GASTRONOMÍA

El tapeo en los pueblos de Sevilla: La Puebla del Río.

 

Casa Paco.  Aldea de Colina, s/n.
Arco de Colina.  Aldea de Colina, s/n.
Manuel Manriqueño.  Aldea de Colina, s/n.
Venta El Cruce.  Carretera Puebla del Río a Isla Mayor.
Asador El Rezón.  Plaza de Blas Infante, 1.
Bodega La Labranza.  Calle Sol, 11.
Bar El Garrotá.  Calle Manuel Fernández, 99.
Taberna El Velero.  Plaza de Blas Infante, 3.
Casa Pompa.  Calle Larga, 44.
Las Lozas.  Calle Doña Manuela Álvarez, 6.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Situada al suroeste de la provincia de Sevilla y a 14,5 km. de la capital, La Puebla del Río se levanta en el último cerro del Aljarafe a 22 metros sobre el nivel del mar, en la margen derecha del río Guadalquivir, que no solamente determina el nombre de este pueblo, sino que constituye su razón de ser desde sus orígenes. Pues los primeros grupos humanos que se asentaron hacia el 3000 a.c., en lo que entonces eran las orillas del antiguo mar tenían una economía agropecuaria.
Este sistema de subsistencia ha perdurado en el tiempo y le ha dado carta de naturaleza a las distintas civilizaciones que por él han pasado. A los romanos que la denominaron Massia, a los árabes que la llamaron Alcaria Masia convirtiéndola en puerta de entrada a Sevilla de la mayoría de los víveres; hortalizas, frutas, carne y pescado. Con los cristianos, además de continuar con sus funciones agropecuarias se convirtió en una fortaleza militar por lo que se llamo La Guardia. Y a la que el Rey Alfonso X le otorgaría una carta-puebla.

Esta carta-puebla, como fuero a sus moradores y que ha sido representada en este conjunto escultórico a la entrada del pueblo, hizo que acabara llamándose La Puebla junto a Coria o de Coria y en el siglo XVIII pasaría  a llamarse definitivamente La Puebla del Río. En sus campos ya hace mucho tiempo que no existen viñedos, pues sus tierras de marismas, fundamentalmente, dan cobijo al monocultivo del arroz. Aunque el consumo del Mosto es algo que durante los meses de otoño e invierno esta bastante generalizado en sus bares, tabernas y tascas.Pasear por sus calles, en busca de esos rincones «mostovitas», y entre vasito y vasito asomarse a su extraordinario balcón sobre el Guadalquivir, es un auténtico placer al alcance de todos. 

Nuestra visita fue un sábado de Noviembre y tuvimos la suerte este sábado mañanero de contar con un magnifico anfitrión, mi amigo Francisco Cantillana Campos, nuestro querido «Canti» que nos ha enseñado algunos de esos lugares donde degustar Mosto. Como Bar El Garrotá, mas conocido como Casa Pedro, en la C/ Manuel Fernández, 99, también llamada la «Cuesta Colora». Donde su propietario D. Francisco José Mije López cuenta con 12 bocoy para la elaboración de un estupendo mosto, que sirve acompañado de diferentes tapas entre ellas la singular Carne de Caballo.

En la C/ Sol, 11 donde termina el pueblo y comienzan los arrozales, se encuentra la Bodega La Labranza, regentado por D. Antonio Martín Portillo. Un lugar cargado de esencias vinateras y sabor de pueblo, y para los días de frío cuenta con una agradable chimenea. Aquí el mosto viene de la localidad cercana de Almensilla y puede ser degustado junto a unas tapitas de chacina o unos suculentos «garbanzos con cola de toro».

La Puebla del Río, también esta inmersa y rodeada de una singular naturaleza, como el paraje Natural Brazo del Este, Las Reservas Naturales de Cañada de los Pájaros y Dehesa de Abajo y el Parque Natural de Doñana. Así como en el flamenco, de aquí fue Antoñita Moreno, «La Niña de la Puebla» y del mundo de los toros, de aquí son los hermanos Peralta y Morante de la Puebla. En la Peña Taurina que lleva su nombre situada en la C/ Palmar, 36 también se puede disfrutar de un exquisito Mosto.

 

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