Dentro de las IIª Jornadas culturales de Constantina celebrada los días, 2, 3 y 4 de junio de 2017, ha tenido lugar un precioso evento titulado: Constantina por el vino y la literatura: Un maridaje centenario. Sin duda un encuentro celestial que se materializa en una de las mas bonitas localidades del la Sierra Norte sevillana, organizadas por su Ayuntamiento y la colaboración del Grupo Anaya, Editorial Aconcagua, La Fundación José Manuel Lara y la Asociación Apoloybaco y ls bodegas constantinenses de La Margarita y Fuentefría, el acto fué presidido por su alcaldesa Doña Eva María Castillo Pérez.
El apartado de la literatura corrió a cargo de Luis Miguel León Blanco, responsable de la misma en Apoloybaco, con la presentación de varios poemas relacionados con el vino, como «El esplendor del vino» de Francisco Mena Cantero: Después del laboreo silencioso / cuando el día se acaba/ y es más hermoso el universo/ / brindo con vino antiguo /y todo el esplendor desciende hasta la tierra. Otro de los poemas se titulaba «El vino» del poeta Rafael Morales, Poesía que destila vino como la del poeta Joaquín Romero Morube «Kasida del Vino». Y la de Ángel Leiva «Nocturno vino».
Junto a la literatura, el vino, y del mismo habló Antonio Vázquez presidente de la asociación Apoloybaco, y hablar de vinos en Constantina es algo apasionante por su larga tradición vitivinícola. En los S.XV, XVI, XVII, los vinos de la Sierra Norte Sevillana alcanzan especial relevancia y prueba de ellos son las numerosas referencias de escritores de la época. Así Cervantes en “El Licenciado Vidriera” evoca: «…y habiendo hecho el huésped la reseña de tantos y tan diferentes vinos, se ofreció a hacer parecer allí, sin usar de tropelía ni como pintados en el mapa, sino real y verdaderamente,…a Alanís, Cazalla, Guadalcanal y Constantina..» Cervantes los debió de tener en mucho aprecio porque los cita de nuevo en su novela: Rinconete y Cortadillo. Pero ningún texto más célebre que el famoso Soneto de Lope de Vega que dice: “Vino aromatizado que sin pena beberse puede, siendo de Cazalla, y que ningún cristiano lo condena». O el poeta sevillano del Siglo de Oro, Baltasar de Alcázar, con su estilo inconfundible y que en su famoso poema: “La cena Jocosa”, demuestra su gran estilo poético.
Documentado está, que los vinos de la Sierra Norte de Sevilla y sus cepas, viajaron en las flotas que embarcaban desde Sevilla hacía las Indias, tanto para el consumo interno de los navegantes, como para la replantación de las vides al otro lado del Atlántico. La Sierra Norte destacaba por encima de la media en su producción de vinos y los vinos de Alanís, Cazalla y Constantina eran referidos y elogiados por historiadores, agrónomos y eruditos en la materia. En la actualidad, desde Diciembre de 2004 existe la INDICACIÓN GEOGRÁFICA de: “VINOS DE LA TIERRA NORTE DE SEVILLA”, que precisaba tanto los términos municipales que abarcaban: Cazalla de la Sierra, Alanís, Guadalcanal y Constantina, como las uvas blancas y tintas que se cultivaban bajo la denominación: Chardonnay, Pedro Ximénez, Palomino, Moscatel de Alejandría, Colombard, Sauvignon Blanc y Viognier en uvas blancas y Garnacha tinta, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Pinot Noir, Petit Verdot y Syrah en uvas tintas.
Al finalizar el acto se degustaron los vinos de dos de las bodegas de Constantina: La Bodega Fuentefría, que tras varias generaciones, el propietario actual de la Bodega es José Manuel Navarro Centeno, se vanagloria de que desde sus viñas sale el mejor mosto de Constantina, un vino muy característico de color rosado y elaborado con las uvas Garnacha y Cayetana.
Y los vinos de Bodega La Margarita que pronto cumplirá 20 años (fundada 1998) y lo que empezó siendo un sueño, hoy es felizmente una realidad muy tangible. En apenas dos décadas, Bodega La Margarita, con Raúl Fernández al frente, ha conseguido situarse en el primer nivel del escalafón en cuanto a la calidad de vinos sevillanos se refiere. Raúl es, junto con su familia, el protagonista de esta intrépida aventura vitivinícola, cuyos resultados están cargados de felices acontecimientos y reconocimientos. Con algo más de 20 años, Raúl supo ver las posibilidades que le ofrecía el antiguo lagar de la finca y con la ayuda de su padre Juan, decidió emprender un camino como Productor de Vinos que lo han traído hasta aquí. Compaginó la práctica en la finca plantando viñas, con las actividades formativas. Hizo un master en Enología y Sumilleria y avanzó en su formación enológica con la realización de varios cursos sobre viñedos y barricas.
La alcaldesa de Constantina junto a los bodegueros y a los representantes de Apoloybaco. | Numerosos vecinos de Constantina, en este singular y bonito acto literario y enológico. |