GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Camas.

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 Nombre Domicilio
Asador Azafrán.  Calle La Pañoleta, 10.
Bodega La Santina  Calle Santa María de Gracia, 40.
Casa Rufino.  Calle Mercedes de Velilla, 18
Bodega San Rafael.  Calle Blanca Paloma, 2.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Los primeros restos de la localidad de Camas, datan del Paleolítico Inferior. Posteriormente, hay indicios de que se asentó ahí la civilización de Tartessos, entre los que destaca el hallazgo de un tesoro de oro de los siglos VII u VIII a.C.5​ en las ruinas de un antiguo templo. Este tesoro fue encontrado en 1958 en el Cerro del Carambolo, por lo que tomó dicho nombre.​ Consiste dicho Tesoro, en dos pecheras y varias láminas rectangulares decorados con semiesferas y un collar con varios colgantes. En 1969 el municipio creó un nuevo escudo con ese collar sobre fondo verde y la frase en latín «Locus auri caelati in finibus Tartessorum», que significa «Lugar del oro labrado en los confines de Tartessos». Este tesoro fue atribuido a Tartessos, aunque en la actualidad muchos arqueólogos opinan que es un tesoro fenicio.

Durante la etapa romana se establecieron en el pueblo varias villas para la agricultura o de recreo.​ El nombre actual del pueblo data de la dominación musulmana, cuando en esta alquería habitaba un terrateniente llamado Ebu-Alkama.​ No obstante, el nombre Camas no aparece por escrito hasta la Reconquista en el siglo XIII. Permaneció como un realengo formando parte de la Mitación de San Juan hasta que en 1631, pasó a manos del canónigo sevillano Diego Arias Mendoza, que lo vendió en 1635 al conde-duque de Olivares (familia Guzmán), título que conservó el señorío hasta que esta figura jurídica se abolió en el siglo XIX.​

Un edificio que relacionado con la historia agraria del municipio es el cortijo de Gambogaz. En ese mismo lugar hubo ya una alquería destinada a la producción agropecuaria. Existe constancia de ella en el libro de repartimento de 1253.5​ El cortijo pertenece en la actualidad a la familia Queipo de Llano, que se lo expropió a sus propietarios cuando se produjo el golpe militar franquista contra la II República.​ Cuenta con un torreón bajomedieval de estilo gótico-mudéjar. En julio de 1936, apenas iniciado el levantamiento militar, fueron emboscados en la zona de La Pañoleta (pedanía de Camas), un grupo de mineros (conocidos a la postre como columna minera) que transportaban armas desde Riotinto para hacer frente al golpe militar contra la República. Nueve murieron en la emboscada, sesenta y ocho fueron fueron condenados a muerte, en juicio sumarísimo y sin garantias legales, y posteriormente ejecutados.​

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