Vermut Lustau
Este vermut salió al mercado a finales del año 2015, elaborado por Bodegas Lustau de Jerez de la Frontera. Unas bodegas con una larga tradición en la elaboración y crianza de los vinos generosos, pero también con una gran capacidad de innovación.
Hubo un tiempo no muy lejano que en el Marco de Jerez también se elaboraba vermut, como en otras zonas de la geografía española. Dicen que había, también, cierta costumbre de ser una bebida habitual, En cualquier caso, si es cierto que determinadas bodegas de la zona elaboraban vermut, también Bodegas Lustau recupera la tradición jerezana de elaborar un vermut en el que el vino de Jerez es el auténtico protagonista. Pero a diferencia de épocas anteriores el vino base elegido es de una extraordinaria calidad. Manuel Lozano, enólogo de Lustau, ha seleccionado minuciosamente los vinos para la elaboración de este Vermut de Jerez. Un perfecto ensamblaje de dos vinos con más de 10 años de crianza en el tradicional y genuino sistema de Solera y Criaderas: Un Amontillado, seco y con carácter. Un Pedro Ximénez, dulce, intenso y aterciopelado. El ajenjo, la genciana y la corteza de naranja destacan entre las más de 10 especias y plantas aromáticas cuidadosamente elegidas para la elaboración de este singular y fascinante Vermut de Jerez.
Estos vinos base son la clave del vermut Lustau y, entre otras cosas, los culpables de que no sea necesario encabezar el vino, ya que de por sí alcanzan el grado alcohólico requerido. Y para acabar de entender su carácter, los diez botánicos que se le añaden se infusionan por separado. Entre ellos se encuentra el clásico ajenjo que amarga, la angélica y salvia, que le dan un ligero toque picante; el cilantro y la corteza de naranja, que le aportan el toque cítrico, o la genciana que otorga amargor y astringencia. Lustau rescata así una receta tradicional de la casa, en la que una cuidada selección de vinos de Jerez, botánicos y plantas aromáticas enriquecen la personalidad de un Vermut único. Variedades de uva: Palomino y Pedro Ximénez. Graduación alcohólica; 15% vol.
El resultado es un Vermut de Jerez de un bonito color caoba, con tonos rojizos. De intensos y complejos aromas de fruta madura que se entrelazan con notas cítricas y herbáceas con ligeros toques de manzanilla y vainilla, sobre un fondo de madera ahumada. En boca es aterciopelado, sabroso y equilibrado, entre el amargor la azúcar y la acidez. Destaca su final amargo con notas de frutos secos y un retrogusto largo. Ciertamente un encanto de Vermut, elegante, y sobre todo diferente con una gran personalidad.
Puntuación de Apoloybaco: 10 puntos sobre 10