Apoloybaco, visita a la Destilería «La Flor de Utrera».

En la polifacética localidad de Utrera, perteneciente a la comarca de la Campiña sevillana; se encuentra una de las pocas destilerías que quedan en la provincia de Sevilla: La Flor de Utrera.

Utrera es uno de esos pueblos que a uno le evocan muchos recuerdos. Quizás el mas patente sea como parada obligatoria en nuestros viajes playeros los domingos estivales de Sevilla a la costa gaditana, en el Ferrobús, la «cochinita» le llamábamos por entonces, cuando era un chiquillo y que con tanta ilusión hacia con mis padres allá por principios de los 60 del pasado siglo XX.

¡…A los ricos Mostachones de Utrera!, era lo que pregonaban los vendedores ambulantes en la estación y en el interior del tren, pues la parada era lo suficientemente larga en el tiempo, para que mi padre bajara al anden, comprara los mostachones y en la cantina se tomará una copita de aguardiente, seguramente sería de la fábrica de anisados «La Flor de Utrera».

La Flor de Utrera fue fundada por Antonio Espinar Ojeda, abuelo de los actuales propietarios, José A. y Mª del Mar Espinar junto con Javier Muñoz Cebador marido de Mª del Mar. Tres generaciones ya, manteniendo esta noble y ancestral tradición de elaborar anisados y aguardientes.

Dirección: Pol. Industrial La Aurora. C/ Industria, 20 – 41710- Utrera. Tel: 954 860 159 / 606 645 715.

Os dejamos algunas imágenes de nuestra visita en noviembre de 2013.

Javier Muñoz (derecha de la foto), fue el encargado de enseñarnos la destilería y explicarnos, con todo lujo de detalle, la historia de la misma, así como el proceso de elaboración de los anises y aguardientes. Las nuevas instalaciones situadas en el Polígono Industrial La Aurora de Utrera datan del año 2002. La antigua destilería se encontraba junto al colegio de los Salesianos y era del año 1960, y se llamaba «Horizonte».
El nombre actual de La Flor de Utrera, lo escogió D. Antonio Espinosa Ojeda, porque era uno de los piropos que le solía dedicar a su mujer. Además de la Flor de Utrera, también comercializan productos con el nombre «Horizonte», ya que pudieron adquirir también esta patente.
La producción de la Flor de Utrera es limitada y artesanal, bajo las formulas y los métodos, utilizados a mediados del siglo pasado por sus fundadores. Una sabia combinación de matalauva, alcohol de melaza y agua para los secos y añadido de azúcar para los dulces. Javier nos muestra las dos herramientas o útiles mas «importantes» en el proceso de elaboración: El Medidor y el Mezclador, junto al alambique fabricado en el año 1916 en la C/ Feria, 58 de Sevilla capital; por la fundición Francisco Ferrazan Rossi.
Para los destilados cuentan con un alambique de cobre de 400 litros, desechando las cabezas por su alta graduación, cerca de 80% de alcohol y las colas, menos de 35% y utilizando el cuerpo, que pasa a los depósitos, unos para dulce y otros para secos. Javier le explica a Eugenio, que tanto él como su cuñado, están aprendiendo del maestro destilador D. José Espinar hijo del fundador y padre de José A. y Mª del Mar Espinar. Y les dice que cuando un destilado sale bueno es porque «tiene buena paloma».
Flor de Utrera Seco, con una graduación alcohólica de 50%, muy agradable a la boca, llena el paladar y por supuesto hace una excelente paloma. Flor de Utrera Dulce, de una graduación alcohólica de 36%, equilibrado entre el azúcar y el alcohol, lo que hace que no sea empalagoso.
Horizonte, extra seco con 50% de graduación alcohólica. Un aguardiente de extraordinario sabor y arrogante en la boca. Horizonte seco, elaborado en frío que alcanza el 40% de graduación alcohólica, excelente para tomarlo sólo y también con un cubito de hielo.
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