VINOS

Vinos y Cine: Musicales

Son películas que incluyen interrupciones caracterizadas por diferentes fragmentos musicales. Inicialmente su objetivo era impresionar al público aun sin mantener mucha conexión con el desarrollo narrativo de la película.

La música aporta una dimensión extra a la exageración de los sentimientos, como puede ser la alegría, tristeza, enfado, etc. por ello tienen un aporte dramático.  En las películas musicales no solo se canta, sino que se realizan complicadas y siempre sincronizadas coreografías.

La primera aproximación a este género cinematográfico fue «El Cantante de Jazz» de 1927, considerado como el primer film sonoro del cine. Pero fueron en  los años 30 y 40, cuando los avances técnicos en el cine permitieron mejorar la calidad de las películas y el sonido de las mismas. De esta manera, se consagró el género de películas musicales, que tenía una amplísima aceptación por parte del público. Aquí la presencia del vino es testimonial y de forma indirecta.


Fantasía (1940); producido por Walt Disney. 120 min. Estados Unidos Estados Unidos. Dirección: James Algar, Samuel Armstrong, Ford Beebe Jr., Norman Ferguson, Jim Handley, T. Hee, Wilfred Jackson, Hamilton Luske, Bill Roberts, Paul Satterfield, Ben Sharpsteen.

Todo un clásico de la Disney, una colección de interpretaciones animadas de grandes obras de música clásica. En «El Aprendiz de Brujo» (P. Dukas), Mickey Mouse, discípulo de un mago, se mete en un gran embrollo, pues sus conocimientos de magia son muy limitados. «La Consagración de la Primavera» (Stravinsky) cuenta la historia de la evolución, desde los seres unicelulares hasta la extinción de los dinosaurios. «La Danza de las Horas» (Ponchielli) es un fragmento de un ballet cómico interpretado por elefantes, hipopótamos, cocodrilos y avestruces. «Una Noche en el Monte Pelado» de Mussorgsky y el «Ave Maria» de Schubert describen el enfrentamiento entre la oscuridad y la luz. The Pastoral Symphony de Ludwig van Beethoven. Un mundo mítico grecorromano de coloridos centauros y «centauretas», cupidos, faunos y otras figuras de la mitología clásica se retrata con la música de Beethoven. Una reunión para un festival en honor a Bacchus, el dios del vino, es interrumpida por Zeus, quien crea una tormenta y ordena a Vulcano que forje rayos para que los arroje a los asistentes.

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