GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Benacazón.

 

Benacazón, es uno de los pueblos de nuestra ruta gastronómica en la comarca del Aljarafe sevillano, en el que podemos decir que arte, mosto y gastronomía se unen para brindarnos una estupenda mañana de sábado, recorriendo sus calles y plazas, y disfrutando de la amabilidad y hospitalidad de los benacazoneros. Situada al Oeste de la provincia de Sevilla y a unos 23 km. de la capital, es uno de los municipios aljarafeños ubicados a mayor altitud; 120 metros sobre el nivel del mar. Los romanos fueron sus fundadores, aunque el origen de su actual nombre se debe a la época musulmana, cuando algún árabe principal afincado en la que entonces era aldea la denominó «Ben-a-casum».

Deambular por Benacazón, llamada también en época de Fernando III, «Celada», buscando sus mesones y bodegas es una buena excusa para adentrarse en su Iglesia de Santa María de las Nieves para disfrutar de su singular retablo sin dorar, obra de Juan Martínez Montañés, de 1618, o en la capilla de la Soledad antiguo Hospital de la sangre para admirar su virgen de la Soledad, atribuida a la escuela de la Roldana, o en la capilla de la Vera Cruz, donde se encuentra el «Retablito», un San Juan niño del llamado Lisipo andaluz, Juan Martínez Montañés, es una auténtica gozada, vino y arte, arte y vino, una proposición axiomática.

En la C/ Carpio, 11 se encuentra la singular Bodega de Don José Morales Ortiz, no es una bodega que se ajuste a los cánones típicos; la entrada es una barbería pues nuestro amigo José es barbero por tradición y vocación, su padre también lo fue. En las dependencias interiores tiene 22 botas de entre 16 y 25 arrobas donde fermenta el zumo de uva hasta convertirse en Mosto.

Aquí sus parroquianos traen las «tapitas» y él pone el vino. Pero para los más allegados tiene un lugar especial, su particular «Sacristía», un rincón encantador repleto de barriles con buen mosto y un vino dulce que el mismo elabora a base de arrope y mosto especial. Los barriles tienen los nombres de su familia: Dulce Dolores (su mujer); Andrea (su madre); Dulce Manuel (su hijo), el que al parecer continuara con está tradición bodeguera.

Otros rincones gastronómicos y donde siempre suele haber buen mosto, son la Bodega bar «La Sillera» situada en la C/ Carpio, 56, regentada desde hace 40 años por Don Francisco Garrido Gutiérrez y su hijo Juan. Es un lugar acogedor para saborear su estupendo Mosto, mientras se comparte un agradable rato de charla con los amigos y conocidos. Mosto que fermenta durante 45 días aproximadamente en los 60 bocoyes que poseen, con una antigüedad media de 25 años.

Y no podemos olvidarnos de La Bodega «El Titi» ubicada en la C/Huelva, es una de las pocas bodegas que tiene viñedos propios de la variedad zalema, cepas que cuidan con esmero y la sabiduría del viticultor aljarafeño, para elaborar un delicioso Mosto, que bien acompañado por un excelente jamón de la zona, unos chicharrones de pueblo o las siempre extraordinarias chacinas nos sabrá a gloria. Curiosamente, en Toledo existe un bello palacio de portada mudéjar, que toma el nombre de Benacazón (foto de la izquierda).

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