VINOS

Viticultura romana

vinos vino betica libroVeamos primero la viticultura, para ello nada mejor que recurrir a los textos escritos sobre la misma en aquella época y también en épocas posteriores, por lo menos a los textos que han llegado a nosotros directa o indirectamente. Ya que como es obvio no nos han llegado restos materiales de la viticultura que se aplicaba hace dos mil años en los campos sevillanos, ni en ningún otro.
La Viticultura en el mundo romano tiene sus antecedentes mas inmediatos en la cultura etrusca, así como, en la mayoría de los pueblos de la cuenca mediterránea que fue conquistando, entre ellos la civilización púnica, heredera en el Mediterráneo occidental del mundo fenicio. Y cuyo mejor exponente es el reflejado por el agrónomo Magón, su tratado, situado cronológicamente a finales del siglo IV a.c, se puede considerar la “Biblia” no sólo de la agricultura cartaginesa, sino también de la romana y a través de ésta, de la árabe, y ello a pesar de que no nos ha llegado su obra original, sino que ha sido objeto, a lo largo del tiempo de diversas traducciones y abreviaciones, a esto hay que unir que estas versiones de la obra magoniana tampoco se nos ha trasmitido de manera integra, nos ha llegado muy fragmentado, según F. Speranza ha fijado el número de fragmentos atribuibles a Magón en 66, de ellos, doce tratan sobre la arboricultura frutal y la viticultura.

Sabemos que tras la destrucción de Cartago en el año 146 a.c. , el Senado romano mando traducir los 28 libros del tratado agronómico de Magón al latín y que esta traducción fue seguida por otras tres en griego, a la que habría que sumarle una cuarta de la que tenemos noticias por la “Souda”(1), que la adscribe a Polión de Tralles. La obra de Magón fue en consecuencia una auténtica enciclopedia agrícola. En este sentido Varrón define la obra como una suma de todos los conocimientos adquiridos en materia agrícola hasta la fecha. (2).

Junto a esta obra magoniana, existen otras fuentes antiguas, sobre todo, libros y tratados referente a la viticultura en época romana; el primero del mundo latino, cronológicamente hablando, es De Agri Cultura de Marco Porcio Catón (Tusculum 234 a.c Roma 149 a.c.), apodado El Censor, Sapiens, Priscus o Major (el Viejo), para distinguirlo de su nieto Marco Porcio Catón el Joven.

De Agri Cultura es una obra escrita en prosa donde su autor, el más antiguo escritor romano de agricultura, expone detalladamente su empirismo técnico-administrativo. Es una obra dirigida exclusivamente a romanos; los numerosos preceptos y técnicas aconsejadas por Catón y relacionadas directamente a la rotación de los cultivos, el valor de los prados, regadíos, del abono natural para las plantaciones de olivo, la vid, de la que nos dice: «En el terreno más favorable a la vid y expuesto al sol, plantarás la pequeña Aminea, ya las dos Eugenias, y la pequeña Heluina. En la tierra más grasa y más propensa a la niebla, la gran planta Aminea mayor o Murgentina, la Apicia, y la Lucana. Otras viñas crecen a pesar del tipo de las tierras. Está muy bien en cualquier campo en su mayoría mezcladas con la Duracina y Ammineas mayores son buenas y muy convenientes colgando al suelo, o expuestas en una forja (ahumadas), así como mantenidas las pasas”. Con todo este bagaje de información disponible, en la práctica Catón se dirigirá a un pueblo de colonizadores o nuevos propietarios, más que a simples trabajadores o explotadores agrícolas en situaciones ya preconstituidas. (3).

Cronológicamente hablando, a Catón le suceden los dos Sarsenas (padre e hijo; el autor pudo ser el padre). Eran de origen etrusco y su obra al igual que la de Catón está llena de prácticas de todo tipo, incluso supersticiosas, que siguen teniendo vigencia en los textos agrícolas hasta bien entrado el siglo XVIII. Varrón (como luego Columela) los cita una media docena de veces siempre con respeto, dándole en ocasiones más credibilidad que a Catón
Y a estos les sucede, cronológicamente hablando, Cneo Tremelio Escrofa, entre el 59 y el 67 a.c. cuyas obras se han perdido. De la obra de Escrofa sólo han llegado fragmentos dispersos, algunos de los cuales se encuentran en la obra de Columela y muy pocos en la de Varrón. Hay un acuerdo general en que Escrofa marcó un punto de inflexión en la manera de considerar la agricultura y que su influencia sobre Varrón y autores posteriores debió ser decisiva. (4).


vinos vino betica varronEl erudito Marco Terencio Varrón nacido en el 116 a.C., en Reate, hoy Rieti, en la Sabina, y murió en Roma en el 27 a.C.; con casi 90 años de edad. Por un buen periodo, del 76 al 71, estuvo en Hispania durante la guerra de Sertorio como legado de Pompeyo, sus observaciones abarcan desde medidas y términos agrícolas hasta el cultivo de la vid.. En el 59 a.c., junto al agrónomo Cneo Tremelio Escrofa, es uno de los veinte comisionados para el reparto de tierras en la Campania. 

Las Res rusticae las escribió en el último periodo de su vida, según propia confesión. La obra se compone de tres partes o Libros, el primero de agricultura, el segundo de ganadería y el tercero sobre los animales de granja. Los diseña como resultado ficticio de otras tantas reuniones accidentales de amigos, es decir, en forma de diálogo, o mejor dicho tertulias. La ficticia conversación, parece situarla Varrón entre los años 59 y 57 a.C.

El Libro I, que es el que mas nos interesa, se abre con la dedicatoria a su esposa Fundania. En la dedicatoria invoca a los dioses agrícolas, y nos da una extensa lista de autores pero, salvo el cartaginés Magón, todos ellos griegos, en total unos sesenta autores griegos. Aunque también toma notas de otros autores como los Saserna, Catón, Teofrasto, siendo los de mas clara influencia Teofrasto y Catón, Escrofa y el cartaginés Magón.

La exposición se lleva a cabo por solo dos de los asistentes, el ya citado Escrofa y un excelente agricultor, Estolón, interrumpidos brevemente por algunos de los contertulios. La viticultura es tratada fundamentalmente en el capítulo 1.8, titulado “Sobre las viñas” y comienza diciéndonos que las viñas: “las hay de muchas clases. Unas son bajas y sin tutores, como en Hispania; otras altas, que se llaman yugadas, como sobre todo en Italia. En este tipo se usan dos nombres, ‘tutores’ y ‘yugos’. A los soportes rectos en que se apoya la vid se los llama ‘tutores’; los que unen transversalmente, ‘yugos’: de ahí lo de viñas yugadas. Sin embargo para Varrón, Las dos clases de viñas más económicas son; “La viña menos costosa es la que, sin yugos, suministra vino al acratophoro (Vasija para vino puro, sin mezclar todavía para ser servido en el banquete. Era un término griego de moda). De este tipo hay dos clases: una en la que la tierra sirve de lecho a las uvas (O sea, sin el más mínimo tutor ni formación de la cepa), como en muchos lugares de Asia, que con frecuencia se utiliza en común por zorros y hombres. Y si la tierra engendra ratones, menor es la vendimia a menos que llenes todas las viñas de ratoneras, cosa que hacen en la isla Pandateria (En el mar Tirreno. Isla famosa por los desterrados en ella, como Julia (hija de Augusto), Agripina (mujer de Germánico) y Octavia (hija de Claudio). 

En el otro tipo de viñedo, sólo se quita de la tierra la parte de la vid que muestra que lleva uva. Bajo dicha parte, cuando nace el racimo, se ponen debajo horquillas de unos dos pies hechas de renuevos, para que no tenga que esperar a que la vendimia termine para aprender a colgarse (Así lo dice Varrón: discat. Varrón parece referirse a racimos destinados al consumo directo que se conservaban colgados del techo. Así, la vid, que “ve” sus racimos colgados “aprende” que luego van a ser asimismo colgados de otro sitio. Es, seguramente, una broma de Escrofa. Recuérdese que se trata de una conversación entre amigos.) en el sarmiento o de una cuerda o de una ligadura que los antiguos llamaban cestum (Una tira de cuero. Los guantes de los boxeadores se hacían con tales tiras (el guante se llamaba así también). Allí, el dueño, una vez que ve la nuca del vendimiador (Esto es, que se ha terminado la vendimia: los ve yéndose), pone las horquillas a cubierto para la invernada, con objeto de que pueda usarlas el año siguiente sin coste. Los que tienen esta costumbre en Italia son los reatinos.

vinos vino betica varron libroEsta diversidad se debe principalmente a lo importante que es el tipo de tierra, pues donde por naturaleza es húmeda, hay que levantar la vid a mayor altura, porque en su nacimiento y alimentación el vino no requiere agua como en la copa (Recuérdese que los griegos y romanos bebían el vino mezclado con agua), sino sol. Pienso que, por ello, es por lo que primero trepó la vid a los árboles desde la cepa (Quizá sin saberlo, Varrón atina al sugerir que la vid es naturalmente una planta trepadora, como lo es en su región de origen, la costa anatolia del Mar Negro. Varrón está pensando, y seguramente justificando, la más querida forma de cultivo romana: el “conyugado” o “maridado”, esto es, el emparrado en árboles. Querida pero costosa).

