RESTAURANTE SOBRETABLAS (SEVILLA).
Calle Colombia, 7. 41013. Sevilla.
Teléfono de reservas: 955 546 451
Sitio web: Restaurante Sobretablas
Mail: Mail
Horario:
Martes a Sábado: 13.45 a 16.00 / 20.45 a 23.00
Domingos: 13.45 a 16.00.
Relación calidad-precio:
Presentación:
Cocina:
Servicio:
Mala Aceptable Buena Muy Buena Excelente
En la prestigiosa cita gastronómica de España “Madrid Fusión 2020”, la cocinera sevillana Camila Ferraro, fue distinguida como la «Cocinera Revelación» del año 2020, —la primera mujer en conseguir esa distinción—, algo que los sevillanos ya intuiamos desde que el 21 de octubre de 2018, la sevillana y el gerundense Robert Tetas, abrieran en el barrio del Porvenir, su restaurante “Sobretablas”. Ya antes, en noviembre de 2019, en la gala anual del grupo Michelín, para la Península Ibérica celebrada en Sevilla, los inspectores de la prestigiosa guía gastronómica, concedieron a este novel restaurante sevillano la distinción de “Bib Gourmand”, un reconocimiento explícito a la calidad de su cocina, y a la extraordinaria RCP de la misma.
Y en “Sobretablas”, en el número 7 de la calle Colombia, localizada en el sevillanísimo barrio de El Porvenir, y antes de que ocurriera todo eso, ya estuvo Apoloybaco en el otoño de 2019, para comprobar “insitu”, sin influencias externas, la calidad de su cocina. De modo que, el Restaurante “Sobretablas”, es el establecimiento que os recomendamos desde esta sección de gastronomía de nuestra web, para este mes de febrero de 2020.
“Sobretablas” nace de la ilusión de dos grandes y jóvenes profesionales de la restauración, Camila Ferraro y Robert Tetas, cocinera y sumiller respectivamente, con varios premios y reconocimientos importantes en su haber. Si ya hemos dicho que Camila Ferraro fue elegida «cocinera revelación» en Madrid Fusión, Robert Tetas, tiene el privilegio de ser considerado el mejor sumiller de Andalucía y Cataluña, méritos obtenidos en el concurso oficial de sumilleres de ambos territorios. Ambos ya poseen, aún siendo muy jóvenes, una excelente y contrastada trayectoria profesional en algunos de los mejores establecimientos gastronómicos de España. Precisamente cuando coincidieron en las instalaciones del Celler de Can Roca, decidieron iniciar su propio camino en los fogones y afrontar una nueva aventura profesional, dejando atrás esa “zona de confort” que significaba trabajar en uno de los mejores restaurantes del mundo y afrontar el reto de montar su propio restaurante.
“Sobretablas”, el nombre del restaurante, es todo un manifiesto por lo auténtico, por la experiencia, y por la filosofía tranquila con la que se elaboran y envejecen los vinos generosos del marco de Jerez, justo en el momento exacto de decidir cuando un mosto tiene el suficiente recorrido para convertirse en un vino grande a través de las andanas de criaderas y soleras. Y esa es la apuesta de “Sobretablas”, intentar recuperar los almuerzos tranquilos, con largas sobremesas y donde incluso fumarse un habano en el patio al aire libre, fuera de las horas de atención al público y cuando el brandy o el gintonic, hacen acto de presencia en las mesas, sea posible. Existe una cava de puros para el cliente que los solicite.
En un singular chalet de dos alturas, con casi trescientos metros cuadrados, y construido en 1929, como casi todo el sevillanísimo barrio de El Porvenir, para dar cobertura a la Exposición Iberoamericana de Sevilla, y respetando su traza y fachada original, abre sus puertas este magnífico restaurante adecuando el interior del mismo con dos espacios distintos, uno más desenfadado, con un estupendo patio interior cubierto de vegetación como eje central en la planta baja, donde además hay una sala mas privada, y una planta alta con tres salas, donde el ambiente es más formal y que cuenta con capacidad para unos veinte comensales.
