Las nuevas tecnologías aplicadas a la cultura del ocio y del entretenimiento, arrasaron todo lo anterior con una fuerza inusitada. Los nuevos equipos de música, la digitalización del sonido y la aparición de Internet acabaron con mas de sesenta años de dominio del vinilo y con él se fueron las clásicas portadas de jazz. La llegada al mercado del llamado «compact disc» o disco compacto trajo un retroceso artístico importante en sus primeros años de existencia. Desaparecieron de un plumazo los creadores, los dibujantes y también los fotógrafos dedicados a la portada del disco de jazz La monotonía, el cutrerío y la sordidez del pequeño formato se acrecentaba con la dificultad añadida de las dimensiones físicas del nuevo soporte.
Afortunadamente aquellos tiempos pasaron y las discográficas entendieron que había que dotar al Cd de la creatividad necesaria para hacerlo atractivo al consumidor. Primero adoptaron una solución inteligente que pasaba por reeditar viejos títulos ya descatalogados en vinilo respetando la portada original.
Ésa política dio un resultado efímero y solo consiguió aparcar el problema; la sequía creativa continuaba y sólo existían esporádicos ensayos en sellos minoritarios como Savant, para rescatar la creatividad en la portada del disco Emergence de Lonnie Plaxico trataba de rescatar la imagen del perfil de Coltrane en A Love Supreme.
Volvían viejas soluciones como reproducir ciertos cuadros de museos en la portada del disco. Columbia así lo hizo con el álbum de de Wynton Marsalis: The Majesty of The Blues utilizando una famosa pintura de Matise en clara correspondencia a la aportación de Andy Warhol en los sesenta. La llegada del pequeño formato metálico arrasó, en líneas generales, con la mejor tradición gráfica en el disco de jazz y para salvar ésa situación hay que fomentar de nuevo la entrada en escena de diseñadores, dibujantes y fotógrafos que le den a la portada discográfica la riqueza de antaño. En éste sentido en España hay magníficos profesionales que están aportando toda su creatividad para dar lustre al jazz que se hace en nuestro país. La portada del disco de David Mengual: Mosaic es todo un lujo para los ojos y es el camino a seguir.
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