Sobre la viña en el capítulo 1.25 nos dice Varrón: “Para elegir el terreno en el que se vaya a plantar la viña debe observarse lo que sigue. En el mejor lugar para vino y expuesto al sol conviene sembrar la amínea menor, la eugenea doble y la helvia menor. En el lugar que sea más craso o neblinoso conviene plantar la amínea mayor o la murgentina, la apicia y la lucana. Las demás vides, y entre ellas principalmente las miscelas, le convienen a todo tipo de terreno”.

Y referente a la vendimia expone que “deben cogerse las uvas y vendimiar entre el equinoccio de otoño y el ocaso de las Pléyades;” (cap. 1.34). Y en el capítulo 1.54, dedicado en exclusiva a la vendimia, explica que “ En los viñedos, cuando madure la uva, conviene hacer la vendimia de tal forma que tengas en cuenta en qué variedad de uva y en qué lugar del viñedo debes comenzar a recoger, pues tanto la precoz como la mezcla que llaman “tinta” (nigra), maduran pronto, por lo que han de ser cosechadas antes, como la parte más soleada de la plantación y de la viña debe descender de la vid en primer lugar.

En la vendimia, la uva no sólo se recoge sino que también se escoge por los diligentes: se recoge para beber, se elige para comer. De esta forma, la recogida se lleva a la sala de prensado y de ahí a la tinaja vacía (donde fermentará); la escogida, en cesta separada, de donde se pone en ollas y se la mete en tinajas llenas de orujo de uva, una parte se pone en el fondo de la cisterna en ánfora empegada, otra se cuelga al aire en la despensa ( La uva se conservaba en vasijas bien puestas a su vez en tinajas con los espacios rellenos de orujo de uva que se llevaban a una cisterna para tener mosto todo el año, según dice Catón, o bien colgando los racimos en ganchos, como vuelve a decir Varrón, para comerlas en invierno (esto se sigue haciendo hoy día en ambientes rurales).

Por otro lado, revestir las tinajas de pez nos puede sorprender, pero a los antiguos les gustaba el vino con sabores diversos, especialmente ese (recuérdese el vino de resina griego). De las uvas que se hayan pisado, los escobajos y los hollejos han de ponerse bajo la prensa para que, si le queda algo de mosto, se exprima en el mismo lagar (Lacum: “lago” se decía en La Rioja por los bodegueros que hacían su propio vino hasta hace poco ). Cuando cesa de fluir bajo la prensa, algunos recortan los bordes y prensan de nuevo; llaman de segunda prensada al nuevamente exprimido, y conservan separadamente lo que se ha exprimido porque tiene sabor a hierro.

vinos vino vetica vinasRomanasLos hollejos exprimidos de las uvas se echan en tinajas y se añade agua: esto se llama aguapié (lora), de ‘uvas lavadas’ (lota acina), y se le da a los trabajadores en el invierno en lugar de vino ( Lo mismo dice Catón, que la utiliza durante tres meses para los esclavos. El sabor a hierro que ha mencionado antes quizá se debiera a los instrumentos que servían para ajustar los bordes de la masa prensada. Era, lógicamente, un vino de mala calidad y no servía para ceremonias religiosas, pero sí para preparar alguna medicina).

En cuanto a la conservación de uvas, Varrón se basa en las instrucciones dadas por Catón y que como en tantas otras ocasiones lo encontraremos casi literalmente recogido por Plinio: “ Catón dice que la uva aminea, la pequeña y la mayor, y la apicia se conservan muy bien en ollas,

Foto: (Arqueología experimental: ‘Arqueología de vino en Italia: una experiencia siciliana’, puesto en marcha en las laderas del Etna por el Instituto de Patrimonio Cultural y los Monumentos del Consejo Nacional de Investigación (CNR-IBAM) de Italia, en colaboración con la Universidad de Catania). 

Igualmente bien en vino reducido ( Sapa: vino cocido hasta que se reduce a la mitad (según Varrón) o al tercio (según Plinio); el arrope español se hace así, pero se le agregan trozos de calabaza. También cocemos el vino con melocotón, peras o algunas otras frutas, postre bien apreciado en muchas regiones españolas), y en mosto. Para colgar, las mejores son las duracinas y las amineas scantianas. (Cita variedades también mencionadas por otros autores, lógicamente desconocidas hoy día. La denominación scantiana se aplica también a otras frutas). 

Sobre el Vino, en el capítulo 1. 65, dice “ El mosto que se guarda en tinaja para hacer vino no ha de sacarse mientras hierve, ni tampoco cuando el proceso sigue hasta que el vino se ha hecho. Si lo quieres beber añejo, como no se hace antes de que haya pasado un año, se saca de un año. Pero si es de esa clase de uva que se agria pronto, conviene que se consuma o venda antes de la vendimia. Hay clases de vino, entre ellos el de Falerno, tales que cuantos más años se tuvieren guardados, tanto más beneficio producen cuando se sacan. 

vinos vino betica casa italicaEs interesante conocer también la opinión de estos tratadistas sobre las instalaciones y la construcción de la casa de campo. En relación con la misma en el capítulo 1.13, nos comenta: “En la villa hay que construir los establos de tal forma que los de los bueyes estén donde en invierno puedan ser los más calientes. Los productos tales como son el vino y el aceite, en cámaras de piso plano; por ello, hay que hacer ante todo vasijas para vino y aceite. … Entonces se alababa la casa si tenía buena cocina rústica, amplios establos, bodega y despensa de aceite en función del tamaño del campo y pavimento inclinado hacia el lagar (Lacum: a veces estanque, y así lo traducen, pero el sentido de la frase es llevar el agua sobrante al trujal o lagar donde fermenta el vino para refrigerarlo porque, en efecto, la fermentación es violenta y la temperatura hace que la masa del mosto en fermentación llegue a romper las vasijas.

Foto Propia: restos de una villa romana en la ciudad de Itálica. Santiponce (Sevilla) 

El control de la fermentación ha sido el gran problema de la vinificación tradicional, resuelto antes casi a ciegas con inhibidores (por ejemplo, el conocido “bisulfito”, que solía dejar olor a sulfuro en el vino nuevo hasta que se aireaba) y modernamente con depósitos metálicos con regulación de temperatura),

Porque frecuentemente, donde se guarda el vino nuevo, con el hervor del mosto se rompen las orzas en Hispania y también las tinajas en Italia. De igual manera procuraban que hubiese en la finca todo el material que se necesita para el cultivo.

También en el capítulo 1.18, Varrón de nuevo señala las instrucciones que ya diera Catón en su obra:” Catón, sobre los esclavos, señala dos objetivos según un tipo dado de campo y sobre lo que se siembra, estableciendo dos fórmulas para olivares y viñedos. Una, en la que recomienda de qué manera conviene disponer 240 yugadas de olivar; dice, pues, que en ese caso hay que tener 13 esclavos: un encargado, una encargada, cinco peones, tres boyeros, un burrero, un porquero, un pastor. Prescribe otra regla para 100 yugadas de viña cuando dice que conviene tener 15 esclavos: un encargado, una encargada, diez peones, un boyero, un burrero y un porquero. De la misma manera dio otra regla sobre el instrumental para un viñedo, en la cual escribe que, si son 100 yugadas, conviene tener pertrechados tres equipos de prensa, tinajas con tapaderas para 800 cúleos, 20 para la uva, 20 para el cereal y asimismo otras cosas de ese estilo. Ciertamente otros aconsejan mucho menos, pero pienso que prescribió un tan grande número de cúleos para que no se obligara a vender el vino todos los años, pues los viejos son más caros que los nuevos y los mismos más en un tiempo que en otro.


vinos vino betica columelaSiguiendo el esquema cronológico sobre las fuentes específicas de la agricultura y viticultura de época romana, a Varrón le sucede; Cayo Julio Higinio (64 a. C. – 17 d.c.) escribió sobre agricultura y apicultura, fue un célebre escritor hispano-latino. Según Luis Vives, era natural de Valencia, fue liberto de Augusto y estuvo al cargo de la Biblioteca Palatina, en cuyas aulas ejerció la enseñanza de la filosofía. Otro autor de esos años fue Sabino Tiro, que escribió principalmente sobre horticultura. 

Durante los comienzos de la época imperial, destacan autores como Julio Grecino y Julio Ático que escribieron sobre vitivinicultura. Cornelio Celso, mas conocido por su obra “De medicina”, también escribió sobre agricultura.

Pero de estos años hay un autor que destaca sobre todos los demás y que a la postre se convertiría en uno de los grandes tratadistas de la antigüedad, hablamos de Lucius Iunius Moderatus Columella, es decir, Lucio Junio Moderato (o Moderado) Columela, nombre completo que dan a nuestro escritor los manuscritos, era originario de Gades, la actual ciudad de Cádiz: in nostro Gadium municipio, dice en ( Res rustica VIII 16, 93, y en X 185). No podemos precisar la fecha de su nacimiento, si bien los datos que pueden recabarse de su obra y de otras fuentes antiguas hacen pensar que pudo ser por los mismos años en que Cristo venía al mundo en el otro extremo del Mediterráneo. Seguramente su infancia y mocedad transcurrieron en tierras de la Bética, donde estaba afincado su admirado tío Marco Columela, mentor de su iniciación en la economía rústica. Suponemos que luego se trasladó a Roma, aunque ignoramos cuál fue allí su ocupación. Sí sabemos que, antes de escribir su obra en edad madura, estuvo en Oriente, tal vez como mando superior del ejército romano; así lo sugiere al menos la inscripción encontrada en Tarento, que nos lo presenta como tribuno militar de la legión sexta. Sobre la fecha de la muerte de nuestro autor, distintos indicios apuntan a que le sobrevino en edad avanzada, aunque seguramente no más allá de los 65 ó 70 años (Plinio, que escribe por los años setenta del siglo, lo cita ya como no vivo).

