GASTRONOMÍA

Tapear y comer, en los pueblos de Sevilla: Villaverde del Río.

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 Nombre Domicilio
Restaurante Nino.   Av. Ntra. Sra. de Aguas Santas, 13.
Restaurante El Burladero.  Av. Ntra. Sra. de Aguas Santas, 86.
El Patio del Conejo.  Calle Cruz, 13.

Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

Hermosa villa muy antigua, situada a 26 kilómetros de su capital, Sevilla, en la zona denominada de la vega, en el margen izquierdo del Río Guadalquivir del cual recibe su apellido, y al pie de Sierra Morena que dista de ella 2,5 kms, con parajes naturales bellísimos. La villa alcanza un altitud de 17 metros. Con una población en torno a los 7800 habitantes y perteneciente al partido judicial de Lora del Río. Su origen es muy remoto según los historiadores que basándose en las referencias que sobre la misma hacen “Los Plinios” tanto el “Viejo” como el “Joven”, como sus hallazgos arqueológicos demuestran asentamientos prehistóricos correspondientes a la segunda mitad de la Etapa del Bronce. Pero aún son muchos más numerosos y evidentes los descubrimientos arqueológicos romanos llevados a cabo en su término en el transcurso de los siglos.

Los Plinios, historiadores romanos, nos dicen que esta Villa de origen tartesio se denominó “Alpesa” y que su custodia o fortaleza estaba situada en la cima de un monte o cerro denominado antiguamente “Monte Santo” y posteriormente “Mesa Redonda” que es con el nombre que se conoce y llama en la actualidad y donde existe un grandísimo e importantísimo yacimiento arqueológico de varias civilizaciones, íberos, cartagineses, griegos, romanos, etc. que nos han confirmado las excavaciones que los distintos equipos de profesionales han efectuado en varias ocasiones. En la época romana, tuvo mucha importancia este municipio, cuando el río Baetis era navegable hasta Córdoba, siendo la villa un importantísimo puerto fluvial, hallándose situado a orillas del mismo y en la confluencia y desembocadura del arroyo Escardiel con éste, el importantísimo Castillo denominado “Cuatro Torres”; por las cuatro de éstas que tenía en sus ángulos, pues estaba construido en cuadro. En la actualidad existe un paño de muralla y un arco de una de sus puertas o pórticos. En los años 1952-54 fue derribada su torre mayor que se conservaba en buen estado, y ciertos salones y dependencias del mismo, en salvaje atentado contra el patrimonio y su conservación.

Muy cercano a la población, en un pago de su término denominado “Pelagatos” existe un cerro desde donde se domina toda su riquísima vega, llamado “La Atalaya” porque en él existió una pequeña fortaleza con su torre vigía o atalaya desde donde se dirigió el año 206 a.C. la gran Batalla de Ilipa entre romanos y cartagineses. La contienda tuvo lugar en la vega comprendida entre lo denominado Cabo del Arroyo, Alto, Pedro Espiga, hasta el poblado del Viar. Este gran acontecimiento histórico nos lo relata el historiador Escullard, en su artículo titulado “Notas de la Batalla de Ilipa”. En el año 1247, la Villa fue reconquistada a los árabes por el Rey Fernando III el Santo y fue donada a la Iglesia de Sevilla en la persona de su Arzobispo Don Remondo de Lesana para que fuese renta y patrimonio de los mismos. Tras la reconquista, siendo la Villa patrimonio de los Arzobispos y del Cabildo de Sevilla, gozó de mucha fama por las muchas ermitas y santuarios que en sus montes y término se levantaron sirviendo éstas de retiros espirituales, quedando constancias y ruinas de las siguientes: San Juan del Monte, San Pablo, San Ginés, San Cristóbal o de las Cruces, San José, conocidos estos lugares hasta nuestros días por “Las Ermitas”.

Entre las más antiguas de ellas se encontraba la llamada “San Francisco del Monte” levantada por los vecinos de Villaverde por su devoción al Santo de Asís. Esta ermita, de 1368 (siglo XIV), fue erigida y convertida en convento franciscano, siendo en dicha orden considerado entre los más antiguos de España y el tercero en Andalucía. Entre sus moradores insignes que dieron a este convento mucha fama y renombre se encontraban: San Diego de Alcalá, el venerable Fray Gaspar de Villaverde, natural de esta misma villa que escribió tratados de mística como famosos libros de medicina natural y farmacéutica. Fue médico de cabecera del Rey Juan III de Portugal y de Isabel de Portugal.

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