JAZZ

Disco del Mes-Agosto 2015 : «Piano in the Foreground», de Duke Ellington.

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Duke Ellington tuvo un valor preeminente en el jazz y forma parte junto a Louis Armstrong, Charlie Parker, Charles Mingus y Miles Davis de ese repóquer de músicos geniales y legendarios que nos dejó el jazz de manera intemporal. Si bien para el gran público el Ellington más conocido es el que asombró al mundo con su orquesta desde sus inicios en el famoso Cotton Club de Harlem, hay otra faceta menos conocida de Duke Ellington y que sin embargo es tan extraordinaria y fructífera como la anterior; nos estamos refiriendo al Ellington pianista, un perfecto desconocido para el público en general.

Afortunadamente hay muchísimos testimonios grabados que muestran en todo su esplendor al maestro con las 88 teclas del piano ejecutando los acordes dentro de su orquesta y demostrando su enorme categoría de compositor e improvisador, pero no son tantos los discos de Duke Ellington al piano en solitario, en dúo o trío. No fue hasta 1953, casi veinte años después de sus actuaciones en el Cotton Club, cuando Ellington graba su primer disco de piano jazz. El título fue, «Piano Reflections» y ahí, Ellington nos enseña de sopetón su enorme sabiduría en sus conceptos en el piano de jazz.

Nueve años más tarde, en Septiembre de 1962 y pasada la era del swing y la época de las grandes orquestas, Duke Ellington graba en trío junto al baterista Max Roach y el contrabajista Charles Mingus, una de las joyas del piano de jazz de todos los tiempos. «Money Jungle», que así es su título, está considerado como uno de los discos más influyentes de piano jazz de todos los tiempos y aquellos tres creadores geniales consiguen con su música, dejando atrás su propio ego, algo que no resultó fácil con el carácter de Mingus un disco redondo, brillante y tremendamente actual a pesar de que han transcurrido más de medio siglo desde su grabación. Todavía hoy decenas de músicos se siguen inspirando en lo que aquella grabación reflejó.

El disco que traemos este mes de Agosto de 2015 a nuestra sección de «Disco Recomendado» de Apoloybaco, es otro trabajo excepcional de Duke Ellington al piano y también en formato de trío, esta vez con Aaron Bell al contrabajo y Sam Woodyard a la batería. A diferencia de «Money Jungle» que se grabó un años después, «Piano in the Foreground» es un disco mucho más reconocible y cercano a la línea del piano reflexivo de Ellington, y con una sección rítmica menos «free» que la formada por Mingus y Roach. La discreción y elegancia del contrabajo de Aaron Bell en sus «conversaciones» de tú a tú con el piano de Ellington y la veteranía de Sam Woodyard a la batería, junto con la acertada elección de los temas por parte de Duke Ellington, escogiendo algunas piezas poco conocidas de su repertorio y algunos standards clásicos, le permite desplegar con sabiduría y maestría, todo su arte y genialidad al piano.

«Piano in the Foreground» es una pequeña obra maestra, casi desconocida del maestro Duke Ellington, y que desde Apoloybaco te invitamos a que la conozcas. Te sorprenderá la capacidad de Ellington en su faceta solista de pianista de categoría y también su faceta «afroamericana»” en el tema «Con-go». Años después esa misma idea fue aprovechada de manera extraordinaria por uno de los grandes admiradores de Duke Ellington, el pianista Randy Weston.

 

LOS MÚSICOS LOS INSTRUMENTOS FICHA TÉCNICA
Aaron Bell Contrabajo Sello discográfico: CBS
Sam Woodyar Batería Número de serie: CBS 465638 2
Duke Ellington Piano, composición y líder. Fecha de grabación: 1961
Lugar de grabación: Hollywood
Calificación: 5* sobre 5


OTROS DISCOS RECOMENDADOS DE DUKE ELLINGTON A PIANO.

PIANO REFLECTIONS

SOLOS, DUETS AND TRÍOS.

MONEY JUNGLE

«Piano Reflections», fue el primer disco importante en el que podemos disfrutar del Ellington pianista. Se grabó en 1953 y muestra al maestro Duke Ellington fuera del contexto de su orquesta pero sin renunciar ni a su estilo «jungle» ni a su enorme capacidad de improvisación.

Este CD muestra a Duke Ellington el pianista en varias fórmulas al piano: solos, duos y tríos. Destacan sus famosos duetos con Billy Strayhorn, su alma máter, y algunos solos de piano grabados en su primera época (1932-1941) cuando estaba al frente de su orquesta. También está la reunión con Earl Hines en 1965 y los cuatro dúos ( más cinco tomas alternativas ) grabadas con Jimmy Blanton, el primer solista de contrabajo importante en la historia del jazz.

Ya en la década de los sesenta Duke Ellington, cada vez con más frecuencia, volvía a componer al piano y este disco es único en su género. Ellington graba aquí de nuevo en trío, pero en vez de usar, como de costumbre, al bajista y al percusionista de su orquesta, entra en el estudio flanqueado por dos de los mas grandes maestros rítmicos del jazz moderno: Charlie Mingus al contrabajo y Max Roach a la batería. Entre los tres músicos se establecerá una comunicación casi mágica y los diálogos a tres voces sobre composiciones de Ellington son además de sorprendentes, extraordinarias. Un disco absolutamente imprescindible.