De sus escritos hemos conservado la Res rustica, en doce libros, y un Liber de arboribus que todos los manuscritos conservados traen inserto en la obra mayor como libro III, de manera que durante siglos la tradición conoció un solo tratado con trece libros. Aparte, Columela mismo afirma (XI 1, 31) que había compuesto también una obra aduersus astrologos con el fin de refutar la creencia exagerada en el influjo de los astros en el clima; y en otro lugar nos dice que tiene intención de escribir acerca de «los ritos seguidos por los antiguos en las lustraciones y demás ceremonias que se hacen para favorecer la cosecha» (II 21, 5), pero ignoramos si llegó a cumplir su propósito. Por último, casi todos los manuscritos que presentan la tabla de materias al final del libro XI, añaden una nota advirtiendo que, además de los doce libros, existe otro dedicado a Eprio Marcelo que trata de las viñas y los árboles. 

vinos vino betica gadesVaya por delante que la Res rustica columeliana es, sin lugar a dudas, la obra más completa e innovadora que la Antigüedad nos ha legado en materia agronómica. los doce libros de la obra mayor están dirigidos a un tal Publio Silvino, de quien nada se sabe salvo lo que en ella leemos.
Columela hace gala de un amplio conocimiento de la tradición agronómica. La lista de autoridades que ofrece en I 1, 7-14, comprende más de cincuenta nombres, entre griegos (Hesiodo, Demócrito, Jenofonte, Arquitas de Tarento, Aristóteles, Teofrasto, y otros muchos que apenas conocemos) y latinos. Éstos son diez: Catón, los dos Saserna, Tremelio Escrofa, Varrón, Virgilio, el tratadista de apicultura Higino, Comelio Celso y dos especialistas en la viticultura, Julio Ático y Julio Grecino; a los que hay que añadir el púnico Magón —rusticationis parens, lo apoda—, a quien lee en su versión latina. Es evidente, sin embargo, que no todos los autores de esta larga nómina han sido utilizados por igual. Como ha señalado B. Baldwin, son ciertamente las obras latinas —incluida la de Magón— las más utilizadas, y entre ellas las Geórgicas virgilianas constituyen un caso especial; Virgilio es citado más de treinta veces, algunas mediante epítetos que suplen su nombre y que van desde el encendido verissimus vates (I 4, 4) al sencillo poeta (VI 27, 4), «el poeta» por antonomasia.

Foto Propia: Procedente del museo arqueológico de Cádiz

Los libros dedicados a la viña y la viticultura son, el III, llamado surcularis prior en los dos códices más antiguos así como en la tabla del final del libro XI. Es de imaginar que el propio Columela, o bien un copista temprano, quiso distinguir con ese adjetivo los cultivos mediante planta (plantón, injerto, esqueje = surculus) —es decir, la viticultura principalmente, pero también otros tipos de árboles y arbustos— cuyo método es la siembra. El libro IV continúa la exposición de la viticultura iniciada en el libro anterior y no lleva ningún epígrafe en los manuscritos (le correspondería el de surcularis secundus); sí lo lleva, en cambio, el libro V, llamado surcularis liber tertius en los dos códices más antiguos,. Este libro empieza con un compendio de agrimensura al que sigue la referencia a la viticultura en las provincias y a la formación de la arboleda emparrada o arbustum, cultivo de la viña propio de Italia, así como a la plantación e injerto de otros árboles (olivos, frutales, cítiso). Se cierra así, con cinco libros, la parte estrictamente agrícola de la Res rustica, ya que los restantes del plan inicial están dedicados a la ganadería.

La aplicación de gran parte de los preceptos indicados por Colmuela han llegado prácticamente hasta nuestros días y aunque no se pueda decir que fue el padre de la ampelografía, si fue el primero de los agrónomos que dio un amplio repertorio de variedades o casta de uvas, así como de su descripción morfológica y de sus cualidades vínicas y gustativas. De las uvas de mesa comenta los siguiente: “vides tempranas: Jaenes Purpúreas, Teta de Vaca, Datillillos de Rhodas, de Lybia y Cabrieles. Y por su hermosa vista: las Afestonadas, las Tripedáneas, la de á onza o Unicarias, las Cydonitas. Las que se guardan en vaso en el invierno: las Venúculas y las Numisinas.

En su recorrido por las distintas variedades de uvas y algunas de su cualidades, comienza con las que para él son las mejores a la hora de obtener vino: “Solas las amineas se dice que exceden en el gusto de sus vinos a todas las demás. Amineas menor y amineas mayor. Hay también otras dos que son las Amineas Dobles, estas se llaman gemelas, porque echan racimos dobles, dan un vino mas aspero, de igual duración al de las anteriores…. Aminea borrosa, llamada así porque sus hojas se ponen mas blancas que las de las demás amineas. A la verdad dá buen vino, pero es mas ligero que el de las anteriores…. Hay otra Aminea singular, no desemejante a la gemela mayor, pero algún tanto inferior en el gusto de su vino aunque muy generoso”.

En esté recorrido y categorización de las distintas variedades, menciona a continuación a: “Las Nomentanas van después de las amineas en la generosidad del vino”. De esta variedad comenta Colmuela que la Menor se llaman también Rebelianes y Fecinias, porque su vino deja reposar mas heces que, el de las demás uvas. Le siguen las que él denomina Eugenias, las Alobroges de las que dice que mudando de país mudan lo gustoso de su vino. “Igualmente son recomendables por sus grandes cualidades las tres especies que hay de Apianas o Moscateles – apianas por la afición y destrozo que les hacen las abejas y moscateles por las moscas – Y estas que hemos referido hasta aquí , son las mas celebres por lo exquisito de su gusto”.

vinos vino betica mosaico meridaOtra categoría de uvas para colmuela son: “las viñas de segunda clase; tales son la de Berri y la Basílica o Real, a la menor de las cuales llaman los españoles cocolubis, su vino aguanta mucho tiempo, y a fuerza de años adquiere cierta bondad”.Dentro de esta segunda clase también se encuentran la Visual y la Argentis menor, a las cuales le siguen las llamadas Heluolas, que otros llaman várias, no son pupúreas ni negras y su color rojo pálido que en latin es helvus, les ha dado el nombre de Heluolas, produce mosto blanco”. Otra de las variedades mencionadas por Colmuela en esta categoría o segunda clase de viñedos son las Precias Mayor y Menor y la Albuel. En esta categoría también incluye Colmuela las vides griegas de las que dice: “Las Mareóticas, las de Thaso, las Psithias, y las Sophorcias, asi como tiene buen gusto, son de poco producir en nuestros países…. Sin embargo la Inerticula negra, que algunos griegos llaman amethysto, son de buen vino y no hacen daño, de donde ha resultado tomar este nombre.

Foto: Mosaico de la Casa Romana del anfiteatro de Mérida

En la tercera categoría o clase de uvas coloca Colmuela las tres Helvenacias, de las cuales las dos mayores de ninguna manera pasan por iguales en la poca bondad y abundancia de su mosto, una de ellas que los habitantes de las Galias llaman Emarco es de vino mediano y la otra que llaman larga y también Avara lo hace ordinario, sin embargo la Espiona (según Plinio algunos llaman espinea de espina) es abundante de mosto, lo mismo sucede a la Oleaginia (según Plinio dice que se llama así por la semejanza que tiene sus granos con las aceitunas, que en latin se llaman olee), a la Murgentina, que también se llama Pompeyana; a la Numisiana, a la Venucula, que también se llama Escrípula y Esticula; a la Fregelana negra, a la Merica, a la de Rhecia y a la Arcelaca Mayor, “que es la mas abundante de todas las que hemos conocido y que muchos creen falsamente ser Argintis”.

Relaciona también Colmuela una serie de variedades de uvas poco conocidas por él, como la Pergulana, la Ircicola y la Fereola, así como una vid temprana, que se llama en griego Draconcio, “comparable por su fecundidad y buen gusto de sus uvas a la Arcelaca, a la Basílica y a la Berri y en la generosidad del vino a las amineas. Hay además muchas especies de vides cuyo número y nombre no podemos decir con certeza”. 


Es evidente que para el mundo romano la agricultura y la ganaderia es la actividad económica fundamental y es algo que continuó siéndolo durante toda la antigüedad, era pues la actividad mas habitual y mas típica, y la tierra la forma mas importante de riqueza. La ocupación del granjero era considerada cercana en importancia a la del soldado, y los romanos distinguidos no desdeñaban su práctica. Durante el periodo del Principado, se presenció la expansión de la agricultura provincial, sobre todo en Occidente. En la economía romana una gran proporción de la fuerza laboral está empleada en la agricultura, que es además la primera fuente de recursos del Imperio, de ella vivían el 90% de los aproximadamente 60 millones de habitantes de todas las provincias.

