Bar La Plaza. | Plaza de España, 4. |
La Bodega. | Avenida de Sevilla, 32. |
La Resolana. | Sor María de la Pasión, 2. |
Las Palmeras. | Calle Nogal, 34. |
Mesón La Viña. | Avenida de Pio XII, 35. |
Mesón Camino Viejo. | Calle Camino Viejo de Sevilla, 1. |
Cervecería Freiduría El Pescaito. | Calle Camino Viejo de Sevilla, 9. |
Mala Aceptable Buena Muy Buena Excelente
Salteras se localiza en la parte norte de la comarca del Aljarafe, a tan solo 12 kilómetros de la capital sevillana, y a una altitud sobre el nivel del mar de 152 metros. Aunque son tierras que han estado ocupadas por el hombre desde hace cerca de tres mil años, fueron los romanos los que fundaron la localidad denominada «Paesula», pues aún podemos observar algunos cipos funerarios, utilizados como marmolillos por sus calles. Con una destacable presencia en la historia de la comarca del Aljarafe y la provincia de Sevilla, Salteras ha acogido a múltiples civilizaciones y culturas que han dejado sus restos e impronta en la riqueza patrimonial y monumental que tiene hoy día la ciudad. Sus tierras han acogido a romanos, visigodos, musulmanes y cristianos.
La población aparece asentada sobre una pequeña loma y su historia se remonta desde la conquista cristiana en el siglo XIII, época en la que se la empezó a conocer con el nombre actual de Salteras, han ido perteneciendo a distintos dueños, primero al cabildo municipal hispalense, después fue adquirida por el caballero Don Juan de Federegui, mas tarde al Conde-duque de Olivares y a la Casa de Alba.
Sus calles han visto pasar a sus vendimiadores y bodegueros, oficios que hoy en día han desaparecido. Pasear por las calles y plazas de Salteras en busca de unas buenas carnes, es un ejercicio harto agradable, y en absoluto baldío. En Salteras abundan los mesones, restaurantes y tascas especializados en carnes a la brasa hechas con leña de encina y olivo, acompañado de buen mosto aljarafeño procedente en su mayoría de otras localidades cercanas, como el que nos sirven en el Bar La Plaza, situado en la plaza de España, 4, traído de Villanueva del Ariscal. Un bar que exalta su pasión por la caza, afición pasional de su propietario. Allí podemos degustar junto con el sabroso mosto, unas excelentes «tapas» de pavía, gambas rebozadas o pringá.
Pero la visita a Salteras debemos realizarla al mediodía. Ya que después de tomar algún vasito de mosto por sus bares y tabernas y visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Oliva, una iglesia de estilo Mudéjar del siglo XVI, en la que destaca su retablo neogótico del siglo XVII y una curiosa lapida visigoda de Susana Fámula del año 521 de nuestra era.Podemos disfrutar de una copiosa y excelente comida a base principalmente de carne a la brasa en cualquiera de los varios mesones existentes en la localidad, como «La Bodega», «Hacienda la Resolana», «Hermanos Palomo», y que se han especializado en este tipo de platos que podemos acompañar con el mosto del Aljarafe sevillano.