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DUKE ELLINGTON

DUKE-ELLINGTON

Duke Ellington

Edward Kennedy «Duke» Ellington, nació en el seno de una familia que nunca pasó necesidades económicas ya que su padre era mayordomo de una casa de gente adinerada y su madre procedía de una familia negra acomodada. Recibió además de una excelente educación burguesa un porte de elegancia aristocrática que llevaría durante toda su vida, de ahí el apodo de «Duke» (Duque) que le pusieron sus amigos. Su educación musical empezó con el piano de su madre y aunque recibe clases de dos profesores, todavía tardaría bastante tiempo en aprender a leer música. En 1919 abandona los estudios de diseño y decoración, decide casarse con con una amiga de la infancia y busca en la música su profesión.

Es en 1921 cuando Duke Ellington, forma su primer y propio grupo con músicos locales al que llamaría «The Duke’s Serenaders» primero y luego los famosos «The Washingtonians» con Elmer Snowden, como responsable de la banda. En 1923, deciden dar el salto a New York y la experiencia no es muy positiva pero logran tocar durante algunas semanas en la banda de Wilbur Sweatman, que actuaba en el «Lafayette Theatre». Tras algunas idas y venidas de Washington a la Gran Manzana, consiguen un contrato en el club «Hollywood» donde una noche los escucha tocar Bix Beiderbecke quien observa con gran atención el sonido de la sordina «wa-wa» que producen el trompetista, Bubber Miley y el trombonista, Charlie Irvis. Ese particular sonido sería decisivo en la elaboración del discurso musical de Duke Ellington.

En 1924, con los conocimientos musicales muy perfeccionados, la WHN, una emisora de radio local transmite el show desde el Hollywood club que ahora ha cambiado de nombre y se llama «Kentucky Club». la banda comienza a ser conocida y empiezan a salirle contratos en otras ciudades cercanas a New York. Entre 1924 y 1926 se incorporan a la banda músicos decisivos en la orquesta de Ellington, entre ellos, temporalmente el clarinetista, Sidney Bechet y el saxo barítono, Harry Carney, el primer gran especialista de ese instrumento en la historia del jazz y que permanecerá con Ellington toda su vida. Esta es la orquesta que en 1927, con una sólida formación, bien rodada y con sonido propio, daría el gran salto a la fama cuando fueron contratados para tocar en el «Cotton Club» de Harlem, un local regentado por el gangster, Owney Madden, desde 1923 y que se había puesto de moda en New York hasta el punto que era frecuentado por publico exclusivamente blanco, gente de dinero y de la alta sociedad neoyorquina. Allí estuvo cuatro años y cuando salió en 1931, estaba recubierto de gloria.

Entre 1927 y 1945, después de crear para el jazz el «Jungle Style» Duke Ellington y su orquesta alcanzan en este periodo la cumbre de su madurez artística y creativa. La orquesta de Duke Ellington en los años cuarenta  era sin duda la que poseía los mejores solistas y los instrumentistas mas virtuosos de la época y la revista Down Beat le situó en varias ocasiones por refrendo popular por encima incluso de la de Benny Goodman. Tras el declive de las bigbands, Ellington, fue el único líder de orquesta que nunca disolvió la suya. A falta de contratos pagaba a sus músicos con los dineros ingresados por sus derechos de autor y utilizaba su orquesta para componer con ella y oír su música. Pero algunos de sus solistas se marcharon entre finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta para iniciar sus carreras en solitario. A la marcha de Ben Webster, Barney Bigard, Tizol y otros, se unió una definitiva en 1951, la de su amigo, Johnny Hodges. La prensa que antes no le escatimaba elogios, anunciaba casi a diario la desaparición de la orquesta.

En 1955 vuelve  a la banda Johnny Hodges y Ellington respira aliviado y entran en nomina una serie de músicos que darían todavía mucho juego al sonido Ellington. Entre las incorporaciones mas sonadas, están los saxofonistas, Paul Gonsalves y Jimmy Hamilton, el clarinetista, Russell Procope, el trombonista, Quenti Jackson, y los trompetistas, Cat Anderson y Clark Terry. Con estos músicos y cierto escepticismo, Ellington es invitado a actuar en el Festival de Jazz de Newport de 1956. Lo que pasó aquella noche está escrito en los anales del jazz. Duke Ellington, sacó de su chistera creativa dos temas compuestos en 1937, «Diminuendo in Blue» y «Crescendo in blue» y decidió encima del escenario servirlos unidos, separándolos simplemente con un interludio a cargo de Gonsalves. Y ahí se produjo el milagro. Los arrolladores veintisiete «chorus» seguidos de jazz puro y duro que improvisó el saxofonista, empujado por una rítmica ejemplar le dieron la vuelta al historia. Las sillas volaban por encima de las cabezas de los atónitos y rugientes espectadores y a la mañana siguiente toda la prensa anunciaba en grandes titulares «Ellington ha vuelto»

A partir de ahí comenzaron las giras, los conciertos por todo el mundo, los discos grabados y en los últimos diez años de su vida se dedico a componer suites y conciertos sacros y su vida se apagó cuando el 24 de mayo de 1974 un cáncer terminó con su vida. Ellington ocupa para siempre, el trono de los mas grandes creadores del jazz junto a Louis Armstrong y Charlie Parker, y es sin duda alguna uno de los mas grandes compositores del Siglo XX cualquiera que sea la música que se considere y su legado es una herencia cultural que permanecerá siempre entre nosotros.

Temas

Duración

I can’t get started. 4,22
Con-go.  4,15
Body and Soul. 4,47
Blues for Jerry. 4,37
Fontainebleau forest.  2,51
Summertime.  3,50
It’s bad to be forgotten.  3,20
A hundred dreams ago.  2,25
Peadin’ for love.  4,32
Springtime in África.  1,47
Lotus Blossom.  3,45
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