Por ello, conscientes de la necesidad de mantener un numeroso y vigoroso grupo de agricultores, se esforzaron desde muy temprano en inculcar a sus campesinos un conocimiento tanto teórico como práctico sobre la materia.Ya hemos visto sus autores mas importantes hasta el cambio de era. Ya en el siglo II d.c. los dos Quintilios, oriundos de Troya, escribieron sobre el tema en griego. En el siglo III Gargilio Marcial de Mauritania compiló una Geoponica en que incluía la botánica médica y el arte veterinario. La Opus agriculturae de Paladio (siglo IV), en catorce libros. Organizado como un anuario agrícola, divididos en 112 meses y en capítulos con índices. Copia mucho a Colmuela y Gargilio Marcial. El primero que habló de él fue Casiodoro en el siglo V.
vinos vino betica georgicasTambién encontraremos referencias a la agronomía, y, en algunos casos de forma muy prolija, en autores de obras de carácter mas general (poetas, historiadores, oradores, filósofos, greógrafos). Que manteniendo un cierto orden cronológico citaremos primero a Polibio (circa 200 – 118 a.c.). Historiador griego, sobre todo del crecimiento del poder de Roma. Cicerón (106 – 43 a.c.). Estadista, orador y filosofo romano.

Publio Virgilio Marón (Andes, cerca de Mantua, 70 a. C. – Brundisium, 19 a. C.), hijo de campesinos, fue un poeta romano, autor de la Eneida, las Bucólicas y las Geórgicas. Estudió filosofía, matemáticas y retórica, y se interesó por la astrología, medicina, zoología y botánica, gracias a la protección del político Cayo Mecenas. Fue el creador de una grandiosa obra en la que se muestra como un fiel reflejo del hombre de su época, con sus ilusiones y sus sufrimientos, a través de una forma de gran perfección estilística. 

Entre el 36 a. C. y el 29 a. C., compuso, a instancia de Mecenas, las Geórgicas, (de ge y orgon, que en griego significan trabajos de la tierra, agricultura) poema que es un tratado de la agricultura, destinado a proclamar la necesidad de restablecer el mundo campesino tradicional en Italia. El poema está dividido en cuatro libros, tiene un carácter didáctico y consta de 2.188 hexámetros. Está inspirado en Los trabajos y los días de Hesíodo. Virgilio la dedicó de modo especial a sus benefactores, Augusto y Mecenas (al que se invoca en el inicio de cada libro). La obra sirve de ilustración de algunas de las labores desarrolladas en el campo (recolección, siembra…), de explicación del funcionamiento de las estaciones del año y de las características climáticas.

Libro I: La agricultura: la tierra, los métodos, el origen de la agricultura. El trabajo agrícola: los instrumentos, el tiempo propicio para las labores. Las predicciones meteorológicas. Libro II: Los árboles cultivados y frutales: las especies y los terrenos y cuidados que requieren. El cultivo de la vid y del olivo (específicamente). Según Segura Ramos a la vid le dedica en este libro 105 versos. Libro III: Ganadería vacuna y caballar. Ganadería ovina y caprina. El cuidado y cría de los perros. Las plagas de los ganados. Libro IV: Apicultura.

Y así comienza el libro II: “Hasta aquí he cantado el cultivo de los campos y el influjo de los astros; ahora, ¡oh Baco!, te cantaré a ti, y contigo los silvestres arbolados y los tardíos renuevos del olivo. Por lo cual, ¡oh labradores!, trabajad y aprended los cultivos propios a cada especie y domad a fuerza de cultivo la aspereza de los frutos silvestres. No dejéis las tierras baldías; plantad de viñas el Ísmaro y de olivos el gran monte Taburno. 

No pende de nuestras cepas la misma vendimia que la que coge Lesbos del pámpano Metimneo. Hay vides Tasias y Mareótidas blancas, buenas estas para las tierras gruesas, aquellas para las ligeras. La uva Psitia es la mejor para hacer vino de pasas; la Lageos, de menudos granos, hará enredarse los pies y trabarse la lengua a los bebedores; hay también uvas purpúreas, uvas tempranas. Y ¿con qué versos te celebraré bastante, oh uva Rética?; pero no disputes la palma a las bodegas de Falerno. Tenemos también las vides Amíneas, que dan vinos muy recios, ante los cuales se rinden el Tmolo y el mismo Faneo, rey de todos ellos; la uva de Argos, que es la mas pequeña de todas, pero con la que ninguna puede competir en dar vino abundante y de mucha dura. No os pasaré por alto, ¡oh uva Rodia!, grata a los dioses y bien venida en las segundas mesas; ni a ti, ¡oh Bumasta, de hinchados racimos! Innumerables son las especies y las denominaciones de las uvas; vano fuera intentar contarlas, tan vano como intentar saber cuántas arenas del mar Líbico revuelve el céfiro o cuántas olas del mar Jónico van a estrellarse en la playa cuando furioso el auro azota las naves.”


Dentro de estos autores de obras de caráctter mas general, citaremos también, como no, a Estrabón (Amasei, circa 64 a.c circa 24 d.c). Geógrafo e historiador griego. De origen aristocrático. Su gran obra histórica se ha perdido y sólo se conservan, con ciertas lagunas, los diecisiete libros de su Geografía, que abarcaba todo el mundo conocido hasta entonces. Los diecisiete libros de la Geografía de Estrabón constituyen el más vasto y apreciado estudio geográfico que la antigüedad griega nos ha dejado. Obra de proporciones gigantescas, según la define el mismo autor, se desarrolla de acuerdo con la trama esencial de un grandioso periplo mediterráneo, llevado a cabo a lo largo de todas las costas del «Mare Nostrum» e iniciado en el litoral ibérico de las Columnas de Hércules.Entre otras descripciones de la Bética nos dice: «De Turdetania se exporta trigo y vino en cantidad, y aceite no sólo en cantidad, sino también de la mejor calidad.

Tito Livio (59 a.c – 17 d.c), representa la culminación de la analística romana. Séneca, el Viejo (circa 55 a.c. circa 40 d.c.). Escritor romano de retórica. Cneo Pompeyo Trogo fue un historiador galo-romanizado (28 a.c.- 14 d.c.), perteneciente a la tribu de los voconcios de la Galia Narbonense. Trogo cobró renombre durante la época de Augusto y es casi contemporáneo de Tito Livio. Veleyo Paterculo (circa 19 a.c. circa 30 d.c.). Historiador romano. Séneca, el joven (circa 4 a.c 65 d.c.). Filosofo, autor trágico y satírico. Marco Gavio Apicio fue un gastrónomo romano del siglo I d. C., supuesto autor del libro De re coquinaria, que constituye una fuente para conocer la gastronomía en el mundo romano. Vivió durante los reinados de los emperadores Augusto y Tiberio. «El arte de la cocina. De re coquinaria. Recetas de la Roma Imperial. Barcelona 2007». 

Plinio el viejo (23 – 79 d.c.), enciclopedista romano. De su extensa obra “Naturalis Historiae”, en el libro XIV nos habla de la vid, del vino, de su historia, tratamiento y sus variedades. Y así nos escribe Plinnio:

“Por nuestra parte, examinaremos lo que se ha olvidado. … Virgilio, este admirable poeta, que ha recogido la flor, y nombra a quince especies de viña, de olivos tres, otos tantos de perales, y el limonero, menospreciando los demás. No es la uva más agradable por su firmeza, como la Duracina y como tal el nombre lleva. Numerosas variedades de tamaño, color, sabor y grano, se multiplican por las variedades de vino. Hay grupos de brillo púrpura, aquí el color de la rosa, también un reflejo de color verde. El blanco y negro son las comunes. La Bumastes son tan grandes como las tetinas. Las llamadas Dactyles tienen muy alargado el grano. La naturaleza, ha desempeñado, junto a la gran y pequeña viña de uva de sabor dulce y se llaman Leptorages.
Hay uvas que reciben el humo de la forja, que toman el sabor el vino: el emperador Tiberio dio gloria al popular ahumado de las uvas en los hornos de África. La desecación producida por el sol hace las uvas pasas que da el nombre que llevan. También conservadas en el mosto de uva, se beben en su propio vino. Otras, en el mosto hervido, que las suaviza y pone dulces. la austeridad de la pez echada en el pedículo del racimo les hace durar tanto como el grano puesto en tinajas y cántaros, es para los vinos. Además, se constató que la uva, proporciona un vino con sabor a pez, de ahí una de las famosas uvas de Viena; Arvernes que dan en sus tierras, y la Sequani Helvea de estas no se sabía en los tiempos de Virgilio, que murió allí hace noventa años.

