GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Valencina de la Concepción.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

Bodega El Chispa.  Avd Andalucía, 8.
Venta Bobito.  Avd Andalucía, 21.
Mesón Navarro.  Plaza Santísimo Sacramento, 3.
Mesón El Casca.  Calle El Máquina, 16.
Bodeguita La Igualá.  Calle Aljarafe, 35.
Cervecería El Fuji.  Calle Alamillo, 56.
Los Retales.  Calle Luís Rosales, 2A.

 

En Valencina de la Concepción tenemos que combinar en nuestra ruta del mosto, inexorablemente, la arqueología y el vino. Valencina es uno de los poblamientos mas antiguos de la provincia de Sevilla, situado a 10 kilómetros de la capital, sobre una meseta a 153 metros de altitud. En ella se encuentran restos de su ocupación por el hombre del neolítico, nos referimos a uno de los conjuntos dolménicos mas importantes de Europa. El dolmen de la Pastora, el de Matarrubilla y el de Ontiveros (los dos primeros son visitables), son construcciones funerarias megalíticas de un carácter excepcional y los máximos exponentes de un conjunto arqueológico formado también por restos óseos humanos con sus ajuares, cerámica, ídolos, cuchillos de silex y flechas de bronce, así como restos de cabañas y silos. No se puede pasar por Valenciana sin combinar los vinos con la arqueología.

Valencina, antes llamada del Alcor, proviene al parecer de «valle de las encinas» y el apellido «de la Concepción» fue añadido por acuerdo municipal en el siglo XIX..Su camino hasta Sevilla debió ser en época romana una calzada, salpicada de «mutatios», lo que ahora llamamos «ventas», camino que hasta fechas muy recientes (mediados del siglo XX), se realizaba el transporte en carros y los arrieros se paraban para tomar un vaso de vino en estas ventas que indicaban con una copla:

«Camino de Valencina que tienes cuatro paradas, beber en la Pañoleta, volver a beber en Camas, beber en la Encomienda y después beber en La Montaña».

Éste vino de la copla no es otro que el suave mosto del Aljarafe. Que en Valencina lo obtenían de sus ricos viñedos, propiedad por aquellos entonces de unidades socio-económicas como la Hacienda Tilly en torno a la cual se organizó el actual núcleo urbano y la Hacienda Torrijos, antigua fortaleza árabe y actual ermita. Viñedo que en la actualidad es casi inexistente y bodegas y lagares que han desaparecido, así como otras actividades de elaboración de bebidas alcohólicas como la fábrica de aguardiente «San Antonio» del que tan sólo quedan esos azulejos en la fachada de la fotografía superior. Vestigios, todos ellos de una larga tradición vitivinícola de éste municipio.

Pero en Valencina aún se puede beber buen mosto, como nos recordaban las coplas de sus «mutatios», ventas. En la bodeguita «El Huerterillo», antigua vaquería, situada en la calle Daoiz 13, su propietario envasa en 13 viejas botas, el zumo de uva que le traen de Umbrete para que fermente y a finales de noviembre comience a vender su suave mosto por vasitos acompañados de un buen chorizo picante para que vuelvas a repetir el vaso de mosto, o despacharlo en botellas que traen los propios clientes.
Un sitio imprescindible donde comer una carne de calidad excelente, es en el mesón Casa Domínguez, en calle Alamillo 45. Valencina es un pueblo también pegado a sus costumbres, su cultura y sus tradiciones. Aficionados al mundo de los toros, aquí vivió el famoso torero Emilio Torres Reina “El Bombita” que llego a ser propietario casi de la mitad de su término municipal. Y al cante flamenco, actividades éstas, que tienen sus pequeños rincones, para hablar de toros y de cante, entre mosto y mosto.

En la Peña Flamenca «Jenaro Marín Ruiz», situada en la calle Trajano, 1 se sirve un excelente mosto importado del cercano pueblo de Espartinas que puedes saborear mientras observas copias de los geniales grabados de Capuletti, un excelente pintor afincado en Sevilla y gran aficionado al cante flamenco. O escuchar a sus socios y parroquianos hablar de ese arte y duende que tiene el flamenco.Buscando otros rincones «mostovitas», es preciso detener nuestros pasos en la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella, edificio del siglo XVII en cuyo interior podemos deleitarnos con un retablo original de Andrés de Ocampo con pinturas de Antonio Pérez. Para que una vez que hayamos alimentado nuestro «espíritu» encontremos la tranquilidad del cuerpo en la Bodega «El Chispa» situada en la avenida de Andalucía, 10. Antigua bodega reconvertida en mesón con vestigios de haber sido centro de elaboración y crianza de mosto. Aquí podremos suculentas viandas propias de la extensa y variada gastronomía de los valencineros. La Caldereta de venado, el Cocido de Calabaza, las perdices en escabeche, el potaje de tagarninas y la sopa de tomate son parte de su deliciosa y amplía gastronomía.Os proponemos una ruta gastronómica por Valencina de la Concepción, a través de los establecimientos que nuestros socios nos vienen proponiendo.

 

   
Comparte