Título: A Night at the Vanguard.
Músico: Burrell, Kenny
Acompañantes: Richard davis (b), y Roy Haynes (dm).
Fecha de Grabación: 1959. 16 y 17 septiembre.
Lugar de Grabación: New York. Live at Village Vanguard.
Sello Discográfico: Jazz Images.
Nº de temas: 10.
Formato: LP.
Instrumento: Guitarra.
Estilo: Hardbop.
Año de Edición: 2019
Duración: 45:11.
Calificación: 4*
Comentario:
La carrera profesional de Kenny Burrell, señalado por muchos especialista en jazz, como quizás el principal guitarrista de jazz moderno, ha sido documentada a través de muchísimas grabaciones en estudio. Pero en este LP, Kenny Burrell se presenta en el neoyorquino Village Vanguard al frente de un magnífico trío (Roy Haynes a la batería y Richard Davis al bajo), que bien puede ser altamente clasificada como uno de sus mejores trabajos grabados en directo.
La espontaneidad y la frescura de las líneas líricas y los hábiles acordes de Burrell se ven reforzadas por los músicos quizás más avanzados con los que ha tocado: el bajista Richard Davis y el baterista Roy Haynes. Un disco notable, grabado en 1959, y que nos deja una música fresca, sugerente y brillantemente ejecutada que se basa principalmente en estándares, pero no exento de algunas composiciones propias.
La mayor parte del material es muy optimista y enérgico como en el rápido y rápido «Will You Still Be Mine» y el bop swing de «Broadway» mezclado un poco melódicamente por Burrell. El amor por la música de Duke Ellington siempre está con el guitarrista, tal como se presenta en «Just A-Sittin’ and A-Rockin'», donde el genio de Burrell está presente en su capacidad para proporcionar su propio contrapunto. El otro componente precioso de Burrell es su capacidad para relajarse y balancearse consistentemente como en «Well, You Needn’t» de Thelonious Monk, «Soft Winds» conmovedor y simple de Benny Goodman, y sumergirse profundamente en el cociente de ternura en la balada «I’m a Fool to Want You» aparte del bajo con sabor a tango de Davis. Un esfuerzo sólido de arriba a abajo, y una grabación muy recomendada. Probablemente estemos ante un Kenny Burrell en el mejor momento de su carrera.