GASTRONOMÍA

Mayo 2009: Bodega Umbrete.

Rutas Gastronómicas por los barrios de Sevilla: Macarena-Pumarejo.
Calle San Luis, 89. 41002-Sevilla.
Relación calidad-precio:

Presentación:

Cocina:

Servicio:

Tapa destacada: Caracoles

Otras tapas: Cabrillas.

  Mala   Aceptable   Buena   Muy Buena   Excelente

 

La Bodega Bar Umbrete responde a ese estereotipo de establecimiento reconvertida con el paso del tiempo a bar de tapas y cerveza. No en vano, la Bodega Bar Umbrete, es sin duda alguna, el establecimiento más antiguo de bebidas que se conserva en los aledaños de la Plaza del Pumarejo, un rincón afortunadamente recuperado para el disfrute del sevillano, sobre todo en las calurosas noches de verano. Pasar hoy por la Plaza del Pumarejo, es comprobar como familias enteras de vecinos del barrio, se echan a la calle para disfrutar en medio de la plaza, sentados en una velador, de una velada agradable y unas buenas tapas.

Prácticamente erradicado el lugar de camellos y demás personajes relacionados con el oscuro mundo de las drogas, la Plaza del Pumarejo de Sevilla está felizmente habitada y ocupada por cientos de sevillanos que disfrutan de una buena cerveza o el popular tinto de verano, en uno de los dos establecimientos que allí abren sus puertas: la reseñada Bodega Bar Umbrete y en la esquina contraria, la Bodega de Mariano Camacho, otro local del que hablamos en otro lugar de estas páginas y que forman juntos una dupla extraordinaria en la ruta del caracol en Sevilla.

Abierta desde principios de siglo, la Bodega Bar Umbrete, fue en sus inicios, como muchos otros establecimientos, simplemente una bodega donde se vendía y distribuía vino de Umbrete, principalmente mosto, dado que su propietario era vecino de aquel bello pueblo del Aljarafe sevillano. Manolo, el hijo del primer propietario, todavía recuerda con exactitud aquellos tiempos en que su familia entera vivía y dormía con estrecheces en la propia bodega, justo en el lugar donde hoy está situada la cocina. Los tiempos modernos también llegaron a este rincón bodeguero de la Sevilla de intramuros y lo que fue bodega de vinos, se fue reciclando paulatinamente hasta convertirse en lo que es hoy, un magnifico bar de tapas y cervezas. Pero lo que verdaderamente trae a la Bodega Bar Umbrete a esta página, son sus caracoles.

Famosos en Sevilla entera, los caracoles de la Bodega Bar Umbrete están sin duda entre los tres mejores de Sevilla, y probablemente, al menos para quien escribe, sea el mejor de todos.Su sabor es especial, su caldo es limpio y claro y el caracol suele ser de extraordinaria calidad. Si no fuese así, no se entendería la enorme cantidad de caracoles que la Bodega Bar Umbrete guisa y vende a diario. Como suele ser habitual en estos bares, es muy propio que los clientes se lleven a su domicilio centenares de tarrinas de caracoles, medianas o grandes y entre el consumo propio en el bar y el que se distribuye a domicilio, la Bodega Bar Umbrete, saca diariamente más de 100 Kg. de caracoles y algunos menos de cabrillas.Son mas tapas y raciones las que tiene fama en la Bodega Bar Umbrete entre su clientela, pero ninguna alcanza la exquisitez y la fama de sus caracoles y cabrillas. De cualquier modo, y como no solo de caracoles y cabrillas vive la Bodega Bar Umbrete, sus serranitos, los chipirones a la plancha y el pescao frito también son muy solicitados por su fiel y numerosa clientela.

El local está climatizado y dispone de alrededor de una docena de veladores en su interior que facilitan al cliente la degustación de sus tapas. Es muy frecuente que a primeras horas de la mañana, cuando aún la cocina no está abierta, se reúnan algunos parroquianos alrededor de una mesa para jugar al dominó o a las cartas al tiempo que degustan una copa de aguardiente o se toman un café. Todos los días del año, era Francisco Pinto Sáez, ya fallecido, quien abría las puertas de la Bodega Bar Umbrete a las siete de la mañana, y el local rápidamente se llena de obreros de la construcción de los alrededores para tomar su primer café del día. Paco, como todo el mundo lo conocía, (en la foto superior), era de esos camareros que siempre está en su sitio. Profesional impecable, siempre atento a la demanda del cliente, agradable y nunca con un mal gesto. A su memoria va esta reseña de «Bodega Umbrete».

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