Fue Demócrito, quien escribió de todas las especies conocidas de los viñedos de Grecia, es el único que piensa que las variedades podrían enumerarse. Otros autores dicen que eran infinitas, afirmación que será aún más cierto si tenemos en cuenta el vino. La primera fila se da a los viñedos Aminea, debido a la fuerza y la vitalidad de los vinos, que está creciendo con su vejez. Hay cinco especies. La menor tiene el grano más pequeño, tiene mejor la floración soporta la lluvia y el mal tiempo. Esto no es así en la mayor, que amarrada a los árboles sufre menos que en yugo a otra vid. Las otros dos son llamadas Gemelas, al salir siempre de a dos en dos las uvas y el vino tiene un sabor amargo, pero una gran fuerza. El quinto caso se denomina Lanada. Lo primero que las vides de Aminea cuando madura, la uva se pudre en muy rápidamente.
El segundo lugar pertenece a la vid Nomentana, cuya madera es de color rojo, como algunos la han llamado viñabermeja: le dan menos de vino. Las viñas Apianas (Moscatel) recibieron el apodo de las abejas, de las que son muy golosas. Hay dos especies, que crecen juntas, que producen vinos dulces y luego tienen amargura en los últimos años y se hacen bermejos: es la vid que crece en la mayoría de Etruria. Estos son los viñedos más famosos de Italia y de esta tierra, otras fueron traídas desde Quíos y Thasos.
No es inferior las vides Griegas en bondad a las Amineas. La Eugenesia, cuyo nombre indica que la bondad provenía de las colinas de Taurominium, solo se ha conseguido que sea generosa en el territorio de Alba; transplantados en otros lugares, pronto degenera. Esto es lo que le pasará con la vid retica vid Alobrica, que llamamos Picata; la Eugenesia, la retica, la Alobrica (Saboyana), el fruto es de color negro. Los vinos de viñedos que hemos enumerado hasta ahora, incluso los de vid de uva negra, vienen con la edad a tener el color blanco. Otras viñas no se conocen.
A veces, sin embargo, por favor del cielo o la tierra, los vinos se pueden almacenar, por ejemplo, los vinos de vid feceniese y vid biturique, la uva no es bella a la vista, pero tiene un sabor agradable al gusto. la helvoles son notables por su color entre violeta y negro, variando a menudo y de esto se la da por algunos el nombre de Varianas. De las dos especies helvoles, preferimos el color negro. Producen cada dos años, y el vino es aún mejor cuando el cultivo es menos abundante. Las vides Precias se dividen en dos especies también, son muy buenas uvas para mantenerlas en las ánforas, Los residentes en Dyrrachium celebran la uva basílica. En España la llaman cocolobis (cocolobina). Es menos prieta y es resistentes al calor y el viento del mediodía, el vino hace irse la cabeza, tiene mucha pegada. Los españoles distinguen dos especies, una de grano oblongo, y otra alargado, y es la vid que última que se cosecha. La cocolobis cuanto más dulce tanto mejor. La que tiene sabor astringente con la vejez se vuelve más suave, y la que es dulce se convierte en astringente con el tiempo, por lo que este vino compite con el de Alba: Dicen que es el mejor para las afecciones de la vejiga. la uva Albuela produce más cerca de los árboles altos, y la visula a los bajos, Llaman inerticule e inarticula, a la poco conocida Sobria, una uva negra, el vino se recomienda, sobre todo cuando es añejo, fuerte, que hace daño, y que causa temblores la borrachera.
la vitis Helvenaca (trepadora). Hay dos especies: la mayor, que llaman longa y la más pequeña, conocido como marcum (Arca): no tan fecunda, pero el vino es más agradable de beber. Ninguna ama menos Italia que esta vid, es pequeña, sino se pudre, y el vino, que produce no pasa del verano, Gracinus. Dicen que no se abochorna ni seca; que es de alta calidad, la vid espionia que algunos llaman espinea. La venicula es uno de las mas floridas y sus uvas son muy buenas para mantener en ollas de barro. Los de Campania prefieren llamarla Surcula, otros Estacula. En Terracina se cría la vid Numisiana , sin cualidades, pero en las tierras de Surrente, es muy buen vino, pero hasta el monte Vesubio. De hecho, allí esta la Murgentina, de lo mejor, traída de Sicilia, y que algunos llaman la pompeyana. Del mismo modo la horconia en Campania, que es solo buena para comer, pero de mucha abundancia. La Merica, la uva es de color negro, y el vino rojo con la edad.
Pertenecen a otras partes, a las localidades, o son el producto del injerto. Así tudernis tuderna y Florencia-tudernis son específicas de la Toscana. En Aretium Arezo la talpana la Etesiaca y coseminia son excelentes. La talpana negra da un vino blanco, la Etesiaca es engañosa; cuanto más da, más bueno es el vino, pero algo único. El vino negro de la Coseminia no dura nada. Irtiola, es exclusiva de Umbría, y la Mevanate y Picenum; la Pumula en el territorio de Amiterne. En estos territorios es la Bannanica, La ciudad de Pompeya dio el nombre a la vid pompeyana, que, sin embargo, es más fructífera en la tierra de Clusium. Y se llama Tiburtina en Tibur, un territorio en el que llegamos a encontrar la Oleaginen. Solo los Sabinos y Laurentis han conocido la Vinaciola. Se que de los viñedos del Monte gaurus Gauranas, se llevaron a Falerna llegado a ser llamada, Falerna. Algunos también han llamado Tarentina, a una uvas muy dulces. La capnia buconiates y tarrupia las laderas de Thurium. Goza de la viña Faria, Pifa; Módena la Prufinia, cuyo grano es de color negro y cuyo vino se vuelve blanco al final de cuatro años. Lo singular es una uva que sigue el sol en su movimiento, y es llamado por esto streptis. En Italia, nos gusta la vid de los galos, y el Picenum más allá de los Alpes. Virgilio ha nombrado a las tasias , las mareotidas y las Lageas, y varias viñas extranjeras que no se encuentran en Italia.
Son notables por el sabor de las uvas, no por el vino, La Ambrosiaca y la Duracina que pueden mantenerse en la misma vid, sin ponerse en hoyas de barro. Ni El orthampelos necesita de árboles o estacas, para apoyarse: no puede hacerlo así la dactylides, que son delgadas como un dedo. Las Colombinas Colubinas tienen grandes razimos, y especialmente púrpureas la Columbine, apodada bimammie. Sin embargo, la llamada Tripedanea (tres pies), cuyo nombre proviene de la dimensión del racimo. El grano de la Scirpula es arrugado, y la Rhetica, llamada así en los Alpes Marítimos, y difiere de la anterior en ser muy loada. El racimo es corto apretado, dando un mal vino, pero con la piel muy fina, y sólo una muy pequeña semilla que se llama chiusa, y tiene el razimo una o dos uvas muy grandes. Todavía la Aminea que es negra y la llaman Syriaca. La española es la más inferior de las especies. En los soportales y cenadores de huertas se ponen Escarias con los granos como de yedra blancos y negros, y la duracina entre el blanco y negro; bumastes el blanco y negro, y entre las vides todavía no he nombrado, la vid de Égium, Rhodia y la uncial, nombre por dar una idea de peso del grano, y la pucina, que es el más oscuro de todos, y la Stephanites que, por un juego de la naturaleza, tiene la forma de una ofrenda floral, entre sus granos nacen hojas que los rodean como una corona, los viñedos llamados Forenfes, que maduran muy presto, de buena vista para vender, y fácil de llevar. Desagrada por el contrario, incluso a la vista la Cirenea, la rabuscula y la asinisca; desagrada menos en la Alopecis, que imita a la cola del zorro. Se llama Alexandrina a una vid que esta cerca de Phalacra. Es pequeña, las ramas del tamaño de un codo, la uva negra y grande como un haba y la granilla blanda y con pequeños racimos torcidos y oblicuos y muy suave, la hoja es pequeña, redonda y sin divisiones. Se encontró hace siete años, en Alba Helvia Alua-Eluia en la provincia de Narbona, una flor de vid que florece en un día, que por esto es en gran parte inmune a los accidentes. Se llama Narbona y hoy está plantada por toda la provincia.
El más antiguo es el famoso vino Meroneo, en la costa de Tracia; del que Homero (Odisea) habla. Aristeo, es el primero que ha envuelto el vino con miel, dos productos naturales de excelencia y un resultado maravilloso. Homero dice que hay que poner veinte veces más cantidad de agua con el Meroneo. Mucianus, tres veces cónsul, uno de nuestros últimos escritores, dice de verlo, con una mezcla de con cada sextario (0,54 de litro) de vino ocho de agua, añade que este vino es negro, fragantes, convirtiéndose en grasa con la edad. El vino Pramnio, que Homero (Iliada) elogió, y todavía se está honrando, nace en el territorio de Esmirna.
Esto, es una propiedad de los vinos muy viejos, que no pueden beberse puros, que se tienen que mezclar con agua, para someterle la amargura, es el resultado de la vejez. Sin embargo, una pequeña cantidad de vino es suficiente para auxiliar a otros vinos. En raras ocasiones, de hecho, vimos a la gente más extravagantes y glotona, pagar 1.000 sestercios por un ánfora.
El segundo lugar fue dado al de los campos de Falerna, especialmente en Falerna el Faustiano No hay Vino más popular ni con mejor opinión. Hay tres especies: el astringente, dulce y ligero. Algunos, haciendo otras distinciones, por ejemplo el Gaurano viene en la parte superior de las colinas, en medio se da el Faustiano y Falerna continuación en los bajos. No hay que olvidar que ninguno de estos famosos vinos procede de uvas sabrosas
En tercer lugar de honor tienen varios vinos Albanos cercanos a Roma, muy suaves y raros, muy dulces con alguna astringencia. Los vinos de Surrente, que nacen sólo en estas viñas, son muy buenos para los convalecientes, debido a su ligereza y sus cualidades beneficiosas.
