RESTAURANTE TRIBECA (SEVILLA)
Teléfono de reservas: 954 426 000.
Horario de cocina: 13.30 a 16.00 y de 21.00 a 23.30
Cierre semanal: domingos.
Cierre anual: agosto.
Relación calidad-precio:
Presentación:
Cocina:
Servicio:
Mala Aceptable Buena Muy Buena Excelente
Abrimos año 2018 en esta sección de nuestra web, para recomendar vivamente a nuestros visitantes y seguidores de Apoloybaco, un restaurante sevillano. Del restaurante TRIBECA en Sevilla está casi todo dicho, y casi todo lo que se dice o se escribe de él, son parabienes. Desde que el restaurante TRIBECA abrió sus puertas en mayo de 2002 en la zona de La Buhaira, —un barrio residencial y moderno abierto al calor de la Exposición Universal de Sevilla de 1992—, llamó poderosamente la atención de la sevilla gastronómica. Su nombre suena cada año en todas las quinielas para que la capital andaluza consiga su ansiada segunda estrella Michelín, cuyo único galardón lo ostenta, muy merecidamente por cierto, el Restaurante Abantal, del Chef, Julio Rodríguez. De momento, y han pasado 17 años desde su inauguración, TRIBECA seguirá un año más de eterno aspirante, algo que la crítica especializada, y buena parte de su clientela, no termina de comprender.
El Restaurante toma el nombre de TRIBECA, por un barrio industrial neoyorquino cuya fisonomía, a principios del siglo XX, estaba dominada por estructuras de almacenes de materiales y otros tipos de industrias. Hoy el distrito de TriBeCa, que significa «Triangle Below Canal Street» (literalmente Triángulo bajo la calle Canal), es uno de los barrios de moda en Manhattan. Y eso era exactamente la zona de la Buhaira de Sevilla antes de su transformación urbana a partir de la Expo 92. Un barrio industrial que se ha transformado radicalmente con el paso del tiempo al desaparecer las industrias que había en la zona.
El origen del restaurante se remite a un proyecto familiar de sus tres propietarios, los hermanos Pedro, Eduardo y Jaime G. Rodríguez. Pedro (abajo en la foto), está al frente de los fogones y su hermano Eduardo, sumiller y enólogo, dirige la bodega y ejerce asimismo las funciones de jefe de compras del restaurante. Ambos venían de participar en varios proyectos gastronómicos en diferentes países del mundo: En Asia (Hong Kong), Norteamérica (Los Ángeles), y Europa (Paris y Londres) y cuando vuelve a España, ya traía debajo del brazo la fórmula ganadora para su restaurante en Sevilla: implicación, esfuerzo, innovación, calidad y emoción.
Su primera decisión fue construir un restaurante moderno, acogedor, atractivo, funcional, cómodo, elegante, práctico y relajante, y para ello encargaron al arquitecto Francisco Barrionuevo que se hiciera cargo del diseño de su establecimiento. El resultado es un restaurante sencillo, muy bien iluminado, con una magnífica acústica y que a pesar de que su capacidad es para 60 o 70 comensales, el espacio entre mesas es suficientemente amplio para que la sobremesa sea muy agradable y reservada. El restaurante cuenta con tres espacios diferentes e independientes, pero interconectados entre sí, y la cocina central está a la vista del cliente. De la misma manera que ocurre con la decoración del local, el resto de los detalles del restaurante están también integrados en ese concepto de espacio gastronómico sumamente estudiados, como la vajilla, la cristalería y la mantelería.
Una vez descrito el continente, queda hablar de lo importante, de su carta, del servicio, y de la bodega de TRIBECA. Y por supuesto de la RCP, algo sumamente importante a la hora de decidirnos a visitar o no un restaurante. La carta de TRIBECA está llena de sorpresas positivas, de conceptos gastronómicos modernos y de una idea básica: se puede hacer cocina moderna, sin renunciar, ni a las recetas tradicionales —perdiz con judiones—, ni a los alimentos naturales y de temporada, ni a innovar y crear nuevos platos reinterpretando conceptos ya explorados en otras culturas gastronómicas. La carta de TRIBECA es muy innovadora, tiene una rotación trimestral y el protagonista siempre es el producto que se sirve en el plato. Sin duda, la apuesta fuerte del restaurante TRIBECA en su carta, es el pescado, que se traen diariamente, sin intermediarios, de las lonjas gaditanas de Sanlúcar de Barrameda, Conil, Rota o Barbate, y su oferta en este sentido cobra todo el valor del que hablábamos antes en cuanto a riesgo, innovación y primerísima calidad.
