GASTRONOMÍA

Mayo de 2010: Bodega Mateo Ruíz. Sevilla.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Cruz Verde- Calle Feria.

Calle Palacios Malaver, 33. 41002 Sevilla.

Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Tapa destacada: Bacalao frito.

Otras tapas: Ensaladilla de gambas, pulpo a la feira, quesos y chacinas.

 

A la trasera de la calle Ancha de la Feria, muy cerca de la Plaza de Abastos, en la calle Palacios Malaver, se encuentra esta pequeña bodega, de nombre Mateo. Allí casi escondida del mundanal ruido, nos encontramos con los restos de una de las bodegas antiguas con más solera de Sevilla y que abarcaba todo el edifico que hoy es las oficinas de una entidad bancaria.Su propietario actual, Mateo Ruiz, es uno de los hijos del fundador de la bodega, una de las más importantes de Sevilla entre los años cuarenta y sesenta. Mateo Ruiz regenta el negocio con soltura y eficacia a pesar de ser sordomudo integral, pero siempre se produce el milagro del perfecto entendimiento entre él y su numerosísima clientela. El negocio originalmente tenía entrada por la calle Feria, que era donde estaba el bar y se despachaban los cuartillos de vino para la comida. La bodega actual es el antiguo almacén de la Bodega antigua.

La Bodega Mateo, fue fundada en 1918, y en sus orígenes se dedicaba exclusivamente a la distribución en Sevilla y alrededores de los popularmente famosos vinos de Valdepeñas, de tal manera que podríamos decir que en la Bodega Mateos fue pionera a la hora de introducir en Sevilla esos caldos de la Mancha.Tras la conversión del negocio de vinos en Bodega para el público, ya alrededor de 1935, su establecimiento fue testigo directo de las transformaciones sociales de la Sevilla de mediados del Siglo XX y poco a poco, la bodega fue decayendo con el transcurrir del tiempo.

A mediados de los años setenta, y tras la muerte del  patriarca bodeguero, La antigua Bodega Mateos desaparece como tal, y su inmensa finca deja paso a una entidad bancaria, aunque Mateos Ruiz, tuvo la inteligencia de guardarse para sí, la parte trasera de la bodega antigua, aquella que servía de almacén, para en 1983, abrir o refundar la antigua bodega, ahora ya convertida en uno de los tradicionales establecimientos donde tapear con calidad. En ese cambio de rumbo, siguió sin faltar el excelente caldo de Valdepeñas, algo que sus viejos parroquianos agradecieron siempre.

Era y es muy habitual que los clientes acudan a la Bodega Mateos con su recipiente a cuestas para que Mateo les suministre el vino para la casa. Hoy la Bodega Mateo es un establecimiento de obligatoria visita en el panorama gastronómico de Sevilla. De todas partes de la ciudad acuden a su local en busca, fundamentalmente, de un excelente bacalao de Islandia que frito en tacos es un placer para el paladar. A la entrada del establecimiento, en una vitrina acristalada se puede observar el bacalao crudo a punto de ser preparado en la pequeña cocinilla. Las paredes de la Bodega Mateo están repletas de viejos recuerdos de la Sevilla en blanco y negro que la mayoría de su clientela no vivió.

De todas esas fotografías destacan algunas en las que los sevillanos de la época, bebían y cantaban alrededor de un vaso de vino en una vieja barra de caoba. Aficionado al boxeo y practicante de ese deporte en sus años de juventud, Mateos Ruiz, luce con orgullo una distinción de la Asociación de Sordos de Jerez de la Frontera por su dedicación ejemplar a una profesión venciendo su discapacidad. En resumen, sitio de obligada visita en la que se recomienda no ir en horas punta, ni con prisas. Además del bacalao, disfruten de una excelente ensaladilla de gambas, un magnifico queso, excelente chacina, el pulpo a la feira y la mojama de atún de Barbate.

   
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