Vamos a recurrir a lo que hoy en día es ya un clásico en la restauración sevillana y sobre todo si queremos recomendar mariscos y pescados, estamos hablando del restaurante El Espigón, situado en la calle Bogotá, Nº 1 en el privilegiado barrio de El Porvenir de Sevilla, un barrio que comenzó a configurarse alrededor de huertas cercanas a la Ermita de San Sebastián. en los años 20 del siglo XX.
Se construyeron numerosas villas a cargo de los principales arquitectos sevillanos de la época como Pedro Fernández de Heredia y Listrán (1879-1970), Aníbal González (1876-1929) o Juan Talavera y Heredia (1880-1960).
Para mi es un barrio que evoca gratos recuerdos, ya que en mi juventud vivía en el Tiro de Línea, un barrio colindante, así cada vez que nos desplazábamos al parque de María Luisa teníamos que atravesar la barriada del Porvenir.
Pues bien, en este bonito barrio sevillano, se encuentra uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Ya a punto de cumplir nada mas y nada menos que 40 años; el restauran El Espigón, es toda una referencia gastronómica para los amantes del buen yantar. Fundado en el año 1985 por Miguel Ángel Moro y Carlos Cascajo. Ambos tienen también otro restaurante en Madrid con el mismos nombre. El inicio fue modesto, con una pequeña terraza y apenas ocho mesas, el aroma a mar y tradición comenzó a impregnar las esquinas del Espigón. El tiempo ha visto crecer este lugar, tanto en espacio como en renombre, pero siempre anclado a sus raíces familiares, con la hermana del propietario abriéndose camino en la capital y la siguiente generación tomando las riendas en Sevilla.
El Restaurante El Espigón en Sevilla cuenta con zona de barra con un pequeño comedor adjunto, un segundo comedor más amplio y terraza. La decoración gira en torno a temas marineros e impera la madera. En lo gastronómico se come a base de raciones, medias y platos. Hay algunas tapas, pero tan solo de aliños, lo demás se pide por medias y raciones. La especialidad son los pescados y maricos que se presentan cocidos, a la plancha, fritos o también en algún guiso o con arroz.
El Espigón, cuyo nombre ya evoca los sabores del mar, se distingue por sus platos consolidados, frescos y tradicionales: desde la dorada y el lenguado, pasando por el pescado frito, hasta los manjares como la gamba y el langostino. Aquí, cada plato refleja la esencia del mar, con recetas que varían según la temporada pero mantienen su esencia inalterable. Tras décadas de existencia, en el Espigón no solo se sirven platos, sino también historias, tradiciones y la calidez de una familia que sigue recibiendo con los brazos abiertos a todos aquellos que desean degustar un trozo del mar en una ciudad tan vinculada al mar como Sevilla.
El compromiso de El Espigón con la calidad de sus materias primas va más allá de la selección de los ingredientes adecuados. Trabajan con proveedores locales, lo que les permite obtener los productos más frescos y de temporada posibles. Además, los chefs de El Espigón se esmeran por preparar los ingredientes de forma óptima, utilizando técnicas culinarias tradicionales para resaltar el sabor y la textura de cada plato.
En esta ocasión, la visita de Apoloybaco a este restaurante con solera, iba centrada a degustar algunos de sus mariscos mas característicos, dejaremos para otra ocasión probar sus pescados y arroces.
Comenzamos con unas coquinas de Huelva, acompañadas de la excelente manzanilla Papirusa «bella y elegante» es su significado en argentino, de bodegas Lustao, un buen vaso de gazpacho, dio paso a unos exquisitos y excelentemente fritos boquerones. Y a continuación comenzó la singular mariscada compuesta de gambas blancas de Huelva, langostinos de Sanlúcar y cigalas tronco, todo ello armonizado con un vino blanco: Oluar de la D.O. Valdeorras un godello, donde predominan los aromas de fruta de hueso madura y las notas florales y balsámicas, potente, equilibrada y untuosa. Y para rematar un postre muy bien conseguido unos profiteroles de chocolate. Sin duda alguna todo un apoteosis gastronómico.