La tercera fila es aún discutida por los viñedos Masticos, que desde la cima del monte Gaurus, mirando a Pocuelos y Bayas. En cuanto a los vinos en el Statanos cercanos de Falerna, que una vez fue la primera fila. Generalmente preferían los vinos Calenos, que son vecinos, y nacen entre viñedos y arbustos. También se considera el vino Veliternos y Privernano, cerca de Roma. En cuanto al de Signia, que tiene un exceso de astringencia, está entre los fármacos, es específico para detener la flojera de vientre.
La cuarta fila los Mamertinos se daban en las comidas públicas por el dios Julio César, quien primero lo puso a favor, como se ve en sus cartas. El Mamertino viene de los alrededores de Messina en Sicilia, y los potulanos que recogen el nombre y de su primer agricultor, es la variedad que crece en la parte más cercana de Sicilia a Italia. El Tanromino vino siciliano también es muy conocido, y se pone en las frascas por Mamertinos.
Entre otros vinos, se cita desde el mar Superior, los de Pretufia y los de Ancona, y los vinos nombrados Palmesianos, quizás debido a la uva palma no siendo casualidad que estén en el mismo lugar. En el interior del país son los vinos Cesen y los de Mecenas, en Verona, el vino Rhetico que Virgilio solo prefiere antes a los de Falerna. Desde el Golfo los vinos Adrianos, pero ya en el interior, los vinos Latinienses los Graviscanos y Estatonienses. los vinos de Luna tienen la palma en Etruria, entre los de Liguria los de Génova.
Entre los Pirineos y los Alpes, los de Marsella tienen dos vinos, uno, más grueso y como ellos dicen, suculento, se utiliza para dar sabor a otros, El más famoso allá en el interior en las Galias es el de Béziers. En cuanto a los productos distintos de la provincia de Narbona, nada se puede decir: los inquilinos de este país fabrican este producto básico, y sus vinos con humo y quiera el cielo que no añadan hierbas e ingredientes nocivos, que compran aloe, con los que alteran el sabor y el color.
En las regiones lejos de Italia no faltan vinos: como el vino de Tarento los de Servicta, los de Consencía, los de Tempsa los de los Babia y Lucanos, incluidos los vinos Thurium aventajados. Pero el más famoso de todos es el Lagatinos, por haberlo utilizado para su salud y bebido ampliamente Messala, que se da cerca de Grumentum. Recientemente, los nuevos vinos de la Campania, ya sea por el bien hacer o por suerte, se hacen famosos. A cuatro millas de Nápoles están los Trebellinos. El vino Caulin cerca de Capua y el vino Trébulano en sus campos, En Campania siempre han glorificado los vinos trifolinos la gente común. Los Vinos de Pompeya han alcanzado su perfección luego de envejecer diez años y nada más que ganar a medida que envejecen; tienen el inconveniente de causar dolor de cabeza hasta la sexta hora del día (mediodia). Estos ejemplos, en mi opinión, demuestra que lo que importa es la tierra y el suelo, no la uva, y no es necesario probar una lista de las especies, ya que la misma vid, transplantada, ofrece productos diferentes. Los Viñedos laletanos , en España, son reconocidos por la abundancia de vino que dan, los de Tarragona y Lauron por sus cualidades brillantes: los de las Islas Baleares se comparan con los primeros vinos de Italia.
Ahora nos fijamos de la misma manera en los vinos procedentes del extranjero. Después de aquellos vinos designados por Homero y de los que hablamos, los más famosos fueron los de Thasos, uno de Quios, y entre los vinos de Quíos, los llamados Arvisio. El vino de Lesbos se tomaba, por la autoridad de Erasistrato, gran médico, alrededor del año de Roma 450. Ahora el más solicitados es el de Clazomène, puesto que tienen menos agua de mar mezclada con el vino. El Lesbos tiene un sabor de agua de mar natural. El Tmolitos no se considera para beberlo solo, pero debido a su suavidad, se mezcla con otros para reducirles la dureza, ya que inmediatamente después de la mezcla parecen más añejos.
Después estarían los vinos de Sicyon, Chipre, Telmesse, Trípoli, y en Beryte, el Sebenytico: Este vino, que se encuentra en Egipto, es famoso por hacerse con tres especies de uva, la thasia, la Ethala y Peuce. Luego dicen del vino hippodamancio, el Mistico, el cantharita, el Protropo Gnidio gota, el catacecaumenita , el Petritis y el Myconio: en cuanto al Mesogite es reconoció que a causa de dolor de cabeza, el Efesio no es sano, ya que combina el agua de mar y vino. El vino de Apamea se dice que es muy buen vino dulce, como el pretutien en Italia. Cabe señalar esta particularidad, que la mezcla de dos sustancias dulces no da un buen resultado. El protagion ya se olvidó; la escuela de Asclepio lo había puesto junto a los vinos italianos. El médico Apolodoro, en el libro que le dijo el rey Ptolomeo sobre que vinos tenía que beber, ha elogiado el Naspercénito en el Ponto, y luego el Oretico, el Enéate el leucadio, el Ambraciote, y que prefería a todos los vinos el Preparencio, pero él dice que tiene una reputación menor, porque perdía el gusto después de seis años.
En Grecia, el vino se llama Bion, curaba variadas enfermedades. Se prepara de la siguiente manera: uvas, recogidas justo antes de la madurez, se secan al sol y revolviéndolas tres veces al día durante tres días y al cuarto, se prensa, se pone el vino en vasos, y se lo deja envejecer al sol. El que el pueblo le mezcla agua de mar en grandes cantidades, debido a la invención de un esclavo que reparaba así su robo y se aplicó al vino blanco de nuevo, y su ajuste se llama Leuconium.
En otros países, se prepara de la misma manera el vino llamado tethalasomenon . Es thalessite se hace metiendo los vasos en el mar, envejeciendo el vino antes de su tiempo. Caton ha enseñado para hacer el vino Coo Italiano: que se deberá indicar además de la preparación, que se cociese durante cuatro años al sol. Los vinos de Rodas son similares al de Cos; el phorineo es más salado. Se estima que todos los vinos transmarinos en seis o siete años están a mitad de su vejez.
Los vinos dulces no son fragantes, el vino cuanto más ligero, es más oloroso. Los vinos tienen cuatro colores: blanco, amarillo, rojo y negro. El psythio y melampsythio son especies de vino de pasas, tienen un sabor especial, no de vino. El cysibilite y Aliñito tienen el sabor del vino dulce, el primero viene de Galatia, el segundo de Sicilia. En cuanto al sireon, llamado Epsema, y por los romanos Sapa, Es producto del arte no de la naturaleza: se prepara cociendo hasta que se reduce a un tercio, cuando se reduce a la mitad, se llama frutum. Todos estos vinos han sido diseñadas para falsificar la miel, pero los que hemos hablado primero se debe sólo a la uva y la tierra. Después del vino de Creta, está el vino de pasas de Cilicia, y el de África, tanto en Italia como en provincias vecinas.
Es cierto que lo hacen con las uvas que los griegos llaman Stica, y nosotros con la Apiana; El scirpule; también se hace con uva pasas dejadas mucho tiempo en la vid a la luz del sol, o se sumergen en aceite hirviendo. Algunos lo hacen con uva blanca suave, siempre muy madura y secada al sol, hasta que su peso se reduce en poco menos de la mitad, luego aplastadas y exprimidas suavemente, y luego se añade con agua del pozo tanta como se saco exprimiendo, siendo el segundo que produce en calidad del vino de pasas. Los fabricantes más cuidadosos, secan solo las uvas de la misma manera, sin escobajos, y las humedecen sin el escobajo, resultando un excelente vino, hasta que se hincha, entonces instan. Este tipo de vino se estima más que a otros, agregando el agua como el anterior, el resultado es a través de cocido de segunda calidad.
lo que llaman Egleuces los griegos, es intermedio entre el vino dulce, es debido al cuidado que tomamos para evitar que fermente (así llamado al paso del mosto a vino): el jugo de las cubeta luego de exprimido es inmediatamente sumergido en el agua hasta que el solsticio de invierno ha pasado y recoja las heladas de la temporada. Hay también una especie de Egleuces natural, que es llamado dulce por los Voncios habitantes de la provincia de Narbona.
Algunos agregan a la lista de vinos dulces el diachiton: se realiza mediante el secado de la uva en un área cerrada durante siete días en barreños levantados del suelo unos pies, defendiéndolas del rocío de la noche, y pisándolas en el octavo día, esta preparación se dice que da un vino de un buen gusto y olfato. El Melites es también del tipo de vinos dulces, miel y vino difiere en el sentido de que se hace con el vino: la licencia que combina cinco congios de mostos astringente y un congio de miel y un cyato (0,046 litros) de la sal que se ha cocido junto, es astringente. Entre las bebidas también se ha puesto el llamado por algunos protropo; y que algunos llaman al mosto que fluye espontáneamente antes de que pisar la uva. antes de ponerlo en vasijas, se deja que el proceso de fermentación y luego si e puede se pone al sol durante cuarenta días en el verano, nada más empezar la canícula.
No se puede justamente llamar vinos aquellos nombrado por los griegos Deuterios y por Caton y Lora (piqueta), se prepara la maceración de la uva en el agua: sin embargo, son vinos de piqueta para los trabajadores. Hay tres especies. Primer caso: se añade agua a la décima parte del mosto exprimido y se remoja la casca dejándola macerar el mosto durante un día y una noche, y de nuevo se lleva de nuevo a la prensa. Segundo caso, es el proceso de los griegos: añaden de agua la tercera parte de lo prensado, porque se redujo un tercio por la fermentación. Tercer caso: se obliga con la prensa las heces del vino y que Catón llama fecatum. Ninguno de estos vinos duran más de un año.
Si bien con este escrito me di cuenta de que ochenta y cuatro especies de vinos se han hecho famosos en todo el universo Italia produce alrededor de dos tercios, por lo que lleva mucho a todos los demás países. Para llevar a cabo esta reflexión, me doy cuenta de que los vinos de Italia no han sido favorecidos los primeros, y han comenzado a tener reputación después del año 600 de la fundación de Roma.

