VINOS

Vinos y pintura: La Antigüedad

Eso debieron pensar también los antiguos egipcios cuando plasmar en el interior de una tumba la pintura que describía desde el principio al final la elaboración del vino, hace la friolera cantidad de 3.500 años, es porque tendría algo misterioso. Es cuando menos significativo tanto el contenido de esta pintura, como su lugar, pues no es solo una representación de unas actividades, mas o menos cotidianas, sino también la elevación de estas actividades terrenales al mundo de los muertos.

Las pinturas egipcias aparecen sobre todo en tumbas de reyes, reinas y nobles. Así aparte de los aspectos simbólicos que pudieran significar, también son pinturas representativas, son pinturas naturalistas y pinturas muy realistas, aunque con formas estilizadas y simplificadas, de figuras planas y con mucho hieratismo, es decir solemnidad y falta de expresividad.

Foto: pintura hallada en la tumba TT 261 de Khaemwaset en Tebas. 

El arte egipcio tuvo un carácter mágico y simbólico, mostrando en la mayoría de los casos las posesiones del difunto para la eternidad. Como la descripción pictórica de todo el proceso productivo para la obtención del vino (el trabajo en la viña, la pisada de la uva en el lagar, las tareas de bodega, su distribución y comercio).

Reflejan no solo el hecho material de la elaboración del vino, sino también la importancia del mismo y su consumo, principalmente por las clases sociales mas poderosas. El hecho de su presencia en las tumbas de estos nobles, ya que los antiguos egipcios creían en la existencia de otra vida en el mas allá, es también para  recordarle al difunto las bondades de esta bebida. así como que la pueda disfrutar en ese inframundo.

Un salto conceptual del uso del vino se va a producir del Antiguo Egipto a la Gracia Clásica; de las tumbas a los simposios o sympósion, que se traduce por «banquete» y significa propiamente «reunión de bebedores». Ciertamente estos simposios eran celebrados por las clases mas pudientes de la sociedad griega, entre otras razones porque tenían un determinado coste que solo podían cubrir dichos sectores de la sociedad.

Foto: Simposium griego

Simposios que estaban, dirigidos, en cuanto al vino se refiere, por un simposiarca , cuya función principal consistía en fijar las proporciones de la mezcla del agua y el vino en la crátera y decidir cuántas copas debía vaciar cada invitado, porque no olvidemos, el vino de aquella época era difícil de beber directamente, seguramente por su extrema acidez y astringencia, algo que nunca podremos averiguar, pero si sabemos, por la literatura, que los vinos se mezclaban con agua o se maceraban con yerbas aromáticas antes de ser bebido. Por ello las escenas que mas se reflejan en la pintura de la Antigua Grecia eran precisamente esos simposios, junto también con la representación de dioses y diosas relacionados con el vino, como Dionisio y Ariadne.

La vid tenía una gran carga simbólica en el próximo Oriente y posteriormente en Grecia y Roma. Era símbolo de fertilidad y riqueza, por ello su consumo era algo ritualizado. Estas características también fueron trasmitidas a las sociedades del mediterráneo occidental colonizadas por fenicios, púnicos y griegos. el consumo del vino era patrimonio de las capas dirigentes, el vino era un bien de lujo y por tanto de prestigio social, era una bebida “elitista”.

Asimismo el soporte mas utilizado para estas pinturas eran los vasos y cráteras, es decir las vasijas cerámicas, muchas de ellas estaban relacionadas con el vino, como las ánforas, los escifos, los oenochoes y las ya mencionadas cráteras. Otros soportes de pinturas, como los frescos por ejemplo, han llegado a nuestros días muy escasamente. De cualquier forma, en la Grecia antigua, cuya pintura respondía también a otros cánones, con un mayor concepto de proporcionalidad y realidad, donde el cuerpo humano es el fundamento de la belleza, «antropocentrismo», cánones que determinaron los inicios de la llamada época clásica del arte, también se reflejaron la importancia y valor del vino.

Foto: Vasija con representación pictórica de Dyonisos y Ariadne

La Antigua Roma, se convertirá en la heredera de la cultura y parte de las costumbres de la Gracia clásica y helenística. Aunque el vino, tanto su consumo como su elaboración, lo conocieron gracias a los fenicios y etruscos, el arte romano fue una trasposición de las medidas, los métodos y cánones del arte griego, ya que desde la época de César llegaron pinturas griegas que se arrancaban de las paredes y se llevaban a Roma. Al igual que con los dioses y diosas griegas que pasaron a formar parte del panteón romano, eso sí, con diferentes nombres, así Dionisos paso a ser Baco.

