterson, o Harry Sweets Edison, Billie Holiday se explaya sacando sus recursos vocales que la experiencia le había dado y a pesar del evidente quebranto del timbre que le había sido caracterizado, consigue unos momentos sublimes. Muchos de los discos recogidos en esta integral, han sido editados individualmente por el sello, haciendo mas fácil para el aficionado constatar sus cualidades. Por destacar uno de ellos, el impresionante concierto celebrado en el Carnegie Hall de New York el 10 de Noviembre de 1956. Absolutamente imprescindible.

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BILLIE HOLIDAY

Entre las voces femeninas del jazz, la de Billie Holiday (1915-1959), constituye un caso singular por lo azaroso de su vida contada por ella misma en su famosa autobiografía titulada: «Lady Sings The Blues». En ella, Billie Holiday relata como fue su vida desde la misma infancia: violación, acusaciones de prostitución, reformatorios, alcohol, drogas, racismo, cargos por tráfico de estupefacientes, cárcel, inhabilitación para cantar y, por último, la muerte.

Eleanora Fagan, que así se llamaba en realidad, nació en el gueto negro de Baltimore y su padre, Clarence Holiday tocaba la guitarra y el banjo en la banda de Fletcher Henderson. Se interesó por la música a los diez años influenciada por Bessie Smith y Louis Armstrong, cuando los escuchaba en el gramófono de su casa a ambos.
En 1930, recorriendo Harlem en busca de trabajo, entra en un pequeño club que se llamaba: «Pod’s and Jerry’s» situado en la Calle 133, ofreciéndose como bailarina. El resultado de la prueba es un desastre y a instancias del pianista se atreve a cantar. Cuando canta «Trav’lin All Alone», las conversaciones en el bar se paran y ahí empieza todo. En 1933, John Hammond, productor musical va a oírla cantar en el club «Log Cabin» y maravillado, habla con Benny Goodman quien el 27 de noviembre de aquel año le abre para toda la vida las puertas de un estudio de grabación.

Con Goodman, permanece poco tiempo y empieza a cantar en clubes mas importantes. Actúa en el famoso «Apollo Theatre» y es contratada por Joe Glaser, el manager de Louis Armstrong. En 1935 aparece cantando con la orquesta de Duke Ellington en la película «Simphony in Black» e inicia una larga y fructífera relación musical con el pianista Teddy Wilson en el sello Columbia. Con Wilson graba cerca de un centenar de canciones y junto a ella tocan los grandes solistas de la época: Ben Webster, Johnny Hodges, Bunny Berigan, Roy Eldridge y sobre todo, Lester Young, con quien alcanzaría una simbiosis creativa del que se encuentran pocos ejemplos en la historia del jazz.

También cantó en la orquesta de Count Basie en 1937 y en 1938 con Artie Shaw, pero el mundo de las grandes orquestas no era el suyo y sus experiencias como vocalista de bigband entre 1936 y 1938 no le dejaron grandes recuerdos. Holiday, se transformó en una estrella de los escenarios de los clubes de New York a principios de los 40, y consigue un contrato de larga duración en el famoso club del Greenwich Village, el «Café Society», regentado por el judío, Barney Josephson, antirracista y de ideas claramente progresistas. Billie tenía solo veinticuatro años y ya era una cantante objeto de culto entre sus seguidores.

En 1943, ganó por primera vez la encuesta de críticos organizada por la revista «Esquire» por delante de Mildred Bailey y de Ella Fitzgerald y al año siguiente grababa para el pequeño, pero selecto sello Commodore, una serie de temas magníficos entre los que destaca su emblemático «Strange Fruit» un alegato antirracista demoledor y el maravilloso «Fine and Mellow» un hermoso blues. En 1945, se casó con el trompetista, Joe Guy, también adicto a la heroína y en agosto de ese año, grabó la versión de referencia del tema «Don’t Explain» uno de sus canciones mas hermosas. 1946 la vio participar en un concierto en el teatro neoyorquino Town Hall y la aparición en una película junto a Louis Armstrong, titulada, «New Orleáns», interpretando el papel de una sirvienta.

Sin embargo, la historia de su vida va cuesta abajo a partir de 1950. Cantó en Chicago con Miles Davis y se reencontró con Lester Young en Philadelphia. Norman Granz la contrató para su sello discográfico y también la incluyó en las giras del JATP y en 1953, viajó por primera vez a Europa. A su regreso, ingresó voluntariamente en una clínica para intentar rehacer su vida y tuvo una efímera recuperación que aprovechó para reaparecer en un capitulo televiso dedicada a las «Siete Artes» de la CBS titulada «The Sound of Jazz». El memorable y estremecedor «Fine and Mellow» que cantó acompañada de Lester Young puede considerarse un hito en la historia del jazz. El álbum de 1958, «Lady in Satin», encontró a la artista de 43 años de edad haciendo grandes esfuerzos para cantar como en los mejores tiempos, y al año siguiente falleció. Cuatro meses antes, lo había hecho su admirado Lester Young.

Su muerte pareció una cruel burla del destino; moribunda e inconsciente en la cama del hospital, la policía intentó esposarla acusada de consumir heroína mientras agonizaba.

Temas

Duración

What a Little Moonlight Can Do 2,56
These Foolish Things (Remind Me of You) 3,18
Summertime 2,53
Billie’s Blues 2,39
I’ve got my love to keep me warm 3,02
Why Was I Born? 2,50
I Must Have That Man 2,55
I’ll Get By (As Long As I Have You) 3,07
Mean to Me 3,07
When a Woman Loves a Man 2,23
You Go to My Head 2,52
The Very Thought of You 2,45
I Can’t Get Started 2,47
Them There Eyes 2,48
All of Me 3,01
God Bless the Child 2,55
Gloomy Sunday 3,11
Strange Fruit (1939 Single version) 3,11
Fine and Mellow 3,14
Lover Man (Oh, Where Can You Be) (Single Version) 3,16
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