En sus fogones están presentes especies poco habituales en otros restaurantes: el Romerete, el Moro negro, la Gallineta o el Atún rojo de almadraba; y en cuanto a las carnes de su carta, destacan platos como el solomillo de potro, el hojaldre de carrilera ibérica, la perdiz de tiro escabechada con judiones de la granja, la ternera retinta, o el foie a la brasa. En un restaurante de las características de TRIBECA no podía faltar una espléndida bodega con alrededor de 350 referencias, nacionales o extranjeras, y de prácticamente todas las DD.OO de España. En su bodega, que pudimos visitarla, reposan algunos de los mejores vinos de España y del mundo, y está dividida fisicamente en dos departamentos distintos, uno para los blancos y espumosos, y otro para los tintos y generosos.
El Restaurante TRIBECA ha creado su propio Grupo de Restauración, con varios locales y espacios gastronómicos de diferentes estilos pero manteniendo en todos ellos el sello de calidad de la marca TRIBECA. Además dispone de un servicio de catering que lleva su cocina allí donde el cliente exija, sin perder ni un ápice de la calidad de la misma.
Los restaurantes que forman parte del Grupo TRIBECA son:
TRIBECA SEVILLA
C/Chaves Nogales, 3. 41008.
TRIBECA PLAYA.
Chiringuito Playa La Barrosa (Chiclana-Cádiz). Proyecto que estuvo paralizado algún tiempo, y que se recuperará ahora en 2018.
CAÑABOTA.
C/ José Gestoso, 19. 41003, Sevilla.
A estos negocios en tierras andaluzas, hay que añadirles la experiencia neoyorquina de Jaime G. Rodríguez, el tercer hermano de la familia, que gestiona en la Gran Manzana, el Black Iron Burger, una prestigiosa cadena de restaurantes especializados en hamburguesas de gran calidad y prestigio.
Nuestra visita a TRIBECA Sevilla, fue con motivo de una de nuestra habituales reuniones del Grupo de Catas de Apoloybaco, y para la ocasión, Pedro G. Rodríguez, Chef del restaurante, nos preparó un menú para siete comensales que resultó ser, con los vinos que se cataban, una excelente elección.
En el apertivo tomamos: Flan de espinacas con boletus y foie
En los entrantes: Foie fresco a la brasa, Foie micuit sobre pan de plátano y mango y Espárragos de Navarra con cocochas de bacalao al pilpil y cecina de León
En el plato principal: Perdiz de Tiro en escabeche con judiones de la granja
En el postre: Pastel de Yema con yogur griego, reducción de palo cortado y berenjena.
Los vinos que se cataron, y armonizaron con las viandas, todos ellos tintos monovarietales, fueron los siguientes por orden de cata:
La Galbana 2012, de Bodegas Merayo. D.O Bierzo. Variedad: Mencía.
Ácrata Invierno 2014, de Bodegas Kirios de Adrada. V.T. Castilla y León. Variedad: Monastrell.
Rubaiyat 2012, de Bodegas Barranco Oscuro. V.T. Cumbres del Guadalfeo. Variedad: Syrah.
Alto Moncayo 2010, de Bodegas Alto Moncayo. D.O. Campo de Borja. Variedad: Garnacha.
Termanthia 2010, de Bodegas Numanthia. D.O. Toro. Variedad: Tinta de Toro.
Resumiendo, el Restaurante TRIBECA, que tiene en su haber varios galardones y premios gastronómicos importantes, entre ellos, llegar a la final en el año 2008 de la prestigiosa e internacional cita gastronómica de la Copa Jerez, es un excelente restaurante y una apuesta segura para el comensal, que contribuye, realza y pone en valor, el patrimonio gastronómico de Sevilla, una ciudad, que pese a la cercanía del mar, y las lonjas costeras de Huelva y Cádiz, tiene pocos establecimientos que trabajen bien el pescado, más allá de las frituras. La carta es extensa, equilibrada, moderna y sus platos se presentan en mesa de manera excelente con guarniciones y salsas muy bien elaboradas. El servicio de sala y el de mesa, aunque correctos, son muy mejorables, —quizás sea su punto más débil —, magnífica la bodega, amplia, exigente y atenta a las nuevas tendencias del vino; con referencias de prácticamente todas las zonas vinícolas de España, y las más importantes de Europa y otros paises, echamos en falta, no obstante, una mayor presencia de los vinos andaluces, y no nos referimos solamente a los generosos, que también, sino a los estupendos vinos tintos, blancos y espumosos que se vienen elaborando en las últimas décadas en las ocho provincias andaluzas.
Volveremos sin duda, y si pueden regalen gastronomía andaluza por estas fechas navidadeñas. Una velada en TRIBECA, puede convertirse en el mejor regalo de Reyes.