El diseño, en conjunto, es muy agradable, relajante y confortable; techos altos, espacios amplios, cálida iluminación, funcional mobiliario y una adecuada disposición de las mesas —sin mantel—, con distancia suficiente entre ellas para facilitar la conversación entre los comensales y la sobremesa. En nuestra visita a «Sobretablas», fuimos seis comensales que compartimos varios aperitivos al centro, un plato principal para cada comensal, un par de botellas de vinos y los postres.
Entrando ya en materia gastronómica Camila Ferraro nos propone en «Sobretablas» una carta moderna, con continuos guiños a la cocina tradicional, fortalecida con un producto extraordinario y muchísima creatividad en su elaboración y presentación en el plato.
Ya desde el primer bloque de su carta, la propuesta de Camila Ferraro es todo un manifiesto de intenciones de por donde va su propuesta gastronómica: una serie de aperitivos con formato de tapa, donde realiza algunas elaboraciones logradísimas, como los mejillones en una equilibrada salsa de escabeche y vermut; los langostinos con chicharrones, una presentación espectacular y una estupenda elaboración a base de manitas de cerdo deshuesadas cocinadas lentamente durante varias horas hasta convertirlas en escamas. El langostino se presenta suavemente rebozado usando, además de las escamas, yema y harina de garbanzo para conseguir una textura adecuada. Sencillamente fantástico. Además de estas dos elaboraciones, llegaron a nuestra mesa una sabrosa, Ensalada de berros y lascas de foie, unos mejillones en salsa de escabeche y vermut, extraordinarios, y una estupenda ensaladilla de mojama.
Tras los aperitivos, armonizados con vinos generosos de la DO Jerez-Xérès-Sherry, pasamos a los platos principales que tampoco diferían mucho del formato anterior. Probamos una excelente y original caballa al whisky —todo un guiño a la tapa sevillana—; huevo a baja temperatura con crema de setas al oloroso y papada ibérica; una sabrosísima molleja de ternera con parmentier y encurtidos; terrina de cochinillo, frutos secos y oloroso; una estupenda corvina a la brasa con hinojo y una ventresca de atún de almadraba glaseada con ajoblanco, con un fondo de ternera y acompañada de una quinoa suflada y mayonesa de rabanito picante. Todo muy sabroso y muy bien presentados en mesa.
En cuanto a la excelente bodega del restaurante y su estupenda carta de vinos seleccionada expresamente por Robert Tetas, se encuentran alrededor de 150 referencias de prácticamente todas la DD.OO de España, con especial atención a los vinos andaluces, y con presencia importante de algunos de los mejores vinos de Francia: Burdeos, Borgoña y Champán. Nuestra elección fue una apuesta por los vinos de Galicia en los blancos, con un “Louro Do Bolo”, de la DO Valdeorras, un monovarietal de uva Godello que gustó bastante. En tinto, nuestra elección fue un correcto “Pícaro del Águila” de Ribera del Duero.
Por último, llegaron a nuestra mesa los postres para compartir, que fueron: Bombón de chocolate frito con una infusión de naranja amarga y sopa de chocolate blanco, Sorbete de lima, pepino y hierbabuena con una sopa fría de fresas, Textura de Almendras, helado, bizcocho y crujiente, y el Hojaldre de tocino de cielo con manzana, yogurt y gel de lima.
En resumen, el regreso a su ciudad natal de la cocinera Camila Ferraro, tras un recorrido por distintos restaurantes de Andalucía y del resto de España, es una buena noticia para Sevilla, donde la evolución gastronómica en la última década ha sido notable pero donde aún se es muy reticente a comer con mesa y mantel. En esta nueva etapa de su carrera, Camila Ferraro y Robert Tetas, aportan aire fresco a la restauración sevillana, elevan el nivel de la misma, y se unen a una selecta lista de recientes aperturas —Cañabota, Tradevo, Puro Tinto, Ispal, Torres y García, LaLola Taberna Gourmet, etc.—, que coloca a Sevilla en disposición de optar a cotas más altas en el panorama gastronómico nacional.
“Sobretablas”, que ganó el Premio Gurmé del Jurado, patrocinado por ABC de Sevilla como mejor apertura de 2018, tiene por delante mucho recorrido, y le va a venir muy bien a la alta cocina en Sevilla, que, sorprendentemente, sigue sólo con el Restaurante Abantal como única “Estrella Michelín”, en la capital de Andalucía. Muy recomendable.