GASTRONOMÍA

Mayo 2021: Restaurante Popeye (Chiclana – Cádiz).

gastronomia restaurantedelmes entradaEn un pueblo con mucho encanto de la costa gaditana como es Chiclana, descubrimos hace algunos años un delicioso rincón culinario, que a finales del verano pasado volvimos a visitar y que para este mes de mayo os queremos recomendar, se trata del Restaurante Popeye, situado a medio camino entre Chiclana y su popular y famosa playa de La Barrosa.

Chiclana, lugar de encuentro de pueblos y civilizaciones; los Fenicios descubrieron estas costas hacia el final de la Edad del Bronce erigiendo en la isla de Sancti Petri un templo dedicado a su dios Melkart. Tras los fenicios arribaron los griegos hacia el 594 a. C. usurpando a los fenicios el monopolio de la ruta comercial de los metales, después los cartagineses, con su presencia militar, los que se establecieron en estas latitudes, fundamentalmente en Gadir.

La dominación y colonización romana, dejará su huella en el término chiclanero y en su litoral  resurgirá el culto en el templo del islote de Sancti Petri dedicado al dios-héroe, Hércules. Aunque la fundación de la actual Chiclana se produjo en 1303, cuando el rey Fernando IV de Castilla entregó las tierras chiclaneras a la Casa de Medina Sidonia. El actual casco urbano se levanta durante el siglo XVIII.

Así, desde Chiclana hacia La Barrosa en Calle del Carrajolilla, se encuentra el Restaurante Popeye, rodeado de esteros, de los que abastecen algunos pescados y mariscos  en diversos platos que figuran en su carta. En España se denomina esteros a los lagos artificiales, de agua salada, creados normalmente con el objeto de explotar la sal presente. Los esteros se encuentran en el sur peninsular, en localidades costeras tales como Puerto Real (Cádiz), San Fernando (Cádiz), Chiclana de la Frontera (Cádiz) o Punta Umbría (Huelva). Son especialmente conocidos los esteros ubicados en las riberas del Guadalquivir, en las proximidades de su desembocadura.

gastronomia restaurantedelmes asunRestaurante Popeye abrió en 1970, siendo entonces una cabaña de troncos que servía de parada a los veraneantes que iban a la Playa de la Barrosa, situada a 1 km. y a los pescadores que se dirigían al Puerto de Sancti Petri a la pesca del atún. En aquellos años, Jose «El Calentito», fue el primero en servir tortillitas de camarones, pescaíto de estero frito y caballa en adobo.

Y en 1982 se hace con el restaurante la familia Mayo con Tomás Mayo y Carmen López (Nena). El se ocupaba de la atención al público y ella de la cocina. Ahora son sus hijos los que continúan con el negocio. Tomás Mayo López, gerencia el establecimiento con su hermano Francisco al frente de la cocina. En el año 2008 fueron premiados por el Ayuntamiento de Chiclana por su contribución al fomento del Turismo en la localidad.

Restaurante Popeye es un establecimiento amplio y confortable situado junto a los esteros, que se ven desde sus salones. Recientemente remodelado tiene una pequeña terraza y luego un salón para el tapeo que se complementa con otros cuatro salones de diferentes tamaños, en total capacidad para unas 250 personas.

En lo gastronómico, es una cocina mediterránea con algunos toques innovadores, es una auténtica experiencia gastronómica, basada en nuestra tradición culinaria. En la barra tienen tapas que varian todos los días en función del mercado por lo que no tienen carta fija en este aspecto. Suelen tener aliños como el salpicón de pulpo, las papas aliñás o la ensaladilla de langostinos, además de un atún que cuecen ellos mismos y luego presentan en aceite de oliva. Además algún guiso que va desde el arroz a unos fideos y frituras.

gastronomia restaurantedelmes vicenteEn el comedor, la carta no es muy amplia para garantizar la frescura del género. A la entrada hay un expositor donde se pueden ver habitualmente urtas, lenguados, algún pescado de estero o corvina, además de marisco. Una de las singularidades de la carta es que cuentan en temporada (desde septiembre hasta diciembre) con langostinos de estero, de tamaño pequeño pero de un sabor exquisito.

Para empezar, además un surtido de aliños muy bien presentado, las almejas con una salsa aromatizada con vino de Chiclana o pescados fritos. Luego en la casa es muy habitual continuar con un arroz, uno de los platos estrella. Los hacen con langostinos, con bogavante o en paella. También muy demandado el pescado a la sal, especialmente la lubina de estero. «Pero no sólo de pescado vive el hombre», y en su carta también encontramos diversas carnes, principalmente de ternera y cerdo, cocinadas con recetas tradicionales y al gusto de la clientela. Postres caseros y amplia carta de vinos.

Chiclana se encuentra dentro de la Denominación de Origen Jerez y manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. Es quizás uno de los primeros pueblos de España que conoció el vino, pues como ya hemos comentado, en está zona se asentaron, allá por el siglo VIII a.c. los fenicios portadores de está celestial bebida, que es el vino.

Actualmente, Chiclana cuenta con varias bodegas que elaboran y crían vinos generosos (finos, olorosos, amontillados), así como un delicioso moscatel. Algunos de ellos se encuentran en la carta de vinos del restaurante Popeye, que acompañan además, a otros vinos generosos del Marco de Jerez, y por supuesto vinos de otras denominaciones de origen y zonas vinícolas del territorio español.

En esta nueva visita realizada por Apoloybaco a este encantador restaurante, con una ubicación privilegiada, rodeado de los esteros que aportan colorido y sobre todo los aromas marinos, nos decidimos por profundizar en su oferta de pescados y mariscos, y empezamos con una ensaladilla de langostinos, muy refrescante y equilibrada, que sirvió para despertar nuestras papilas gustativas, una cerveza fue su acompañante perfecto.

gastronomia restaurantedelmes platosComo nuestra visita fué a finales de septiembre, nos encontrabamos en temporada de los langostinos de estero, no podiamos dejar escapar esta oportunidad y degustamos está autentica delicia marina, es algo sabroso, exquisito, para maridárlo nos pedimos una copa de fino chiclanero, es una auténtica armonía, la suavidad de la carne del langostino con ese toque punzante y yodado del vino fino.

Terminamos los entrantes con unas almejas al Tío Pepe, almejas limpias de arena, sabrosas, que como no podía ser de otra manera, armonizaban perfectamente con el vino fino que ayudo a cocinarlas, con un Tío Pepe de González Byass, pero un Tío Pepe en rama de la saca 2020, es algo sublime, donde sus aromas a levadura del velo en flor y su ssabor salino y amargo, exaltan la testura de unas almejas bien hechas.

Como plato principal, una mágica combinación de pesacados, eso sí, en platos separados de lenguado a la parrila, calamar de potera y urta, todos eran piezas pequeñas, pero exquisitas, todo un lujo del mar, maridados con un desbordante amontillado, también chiclanero.

Nos han quedado algunos platos sin probar, sin duda una buena excusa para volver.

Comparte