GASTRONOMÍA

Abril 2010: Taberna Intramuros.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Centro urbano – Puerta Osario.
Calle Matahacas, 22, esquina Escuelas Pías. 41003 Sevilla.
Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Tapa destacada: Pringá casera.

Otras tapas: Tortilla Sarkozy, chacinas ibéricas.

  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

Para que nadie se llame a engaño, nada más cruzar el umbral de esta bonita taberna situada en la Puerta Osario, una gran figura a tamaño natural del propietario vestido de «armao» de la Macarena con plumas, escudo y lanza, nos avisa de que la Taberna Intramuros es uno de esos rincones cofrades de Sevilla que aparecen desperdigados por cualquier punto de Sevilla.Y efectivamente, la Taberna Intramuros tiene una enorme tradición cofrade como luego reseñaremos, pero su presencia en este rincón de Apoloybaco está mas que justificada por tirar una de las mejores cervezas de la zona.Su propietario, Antonio José Abela es todo un personaje del mundillo cofrade de Sevilla. No en vano él fue el primero que abrió en Sevilla, concretamente en el cercano barrio de San Julián, lo que fue el primer bar pensado como tertulia cofrade. Nos estamos refiriendo a la célebre Taberna Azahar pionera en los años ochenta de un movimiento joven, que alrededor de un local de tapas y cervezas, se organizaban en los llamados «grupos de jóvenes cofrades». La Taberna Azahar abrió sus puertas en San Julián de la mano de Antonio José Abela, el 8 de septiembre de  1980, y fue, propiamente dicha, la primera taberna cofrade de Sevilla.Más de un cuarto de siglo después, Antonio José Abela, decidió perdurar ese espíritu abriendo una nueva taberna en otra zona cofrade de Sevilla, a tiro de piedra de las Hermandades de Santa Catalina, Los Servitas, su hermandad, la Mortaja, la Cena y los Gitanos.Ese nuevo proyecto es la Taberna Intramuros, un local que mantiene intacto el espíritu del antiguo Azahar y también la fidelidad de sus clientes, antes jóvenes cofrades, ahora la mayoría de ellos, fieles seguidores de sus hermandades de penitencia. Tras el cierre de la histórica y vecina, Taberna El Punto, la Taberna Intramuros ha recogido parte de su clientela que aunque de naturaleza distinta, ven en la Taberna Intramuros la posibilidad de tomar una extraordinaria cerveza, muy bien tirada, servida en una magnifico vaso de cristal fino, y muy fría, algo fundamental en la cultura cervecera sevillana. Su local, sin ser amplio, si es lo suficientemente cómodo para tapear y probar unas excelente chacinas, unos chicharrones extraordinarios o unos magníficos montaditos, siendo de estos ultimos el de pringá casera, el más solicitado.Uno de los atractivos que tiene el local cuando se acerca la Cuaresma en Sevilla, es la posibilidad de visionar en su TV, diferentes videos de cofradías realizados por los propios clientes durante la anterior Semana Santa. Entre sus paredes hay decenas de motivos religiosos y cuadros cofrades, y además, la Taberna Intramuros expone dentro de su mostrador la parihuela original del antiguo paso de ensayo del Cristo de la Salud, conocido popularmente como el Cristo de los Gitanos. Toda una reliquia para los cofrades sevillanos que Antonio José Abela salvó del vertedero en el último momento.Pero sin duda uno de los objetos más queridos y valiosos que Antonio José Abela posee, es un cuadro con la flor del azahar, en recuerdo de dicha taberna cofrade, que tiene la singularidad, única en el mundo, de haber sido firmado a mano por el propio puño y letra del fallecido Papa, Juan Pablo II. Fue en el transcurso de una audiencia a un grupo de peregrinos sevillanos en su residencia veraniega de Castelgandolfo. La firma de un documento a mano de un Papa es un hecho excepcional. El Sumo Pontífice solo firma de su puño y letra las Bulas y Encíclicas que el mismo redacta durante su pontificado.El resto de documentos se firma a través del anillo papal, por ello se puede decir con rotundidad, que fuera de los documentos oficiales este cuadro con la firma del propio puño de Juan Pablo II, es un documento histórico e irrepetible. Volviendo al asunto gastronómico, es famosa entre su clientela la famosa Tortilla Sarkozy, o como dice con humor el propio Antonio José Abela, un francés con dos huevos y que se hace a base de panceta. En resumen, buena chacina, magnifica cerveza, y un ambiente familiar de una taberna que se ha hecho un sitio en el mundo cofrade de Sevilla. Son muchos alicientes para visitarla y merece la pena.

 

 
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