GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Fuentes de Andalucía.

350 Fuentes mapa 350 fuentes
 Nombre Domicilio
Restaurante Gamero (Pirulí).  Calle Nuestra Señora del Carmen, 9.
El Montañés.  Calle Huerta, 45.
Restaurante Las Tinajas.  Calle Marchena, 25.
Bar Tucán.  Calle Huelva s/n.
Restaurante Manolo.  Calle Carrera, 145.
Bar Gómez. Calle Roque Vasco, 27

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

gastronomia cervezas Fuentes entradaEl término de Fuentes, formado a expensas de los de Écija y Carmona, está situado entre los ríos Genil y Corbones, siendo su principal artería fluvial el río Arroyo Madrefuentes, llamado Guadalbardilla por los árabes.En terrenos del término municipal de Fuentes se constata la presencia humana desde tiempos muy remotos. Los restos arqueológicos que cubren el suelo revelan la existencia en aquellos lugares de pobladores turdetanos durante varios siglos. También en él se encuentra localizada, cerca de la Monclova, la ciudad ibérica de Obúlcula, una de las ciudades béticas de la región turdetana, según Ptolomeo.

La villa de Fuentes fue reconquistada hacia el año 1248, y en los repartos de Écija se le cita expresamente, apareciendo incluida en val el término de Carmona según el alboz otorgado por privilegio de Alfonso X el Sabio en 1255 a dicha ciudad. La existencia de habitantes en estos lugares en tiempos musulmanes está totalmente aceptada, debido, además de la presencia de restos arqueológicos a la existencia del Castillo de Fuentes, cuya construcción posee una marcada tendencia árabe.Las tierras fueron repartidas entre los señores que habían contribuido a la reconquista y entre las Órdenes Militares, que ayudaban al rey a este fin. A una de éstas, la de Alcántara, se le concedieron grandes extensiones en la parte occidental, en un lugar denomiado La Aljabara.

gastronomia cervezas Fuentes eugenioEl Marquesado de Fuentes fue concedido por Felipe III, el 15 de febrero de 1606, a Gome de Fuentes Guzmán, Caballero de Santiago. A mediados del siglo XVIII el señorío y el título habían entrado en la jurisdicción del Conde de Torralba.Los terrenos de la Monclova quedaron en poder real y posteriormente fueron donados, como señorío, por Alfonso XI a Micer Egidio Boccanegra. Conocido como Gil Bocanegra, decimoséptimo almirante de Castilla, prestigioso marino genovés puesto al servicio real, por su actuación en la toma de la ciudad de Algeciras, al derrotar a la armada de los pueblos norteafricanos y hacerse dueño del mar, estrechando el cerco a la ciudad hasta su total rendición.

Las Cortes de Cádiz abolieron los derechos nobiliarios y con ellos la jurisdicción Civil y Criminal sobre la Villa de los Marqueses de Fuentes. Posteriormente se unieron en un mismo municipio los territorios pertenecientes a la Villa de Fuentes y al Señorío de la Monclova, constituyendo el actual término municipal de Fuentes de Andalucía, nombre que se comenzó a utilizar ya en 1778, en un documento testimonial del abogado Miguel de Padilla Infante, que después sería corregidor de la Villa, fechado el día 10 de marzo. A partir del año 1791 se generaliza dicho nombre.

Ya en época contemporánea, Fuentes de Andalucía fue uno de los pueblos de la provincia de Sevilla donde el golpe militar de julio de 1936, fue más cruento, y especialmente contra las mujeres republicanas. En la mañana del día 19 de julio, la mayoría de los fontaniegos destacados de izquierda habían sido apresados. Los sublevados contra la República, comenzaron directamente a eliminar a la gente sin juicio previo. De manera oficial, entre el 24 de julio y el 29 de septiembre de 1936, la represión organizada en Fuentes de Andalucía dejó en fosas comunes 116 cadáveres de jóvenes y mayores, mujeres y hombres. En el Registro Civil solo figuran inscritos 103 fallecimientos (25 mujeres y 78 hombres), y en todos aparece como consecuencia de “la Guerra”.

En medio de tanta sin razón, terror y dolor, destaca el caso de la finca El Aguaucho, situada en la carretera N-IV, a un kilómetro del cruce de Fuentes de Andalucía a La Campana. Durante el mes de agosto, un grupo de falangistas cargó un camión de prisioneras jóvenes de entre 16 y 22 años y a media mañana se dirigieron a la citada finca. Como si de una fiesta campestre se tratara, las obligaron a preparar y servirles la comida, las violaron, asesinaron y arrojaron sus cuerpos a un pozo. Al atardecer, el camión volvió y recorrió la calle principal ocupado solo por los asesinos que, en estado de embriaguez y a modo de trofeo, portaban la ropa interior de las jóvenes asesinadas en la punta de los fusiles.

Especial relevancia tienen estos acontecimientos en la Finca de El Aguaucho, que representa de manera descarnada la represión ejercida por los sublevados sobre las mujeres de la izquierda. Los dramáticos y lamentables hechos reseñados forman parte de la memoria colectiva del pueblo de Fuentes de Andalucía, durante muchos años callado por el terror y el miedo impuesto durante el franquismo. Doce años después, al desaparecer el antiguo cementerio en el que se encuentran varias fosas de la represión, el Ayuntamiento, por iniciativa de la Comisión de la Memoria Histórica Fontaniega, ha convertido el lugar en un pequeño parque en memoria de los fusilados fontaniegos, siendo este lugar el propuesto como Lugar de Memoria.

La finca El Aguaucho, entre Fuentes de Andalucía y La Campana, vivió uno de los episodios más estremecedores de la represión, recordado aún por la memoria oral de los últimos vecinos octogenarios. Todo ocurrió durante la mañana del 27 de agosto de 1936. Un grupo de falangistas cargaba un camión de prisioneras jóvenes de entre 16 y 22 años y a media mañana se dirigían a la citada finca. A modo de escarmiento público, las obligaron a preparar y servirles la comida, las violaron, asesinaron y arrojaron sus cuerpos a un pozo. Al atardecer, el camión volvió y recorrió las calles principales del pueblo ocupado solo por los asesinos que, en estado de embriaguez y a modo de trofeo de caza, portaban la ropa interior de las jóvenes asesinadas en la punta de los fusiles.

Los asesinos de aquella matanza quedaron impunes. Ni sus nombres han sido identificados en publicaciones ni estudios. Sin embargo, su identidad sí es conocida en la memoria colectiva de Fuentes. Las niñas del Aguaucho tienen hoy una torre homenaje que no olvida aquella terrible barbarie ni la descarnada represión que revelaba aquel acontecimiento. Aunque sus verdugos permanezcan en la sombra, la humillación y la crueldad sufridas por aquellas jóvenes secuestradas, violadas y arrojadas a un pozo –entre las que se encontraban las hermanas Coral y Josefa García Lorca, de 16 y 18 años de edad; María Jesús Caro y Josefina Lora, de 18 años, y María León– no serán ya nunca borradas de la memoria colectiva de la comarca sevillana.

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