RESTAURANTE LA FONDA DE UTOPÍA. (Benalup – Casas Viejas – Cádiz)
Calle Dr. Rafael Bernal, 32. 11190 Benalup – Casas Viejas.
Teléfono: 00 34 956 419 532
Relación calidad-precio:
Presentación:
Cocina:
Servicio:
Mala Aceptable Buena Muy Buena Excelente
Recomendar un restaurante no es sólo lo que hoy podemos hacer desde estas líneas. En realidad tendríamos que hablar de una experiencia mas allá de lo puramente gastronómico para explicar lo que se puede vivir en este establecimiento. Para ello tendríamos que empezar por hablar de su «alma mater», el leonés Miguel Ángel Fernández, periodista, productor, anticuario, guía de su propio museo y anfitrión atento; una persona capaz de conseguir cosas.
Mantuvimos una interesante conversación en la que nos explicó la historia de su proyecto, quizás lo que mas nos llamó la atención fue la descripción de lo que quería que fuese Utopía. Para ello nos confesó que su intención era recuperar el espíritu de lo que se denomina «Gran Hotel» y esto no tiene nada que ver con el tamaño. En sus palabras es un lugar donde «ocurren cosas», no es sólo un lugar impersonal donde se pernocta o se alimentan las personas. Y así tenía que ser para que esta fórmula funcionara en una población algo apartada de los circuitos y atractivos de las costas gaditanas.
Os puedo asegurar que el embrujo te envuelve conforme te vas integrando dentro de este establecimiento donde el protagonismo lo tiene tomado el espíritu de los años 30, años donde la creatividad, la transgresión y la libertad marcaron los tiempos posteriores.
Las habitaciones del hotel donde se encuentra el restaurante, que no llegan a la veintena, son todas únicas en su decoración y mantienen una exclusiva temática con nombres tan sugerentes como; Poetas, Estrecho, Tánger, República, Art Decó, Utopía, París 1937, Jazz, Tango, Cabaret, Casas Viejas, Estrellas, Ilustración, Vanguardias, Paquebot y Zeppelin.
El área gastronómica no podía ser menos y nos lleva hasta un café-teatro de los treinta, la herencia de Bataclán, Folies Bergère, el Moulin Rouge, una taberna tanguera, o un cabaré berlinés en el ocaso de Weimar. Vaya usted a saber. «Bienvenidos a Berlín, París, Buenos Aires, Benalup», comienza el espectáculo con el que todas las noches ameniza la cena haciéndote entrar en esta atmosfera tan peculiar.
La cena minuciosamente diseñada por Miguel y la joven chef chilena Ingar Bemejo, constó de los siguientes platos:
• Tosta de sardina anchoada con juliana de pimientos y crema de salmorejo.
• Mezclún de verdes con salmón ahumado, manzanas caramelizadas y vinagreta de mango.
• Timbal de lubina rellena sobre verduras wok y salsa holandesa de cítricos.
• Saltimbocca de solomillo ibérico en salsa Vermouth con patatitas avellanadas.
• Semifrío de frambuesas con salsa de chocolate blanco y confitura de frutos rojos.
Como detalle podemos contar que no solo se procura una esmerada elaboración de todos los platos, además, en la mesa no falta ningún detalle de buen gusto, velas que mantienen ese aire íntimo, los manteles de puro lino, la vajilla donde nos sirvieron era de porcelana siendo una reproducción exacta de la diseñada por la cerámica alemana Rosenthal para el trasatlántico Queen Mary en los años 30.
Tras la cena, y acompañado de una copa, pudimos trasladarnos a los arrabales de Buenos Aires y disfrutar, incluso participar en un bello espectáculo de tangos en el que creo que sólo faltó ese aire pesado lleno de tabaco que si estaba permitido en la época.
Al que desee vivir esta experiencia le recomiendo que asista a la charla previa a la cena con Miguel Ángel Fernández como introducción a la visita al museo, y si lo es en compañía de otros huéspedes o comensales mejor, ya que esto ayuda a participar del clima que se genera y sentirse mas a gusto en la posterior cena.