GASTRONOMÍA

El tapeo en los pueblos de Sevilla: Lora del Río.

BAR MURUBE. Calle Antonio Machado, 22. 
TABERNA JAVI GARCÍA. Calle Marcos Orbaneja, 21. 
TABERNA CURRITO. Calle Fuenfría, 11. 
TABERNA MORALES. Frente a la Plaza de Abastos. 
RESTAURANTE MEDIEVAL. Calle de la Sierra de Ándujar, s/n. 
RESTAURANTE PEPE MORENO. Calle Marcos Orbaneja 9. 
  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

El municipio de Lora del Río, se encuentra en el Valle del Guadalquivir, a 57 kilómetros de Sevilla. El núcleo de población se sitúa en la confluencia del Guadalquivir con su afluente el arroyo Churre. El poblamiento tartésico de la Mesa de Setefilla, a partir de los inicios de la Edad del Bronce, hacia el 1700 a.C., continuado por otros asentamientos ibéricos en el núcleo urbano loreño y en las vecinas mesas del Almendro y de Lora («Lora la Vieja»), marcan el comienzo de la historia local.

A finales del siglo III a.C. los romanos se establecen en la comarca y con el nombre de Axati. convierten a Lora en un gran centro productor-exportador de aceite de oliva. El emperador Vespasiano le concede el derecho latino y pasa a ser un «Municipium Flavium». Lora del Río, fue un importante enclave para suministrar aceite a las poblaciones de la Hispalis romana. Aunque se carecen de datos fiables, la época visigoda debió tener una cierta importancia en la zona a juzgar por el número de restos funerarios hallados. Algunos autores atribuyen a este período el origen del nombre de Lora (Laurus), aparentemente por la abundancia de laurel en su entorno.

La «Lawra» dominación árabe de la localidad, siguió siendo un importante núcleo de población y un centro defensivo notable entre Córdoba y Sevilla según nos han dejado constancia los cronistas contemporáneos.Lora del Río va a alcanzar su máximo esplendor a lo largo del siglo XVIII, reflejado en la construcción de importantes edificios públicos (Ayuntamiento), religiosos (Iglesia de la Asunción) e incluso privados (Casa de las Columnas y la Casa de los Leones).

Entrados ya en materia gastronómica, en Lora del Río hay suficientes atractivos como para que al tiempo que disfrutamos de sus monumentos, dejarnos llevar de taberna en taberna buscando  disfrutar de las magnificas tapas y viandas de la localidad. Una vez que dejamos la estación de RENFE, nos topamos con lo que fue el Bar Restaurante Mesa, enclavado en un precioso edificio mudéjar de espectacular fachada pero que lamentablemente permanece cerrado desde hace algún tiempo. Caminando hacia el centro del pueblo pronto avistamos otro edifico singular que demuestra la categoría arquitectónica de lora del Río. Nos estamos refiriendo a su Plaza de Abastos construida en 1910 por el arquitecto modernista Aníbal González. Y frente al Mercado una de las tabernas con mas solera de Lora del Río: La Taberna Morales. Varias generaciones de loreños han bebido y comido en ese singular espacio adecuado hoy a los tiempos modernos y con una magnifica y extensa carta de montaditos de todo tipo.

Abandonando la zona monumental de Lora, nuestros pasos se dirigieron hacia la parte nueva, más conocida como la de los pisos. Al calor de una clientela más joven y aprovechando la expansión del pueblo hacía la salida de la Campana, hay varios restaurantes de calidad y sobre todo con una oferta amplia según los gustos de cada cliente. Es el caso del Bar Cafetería Medrano, conocido antiguamente como el Bar Cano, nombre de sus antiguos propietarios que lo regentaron durante varias décadas. Situado en la calle Sierra de Andújar, frente a la Gasolinera de la salida del pueblo en dirección a la Campana, el local dispone de una confortable barra y un amplio y acogedor comedor con capacidad para aproximadamente 50 comensales. Su actual propietario, D. Cándido Medrano Jiménez, es quien dirige la cocina y entre su extensa y variada carta de tapas y raciones, sobresalen unas extraordinarias espinacas, una sublime sangre encebollada y las habas con jamón. También es muy recomendables probar sus exquisitas cabrillas con tomate, un verdadero placer para los sentidos.

Justo al lado del Bar Medrano, se sitúa otro restaurante con mucho éxito en Lora del Río, aunque su clientela está mas escorada a la gente joven. Hablamos del Restaurante Medieval, un sitio original, agradable y confortable, donde se puede degustar los platos de la carta cocinados a la manera medieval y servidos en tablas de madera acorde con el estilo de la época. Su decoración externa e interna está asimismo muy cuidada y conforma un atractivo más para visitarlo.

Pero sin lugar a duda alguna, la joya de la corona en materia gastronómica en Lora del río se encuentra, desde nuestro punto de vista, en el Restaurante Pepe Moreno. Situado en la Avenida de la Campana, el local consta de un pequeño, pero coqueto comedor en su primera planta y de una taberna en su planta baja. Lo primero que llama la atención en Casa Pepe Moreno es precisamente esa versatilidad para separar el tapeo en la taberna y sin perder un ápice la calidad, disfrutar de la misma y excelente materia prima en su comedor.

Su propietario, heredero de una saga de restauradores que lleva afincado en Lora más de cuarenta años, cuida con esmero la materia prima a base de pescados y mariscos frescos de Isla Cristina que él mismo selecciona cada jueves en la lonja onubense. El bar en la planta baja siempre está lleno de lugareños que acuden al restaurante en busca de ese excelente pescado frito, o el marisco de calidad que Pepe Moreno sirve con gran esmero. Para los amantes del vino, su tinto de la casa guarda una relación calidad-precio también muy razonable.

Por último, ya de vuelta a la estación del tren, visitamos también el Mesón Bar Oviedo, en la Avenida de Prim, nº 21. Su aspecto exterior, algo descuidado, no concuerda demasiado con el esmerado local que se esconde tras su puerta. Muy visitado por los loreños, el Bar Oviedo tiene un sencillo comedor separado por una celosía que permite tener una comida tranquila y discreta. Su carta suele estar siempre bien nutrida de carnes de caza, verduras del tiempo y tampoco falta el pescado frito.

 

 
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