Será con el desarrollo del mundo romano cuando, primero, el cultivo de la viña y la producción de vino se generalice, y segundo, el consumo del vino se sociabilice. Para la cultura grecorromana la elaboración y el consumo del vino es un índice de desarrollo cultural, de “civilización” en contraposición a la “barbarie” del consumo de otras bebidas como la cerveza en los pueblos “bárbaros”.

Foto: Pintura casa de los Misterios. Pompeya

Los romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales, y aunque siguen la tradición griega, muestran en sus pinturas un gran colorido y movimiento. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos.

Los temas mas recurrentes en estos frescos fueron el paisaje, el retrato y los de carácter costumbrista y los mitológicos, entre ellos la representación de Baco es una constante, como esta danza en honor a Baco del mural de la Casa de Los Misterios en Pompeya. La ciudad ofrece un cuadro de la vida romana durante el siglo I. El momento inmortalizado por la erupción del volcán en el año 79 de nuestra era, evidencia literalmente hasta el mínimo detalle de la vida cotidiana.

Aunque lógicamente no podemos conocer el sabor de los vinos romanos, si conocemos por sus tratadistas como Varrón (siglo I a.c.) algunas de las características de estos vinos: Sobre el Vino, en el capítulo 1. 65, de su libro Res Rusticae dice “ El mosto que se guarda en tinaja para hacer vino no ha de sacarse mientras hierve, ni tampoco cuando el proceso sigue hasta que el vino se ha hecho. Si lo quieres beber añejo, como no se hace antes de que haya pasado un año, se saca de un año. Pero si es de esa clase de uva que se agria pronto, conviene que se consuma o venda antes de la vendimia. Hay clases de vino, entre ellos el de Falerno, tales que cuantos más años se tuvieren guardados, tanto más beneficio producen cuando se sacan».

Foto: Thermopolium  en Pompeya

En el mundo romano el consumo del vino se generalizo, paso a ser una bebida consumida por las distintas clases sociales que componían esta sociedad, con la única exclusión de las mujeres que lo tenían prohibido. No solo se consumía en las casas (Domus) sino también en las Thermopolia y Tabernae, eso sí, no eran de la misma calidad los vinos bebidos en los banquetes celebrados en los stibadium, o lecho de banquetes semicircular, destinados a celebraciones donde los comensales – patricios y nobles – se reclinaban colocados radialmente en orden jerárquico, que los consumidos por la plebe en estas tabernae y thermopolia. El thermopolium, es un establecimiento donde se servían comida y bebida y algunos estaba decorados con frescos como el de la foto, con motivos de la vida cotidiana, mitológicos, épicos, etc.

Destaco también el arte pictórico de la civilización romana en el procedimiento del mosaico, se usaban para decorar interiores utilizando el opus tessalatum de origen griego, aportando como novedad el opus sectile. Y muchos de estos mosaicos, descubiertos hasta ahora, al igual que la pintura en frescos, son motivos relacionados con el mundo de los vinos, tanto en su elaboración, como en su consumo.

Mosaico: Hallado en Carranque (Toledo)

El mosaico romano es considerado como una pintura hecha de piedra. Es un arte que vive de la pintura en cuanto a temas se refiere. Los asuntos de un mosaico no tienen identidad propia, son los mismos que pueden encontrarse en la pintura, pero se diferencia de ella en que la perspectiva es falsa y forzada. Su inspiración está en los dibujos de los tapices de los tejidos y de la obra pictórica.

Gracias a los tratados agronómicos de la época, como el que nos lego Columela (siglo I d.c.) sabemos que ya existían distintos tipos y calidades de vinos: En su recorrido por las distintas variedades de uvas y algunas de su cualidades, comienza con las que para él son las mejores a la hora de obtener vino: “Solas las amineas se dice que exceden en el gusto de sus vinos a todas las demás. Amineas menor y amineas mayor. Hay también otras dos que son las Amineas Dobles, estas se llaman gemelas, porque echan racimos dobles, dan un vino mas aspero, de igual duración al de las anteriores…. Aminea borrosa, llamada así porque sus hojas se ponen mas blancas que las de las demás amineas. A la verdad dá buen vino, pero es mas ligero que el de las anteriores…. Hay otra Aminea singular, no desemejante a la gemela mayor, pero algún tanto inferior en el gusto de su vino aunque muy generoso”.

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