GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Cazalla de la Sierra.

 

RESTAURANTE AGUSTINA. Plaza del Concejo, s/n. 
RESTAURANTE CORTIJO VISTALEGRE. Carretera del Judi, Km 0,5. 
RESTAURANTE JULIA Y LUCÍA. Paseo del Moro, 46. 
PALACIO DE SAN BENITO. Paseo del Moro, s/n. 
HOTEL POSADA DEL MORO. Paseo del Moro, 46. 
CASA KINI. Plaza de Juan Carlos I, 12. 
BAR PACHECO. Calle Llana, 9. 
MESÓN LA BOLERA. Plaza del Doctor Manuel Nosea. 
BODEGA GRANADOS. Calle Velarde, 6
Relación calidad -precio:
  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Cazalla de la Sierra es uno de esos pueblos sevillanos con pedigrí que es necesario visitar con frecuencia. Ya en el paleolítico medio o superior es probable que en determinados asentamientos de lo que hoy es el termino municipal de Cazalla fuese habitado por el hombre. El gran templo de la prehistoria cazallera es la Cueva Chica de Santiago donde se encontraron restos de material cerámico, lítico y óseo. En 1965 se descubre en la zona denominada «Dehesa del Valle» junto al Pantano del Pintado, un gran megalito y dentro del dolmen, se encontraron restos de varios esqueletos. El paso de las distintas civilizaciones han ido dejando en Cazalla una importante arquitectura civil o religiosa entre las que destacan un edificio de singular belleza y de enorme interés arquitectónico. Estamos hablando de la Iglesia Parroquial Ntª Sra. de la Consolación, adosada a una puerta de las antiguas murallas almohades. Singular es también el Monasterio de la Cartuja de la Inmaculada Concepción, edificado por los monjes de la orden de San Bruno y filial del de Santa María de las Cuevas de Sevilla.

Si Cazalla tiene de por si encanto suficiente desde el punto de vista arquitectónico para ser visitada, su gastronomía no se queda atrás. Empezamos nuestra ruta gastronómica por el Palacio de San Benito, convertido en Casa Rural aprovechando el convento del mismo nombre y donde el alojamiento y la gastronomía es un placer irrepetible. En su interior se esconde celosamente un mundo especialmente construido para el relax corporal, el sosiego espiritual y los placeres gastronómicos. Casi a tiro de piedra del Palacio de San Benito, se encuentra en el paraje denominado de «El Moro», y allí se alza uno de los enclaves gastronómicos más importantes de toda la Sierra Norte de Sevilla. Nos referimos al Hostal Posada del Moro, un lugar pensado y construido para hacer de vuestra estancia en Cazalla un recuerdo inolvidable. En sus fogones priman las carnes de la sierra, la perdiz estofada, las setas de temporada, y especialmente recomendable fue probar un excelente chivito y un magnifico cochinillo, ambos hechos al horno.

Es hora de señalar que Cazalla de la Sierra tiene una larga tradición vinícola y enológica que tuvo su apogeo durante los siglos XV y XVI. No en balde son famosos en toda España sus destilerías de aguardientes y anisados que desde entonces toma el topónimo de su población «El Cazalla». Hoy todavía se sigue produciendo en las bodegas el mismo producto de calidad que antaño, siendo las marcas «El Clavel» y «Miura» las de más renombre.Pero no solo de aguardiente vive Cazalla de la Sierra en materia enológica. Desde hace cerca de una década unos bodegueros intrépidos, Julián Navarro y Elena Viguera, vienen desarrollando en los parajes denominados «Colonias de Galeón», en la carretera antigua que unía el pueblo con Almadén de las Plata unas viñas de calidad con las variedades de Cabernet Franc, que es la mayoritaria seguida de la Syrah, Tempranillo, Chardonnay, Merlot, Pinor Noir y Cabernet Sauvignon.

Los vinos de Colonias de Galeón empiezan a dar sus frutos y la calidad de sus viñedos empieza a ser reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras. Con el máximo respeto al ecosistema de la zona, y poniendo en practica una agricultura ecológica certificada por el Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (C.A.A.E), se elaboran vinos de calidad como el Robles, un tinto envejecido durante 10 meses en barricas nuevas de roble americano; o el extraordinario chardonnay OCNOS, cuya añada de 2006 fue premiada con el ecoracimo de plata en la feria del sector celebrada en Córdoba en los últimos meses de 2007.

Como corresponde a un pueblo con tradición y solera, Cazalla de la Sierra posee el típico casino donde los parroquianos, ahora sin necesidad de ser pudientes, entretienen su tiempo alrededor de una mesa de juego y entre partida y partida, degustar en una magnifica barra unas excelente tapas donde los productos de la sierra, carnes, hortalizas, chacinas y verduras, compiten en buena lid con el pescado frito o el marisco traído desde la capital.

En pleno centro de Cazalla, en la Plazuela  se abre otro bar de tapas muy popular en el pueblo. Hablamos del Bar Los Mellis, un sitio donde las tapas y guisos caseros son un reclamo perfecto para degustar los platos típicos de esta localidad serrana. Platos relacionados on la caza, como las caldereta de jabalí o venado, otros como las setas recogidas expresamente en temporada en los montes y bosques cercanos también se sirven en el Bar La Gallina. El sitio ideal para degustar las setas en Cazalla, es sin duda la Bodega Granados, en el nº 6 de la calle Velarde. Decorada rústicamente y con un estilo muy de pueblo, la bodega conserva una fiel clientela que acude para saborear uno de los productos con más tirón de la serranía sevillana. Las setas solo se sirven recién cogidas y cuando estamos en plena temporada de recolección. Y por último, referirnos, a dos enclaves gastronómicos de prestigio, no sólo en Cazalla, sino de toda la provincia sevillana. Nos referrimos, al Restaurante-Cortijo Vistalegre, y al Restaurante Agustina. De visita obligada ambos.

 

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