Apoloybaco, visita las Bodegas Monje, en el Sauzal (Santa Cruz de Tenerife).

Bodegas Monje es una de esas bodegas singulares que merecen la pena conocerla por dentro. Fundada en 1956 por Miguel Monge, padre de Felipe Monje, su actual propietario, estuvo ubicada originariamente en Santa Úrsula, un pueblo cercano a El Sauzal, su actual emplazamiento, a unos 600 metros sobre el nivel del mar, en el lugar denominado La Hollera.

La Bodega ocupa 17 hectáreas de una preciosa finca de suelo pedregoso pero muy rico, fruto de la acción volcánica y sus cepas crecen en la ladera de una loma orientada al Océano Atlántico, de forma que sus uveros reciben directamente la brisa marina y los rayos del sol de manera casi permanente creando un microclima perfecto para la maduración de las cepas.

Visitar Bodegas Monje, es una experiencia vital inolvidable puesto que además de elaborar magníficos caldos, su estructura responde a ese concepto cultural en el sentido más amplio de la palabra. Junto a grandes depósitos de acero inoxidable donde fermentas sus caldos, conviven otras manifestaciones artísticas en plena armonía con el vino. Más de 60 toneles de roble americano y francés, algunos con más de 200 años, se alternan con espacios escénicos donde la poesía, la literatura, el teatro o la música forman parte de la vida de la bodega.

 

1.500 cepas por hectárea y una edad media de 50 años, sus viñas vegetan a ras del suelo durante ocho meses. después son levantadas con horquetas. Felipe Monje, su propietario, representa la 5ª generación de una familia pionera en la elaboración de vinos de calidad.
Las cuatro plantas de la bodega horadadas en la montaña y adaptadas y diseñadas por la arquitecta Isabel Monge, hermana de Felipe. Su sala de catas, coqueta, su sala de barricas, aunando solera y embrujo, el original espacio creado para la conservación del vino des us clientes y amigos.
Sus vinos, entre los que su propietario destaca el Monje Tradicional, son de Producción Limitada y numeradas. La visita de Apoloybaco a Bodegas Monje, confirmó algo que ya presumíamos: Estábamos ante una de las bodegas con más solera de las Islas Canarias.
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