En Roma no se permitía a las mujeres beber. Encontramos que entre las historias de las mujeres, la de Egnacio Mecenio fue asesinada por su esposo a golpes porque había bebido vino de una tinaja, y fue absuelto del asesinato por Rómulo. Favius Pictor, en sus Anales, escribió que una mujer la forzaron los suyos a morir de hambre por tomar las bolsas donde estaban las llaves de la bodega. Caton dijo que era uso besar los parientes a las mujeres para notarles el olor al vino Temeto. A partir del cual la palabra temulentia (embriaguez). Ceneo Domitius el juez, a una mujer por haber bebido sin que su marido lo supiera, más de su salud hizo, la condenó a la pérdida de su dote. Tiempos en que fue muy barato en Roma el vino.
Los vinos más apreciados entre los antiguos, eran perfumados con mirra, como se ha visto en la comedia de Plauto, en el persa. Sin embargo, se recomienda añadir el fragante calamus, por lo que algunos piensan que es el primero en buscar vinos con sabor particular. A partir del año 633 de Roma, se había visto el vino en cueva o bodegas subterráneas, esto queda demostrado con el vino Opimiun. Italia comenzó a comprender los beneficios que había en ello, sin embargo, los géneros que se conocen aún no tenían ni estima ni reputación, por lo que todos los vinos en esos años tienen el nombre de un solo cónsul Opimius.
vinos artificiales, de los que voy a hablar ahora: son todos los empleados de los usos médicos. la forma en que preparó el omphacium. Con la vid que es lo que llamamos el enanthia: se pone a macerar con dos libras de flores de vid silvestre en un cadus (30 o 40 litros.) y se trasiega luego de treinta días. Además, la raíz y las uvas de la vid se utilizan en la preparación de las pieles. Estas uvas, poco después de la floración, es un singular remedio para bajar el calor del cuerpo en la enfermedad, se dice que es una parte muy frío muere por el calor, y el otro que resiste, se les llama solsticio ni uno ni el otro no maduran, antes de que el grupo se marchite, o se cocinan o se dan de comer a los pollos, que les quita la necesidad de picar las uvas.
El primer vino artificial, lo llaman adyname, Siguiendo la preparación: se ponen veinte sextarios (10,5 litros) de vino blanco y diez sextarios de agua y se hierve hasta que se evaporen diez sextarios. Otros ponen de agua de mar diez sextarios y diez sextarios de lluvia, y los dejan cuarenta días en el sol. Se les da a los pacientes para los que se teme los efectos nocivos del vino.
El siguiente vino artificial se hace con semillas maduras de mijo: macerando en dos congios de mostos, una libra y cuarto de semillas con paja, colando el mosto después de siete meses. Ya se dijo cómo se hace el vino del Loto, del árbol de loto, del fruto del loto y, de la hierba del loto.
Diremos también como se hacen los vinos de frutas, para lo cual solo añadiremos las explicaciones necesarias. Primero se hace con las palmas, que hacen los partos y usan también los indios y por todo el Oriente: se necesita un muid (celemin? de dátiles, que estén maduros, y se les pone tres cogios de agua (10 litros aproximadamente; puestos a macerar, se exprimen. El sycite de higos se hace igual, algunos lo llaman palmiprimo, otros lo llaman catorchite: Si no queremos que sea dulce, ponemos, en lugar de agua, una cantidad igual de orujo de uva. Con higos en Chipre se hace también un excelente vinagre, y es aún mejor que el de Alejandría. También se obtiene con el vino de siliqua en Siria, con peras y manzanas de todo tipo;
Con las granadas, se hace el vino que se llama Rhoyte y que se puede hacer con los frutos de cornejo, el mespilis, los sorvis, moras secas, y piñones de piña de pino, Se remojan estas en mosto y se exprimen. Estas dichos son dulces por sí mismos. Vamos a explicar el proceso que Caton dijo para producir vinos de mirto, los griegos tienen una forma diferente: se hierven ramas tiernas con sus hojas en el vino blanco, haciendo una pasta, y ponen una libra a hervir en mostos por cada tres congios de mosto, hasta reducirlo en un tercio. Los vinos elaborados de esta manera con el mirto, al que se hace con las bayas silvestres del mirto lo llaman myrtidanum y mancha las manos.
Entre las plantas cultivadas en los jardines, el vino se hace con rábano picante, espárragos, ajedrea, orégano, semillas de apio (Apium graveolens L.), Auron (artemisia abrotanum, L.), mentastre, rue (Ruta graveolens L.), la Nepeta (Nepeta cataria, L.), tomillo (thymnus serptyllum, L.), marrubio (marrubium vulgare L.). Nos reunimos con dos manojos en un cadus (30 a 40 litros.) Hierba, un sextario (0,54 litros) de vino sapa, y una hemina (0,27 litros) del agua de mar, par hacer vino de nabo se hace poniendo el peso de doce denarios (3,9 gramos rel denario) de nabo en dos sextarios de mosto, también se hace con la cebolla. Con las flores, se hace vino: con una pila de rosas machacadas en una tela que las envuelve con un poco de peso, para hacerla caer al fondo del recipiente, la dosis es peso cuarenta denarios por veinte sextarios de mosto; y no se abre el frasco antes de tres meses. Funciona de la misma forma en que el nardo galo (Valeriana Céltica, L.) y del nardo silvestre (XII, 26), que da aroma a cada vino.
Me pareció que hizo aromáticos los vinos, cuya composición difiere poco en los sabores: en primer lugar, como hemos dicho, con la mirra, y luego con el nardo Celtico, calamus fragante, eL Aspalato (Convolvulus scoparius, L.) y se hace con estas sustancias en masa aplastada, que se echa en el mosto o en el vino dulce. Otros vinos aromáticos con calamus, caña odorante (Andropogon schoenanthus, L.), costus (costus indicus, L.), nardo de Siria (Andropogon nardus, L.), amonio (XII, 42), Canela, cinnamomi, azafrán (Crocus sativus L.), la palma, el Asarum (Asarum europeum, L.), sino que también hace con las masas aplastadas. Otros agregan media libra de nardo y malabantro en dos congios de mosto. En tanto se hacen hoy en dia, con la adición de miel y pimienta, el vino es llamado por unos códiros por otros pimentados. También se habla de un vino llamado nectarite, elaborado con una yerba helenio (Inula helenium, L.), o Médica, o symphyte, o Idea, y Orestion, y otros nectarea: lleva cuarenta denarios de raíz puestos en seis sextarios de mosto, envuelto antes en un paño.
En cuanto a otras hierbas, el vino Absenta se hace poniendo una libra de ajenjo Póntico en cuarenta sextarios mosto, y se deja hervir hasta reducirse en un tercio, o poniendo unos manojos de ajenjo en el vino. De la misma manera se hace el vino de hisopo cilicio (Hyssopus officinalis L.) echando tres onzas de hisopo en dos congios de mosto o en pasta en el mismo vino. Se llega a estos dos vinos de otra manera, se siembra de plantas alrededor de las raíces de la vid. Esta es la última forma en que nos enseña Caton como el Elleborite con veratro negro (Veratrum nigrum L.), y de la misma manera el vino Escamonite. La vid tiene tiene la propiedad de contraer el maravilloso sabor de las plantas vecinas, en lugares pantanosos de Padua, las uvas toman sabor como un sauce, y en Thasos que siembra entre los viñedos ellebro, pepinos silvestres, o scammonea, vino llamado phthorio, lo que significa abortivo.
Se hace vino con hierbas cuyas propiedades serán exhibidas en su lugar: el stéchade (Lavendula stoechas, L.), raíces de genciana (Gentiana lutea L.), la tragoregano (timo tragoriganum, L.), el dictamo (Origanum dictamnus, L.), el Asarum (Asarum europeum, L.), Daucus (Athamanta cretense, L.), Elelisfacos (un sabio), el panax, Acoro (Acorus calamus, L.), el Conyza, el tomillo, mandrágora, caña (Andropogon schoenanthus, L.). Existen los nombres de los vinos scicino, e iteomelino y lectisfagite, cuya receta se pierde.
Los vinos con arbustos con Edres (Juniperus Lycia, Juniperus phoenicea, L.), ciprés, laurel, enebro (Juniperus communis L.) El therebinto, en la Galia, el Lentisco (Pistacia lentiscus, L.). Es hervida las bayas y la madera fresca en mosto. Se emplea la madera de chamelea (Daphne gnidium, L.), chametios (Teucrium chamepilys, L.) y chamedrios (Teucrium chamaedrys, L.); se hace de la flor añadiendo el peso de diez denarios añadido en un congio de mosto.
