GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Huévar del Aljarafe.

KIOSKO DE ROGELIO O BAR EL FRENAZO. Plaza de los Cazadores s/n. 
BODEGA «EL PELAO». 
CASA ARCADITO. 
BAR LA PEPA. Calle de la Fuente, 19. 
PEÑA SEVILLISTA DE HUÉVAR. Calle José y Felipe Acuña
  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Huévar del Aljarafe, es un histórico pueblo localizado en la cuenca del río Guadiamar, en el extremo occidental de la provincia de Sevilla, a 32 km. de su capital y situado a 75 metros sobre el nivel del mar. Su actual nombre deriva del apellido del jeque árabe «Alí-Al-Huevar». Huévar, antiguo asentamiento turdetano denominado «Erbas», fue colonizada por los romanos donde debieron edificar un campamento militar (castra) y un enclave agrícola dedicado al cultivo de la trilogía mediterránea: Olivar, cereales y viñas.

Con la llegada de los visigodos se produjo cierta decadencia que con el dominio musulmán volvió a recuperar. Cuando se llega a Huévar, lo más recomendable es dirigirse a lo más alto del pueblo donde encontraremos la Iglesia parroquial de la Asunción, una hermosa edificación del siglo XV y disfrutar en su interior de las imágenes y pinturas de los siglos XVI, XVII y XVIII, donde destaca la talla del Niño Jesús, de Martínez Montañés. Muy cerca está la Hacienda de La Motilla, con su antiguo molino de aceite árabe que continúa funcionando a la vieja usanza, para producir un purísimo aceite. Y después, después hay que dejar que nuestros pies nos guíen en busca del excelente Mosto huevereño

En Huévar, como en muchos otros pueblos de la comarca se han desmontado muchas cepas, pero afortunadamente aún quedan viñedos, viejas y nuevas vides, principalmente de la variedad Zalema, Garrido y Pedro Ximénez, que garantizan la continuidad de la tradición viticultora de la zona. Que en su mayoría son propiedad de Bodegas Salado. En la Plaza de los Cazadores se encuentra el kiosco de Don Rogelio Barrera Fernández, conocido como Bar «El Frenazo» un lugar tranquilo donde saborear y comprar un estupendo Mosto, acompañado de unas excelentes aceitunas moradas.

Calle abajo, también nos encontraremos con las bodegas de «El Pelao» y «Casa Arcadito», en ambas abundan las tapas propias de esta zona, destacando el menudo de cerdo con garbanzos, las migas en invierno y las chacinas ibéricas. No se vayan de Huévar, sin probar el plato típico del pueblo: la caldereta de borrego o la popular «comida colorá» (potaje de garbanzos con pringá de carne, morcilla y tocino), migas, tostón con sardinas y también el Bolo (modalidad de salmorejo que era costumbre preparar tras la jornada de trabajo con el gazpacho sobrante e ingredientes muy variados – aceite, uvas, naranja, huevo duro, melón, pescado).

 

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