También hay vino con agua y miel únicamente. Se recomienda guardar agua de lluvia durante cinco años. Las personas expertas, en el momento la hacen hervir hasta reducirse en un tercio, y añaden una tercera parte de miel añeja y, a continuación, tienen esta mezcla al sol durante cuarenta días, desde principios de la canícula. Otros, después de diez días, la tapan en vasos. Esta bebida llamada aguamiel, Hidromiel, con el tiempo toma el sabor del vino, el aguamiel no la hay mejor que la de Frigia.
Vamos a la mezcla de miel con vinagre: ¿que no ha intentado el hombre para conservar la vida?. Le dio el nombre del licor oxymel; dosis: diez libras de miel, cinco heminas (0,27 de litro = 1,35 litros) de vinagre añejo, una libra de sal marina, cinco sextarios de agua de lluvia, y se le hace hervir suave bien mezclado diez veces, y luego trasegado se le deja envejecer. Todos estos vinos han sido condenados por Themison, autor de primer orden y, desde luego, podemos mirar en el uso como algo forzado, a menos que sea para imaginar que el Aromates sea obra de la naturaleza, vino compuesto, de perfumes, y que ha hecho que las plantas se los beban. Sin embargo los esfuerzos son curiosos de saber mirar bien la industria humana. Ninguno de estos vinos duran más de un año, excepto aquellos que hemos dicho, necesitan tiempo para hacerse varios, pero es común que ni siquiera logren mantenerse treinta días.
La carta de vinos también ofrece maravillas. En Arcadia se dice que un vino da fecundidad a las mujeres y a los hombres, rabia. En Acaia, especialmente alrededor de Carinia, con el vino malparen, y también las preñadas si comen de las uvas de este viñedo, que, sin embargo no se diferencia de otras uvas por el sabor. Se asegura que aquellos que beben vino Trecenio no engendran. Los Thasios producen, dos especies de vino con propiedades contrarias: uno causa dormir y el otro velar. En la misma isla, se le da el nombre de Thériaque a una viña de vino y uvas que son un remedio contra las picaduras de serpientes.
La vid llamada libanio tiene olor de incienso, con la que hacen libaciones en honor de los dioses, por el contrario, la vid Aspendios en los altares se rechaza y se dice que ningún aves toca esta vid. Los egipcios dieron el nombre de Thasia a una uva que es muy dulce, que suelta el estómago. Y en Lycia hay una uva que lo aprieta. Egipto también produce la uva Ecbolas, que provoca abortos. Algunos vinos, para eliminar el calor, en las bodegas cambian y, a continuación, vuelven. El vino transportado por el mar también cambian, pero los vinos que son más resistentes, la agitación del mar parece hacerlos mas viejos que realmente son.
Como la religión es la base de la vida, me doy cuenta que está prohibido hacer libaciones a los dioses, no sólo con vinos de un viñedo no cortar o golpeado por un rayo, o que un hombre muerto colgase de ella suspendido, o que el vino sea aplastado con los pies, heridos, o manchados de basura, o pobre que se haya caído desde arriba. Los vinos griegos también están excluidos debido a que contienen agua. También se come la vid, es decir, las puntas de los tallos, o cocidos o conservados en vinagre y salmuera.
En la actualidad acerca de cómo preparar el vino. Los griegos dieron normas para compartir sobre este tema y de ello han hecho un arte, por ejemplo Euphronius, Aristómaco, Commiades y Hicesios. África suaviza la aspereza de sus vinos con el yeso, y en algunas partes, con cal. Grecia la dulzura propia con la arcilla, el mármol o la sal o el agua de mar. En una parte de Italia, con la pez rabulana. Además, en toda Italia y las provincias son utilizados para la elaboración del vino con la resina. A veces se prepara con las heces de un viejo vino o vinagre. Y también del mismo se sacan ingredientes médicos. Se hierve el mosto hasta que se endulza y pierden una parte de sus fuerzas, se dice que como preparado, no dura más de un año. En algunos lugares en el mosto se hierve hasta que se convierte en arrope, y si se mezcla con otros vinos les quita la dureza. Para con estos vinos, y para todos los demás usos siempre se ponen en las jarras pez. El modo de hacerlo lo vamos a explicar en el libro siguiente
En el proceso de los vinos se pone la pez durante el primer punto de ebullición del mosto, que dura unos nueve días, de modo que el vino tome el olor y un toque de sabor. Se cree que la flor de resina cruda es más enérgico, y da la mayor cantidad de vino, por el contrario, la resina cocida le quita su fuerza y su brisa salvaje, o da dureza a la suavidad y vuelve mortecina. Especialmente en Liguria (Génova) y en las regiones circundantes reconocen la utilidad de la mezcla de resina de uva: se pone menos y cocida en los vinos ásperos, y más sobre todo en los vinos blandos. Algunos preparan los vinos con resina y resina cocida, y algunas otras naturalezas. En algunos lugares el vino tiene el vicio de fermentar una segunda vez, este fenómeno le hace perder su sabor, y se llamaba entonces vappa (picado, hechado a perder) ofensivo nombre que se aplica incluso a los hombres cuya moral ha degenerado, mientras que el vinagre, a pesar de su perversidad, tiene una calidad importante para los usos sin la que la vida perdería mucha gracia.
Por otra parte, la elaboración de vinos lleva una gran cantidad de cuidados: en algunos lugares la ceniza es también utilizado como el yeso y otras sustancias de las que hemos hablado. Preferimos la ceniza de la vid o las ramas de roble, de hecho, se recomienda el recoger agua del mar, y guardarla desde el equinoccio de primavera, o por lo menos cogerla la noche el solsticio de verano, y mientras el viento Aquilon esté presente, o hervirla si la tomamos en el tiempo de la cosecha. En Italia, la pez Brucia es la más considera para las tinajas, se equivocaron de resina del árbol y en España, se pone el pino silvestre, que se estima muy baja, pues esta resina es amarga, seca, y un olor fuerte. Los defectos de la resina, además de los que hemos mencionado, son la acidez y el olor del humo y el hecho de que huele demasiado al ser quemada. En Asia, especialmente estiman la de los campo del Monte Ida, en Grecia, la Pieria, Virgilio (Géorg., II, 438) prefiere la Taryciena. Los fabricantes más cuidadosos mezclan la almastica negra que viene del Ponto, que es similar al betún, y la raíz del lirio, y el aceite. Los vinos se acedan con cera en las tinajas, sería mejor para llevar el vino en los vasos de vinagre que, en aquellos en los que va vino dulce, miel o vino. Catón ordenó a la atención del vino (que utiliza la palabra cocinar) para una culeus, cuarentavo de ceniza con vino cocido o una libra y media de sal, con polvo de mármol, también menciona el sufrimiento de la resina de la que habla como un último recurso. Especialmente hay que añadir al vino cuando la fermentación está llegando a su fin, manda añadir el mosto tortivum, es decir, lo último tal que expresó. Una vez más, se añaden sustancias en el vino para darles color, por así decirlo, como una tintura del vino. Con estas sofisticaciones conseguimos que nos guste, ¡y estamos sorprendidos de que sea perjudicial! Se reconoce cuando se mete una lámina de plomo en que cambia de color.
Entre los líquido el vino ofrece la particularidad de enmohecerse, o cambiar en vinagre, hay libros sobre la forma de hacerles frente. El vino seco recibe el fuego y arde sin ayuda. Sus cenizas dan naturaleza de nitro y virtudes del mismo, especialmente en lo grasa que es al tacto.
Los métodos para mantener el vino son muy diferentes. En los alrededores de los Alpes, los guardan en toneles de madera circulares atados con arcos, e incluso los defienden del frío del invierno con fuego, para conservar el vino frío. Singular, pero que a veces se han visto los barriles rotos y en masas de hielo que están todavía en pie, una especie de prodigio, porque el vino no se congela y el frío no es mayor que el que lo golpeó. En las regiones más templadas los guardan en tinajas encerradas debajo de la tierra en su totalidad o en parte, dependiendo de la temperatura del lugar. En algunos países está el vino al aire, también ponen la cubierta de un tejado que los defiende. Damos estas normas siguen aquí: una parte de la bodega o al menos las ventanas deben estar orientadas al viento Aquilon (norte), o en todo caso al levante equinoccial.
Se debe eliminar el estiércol, las raíces de los árboles, todo lo que da un olor repulsivo, que pasa con facilidad a los vinos, guardarse de las higueras silvestres o cultivadas; dejar espacios entre tinajas, a fin de hacer que las alteraciones no se comunique de uno a otro que el contagio es siempre muy rápido. La forma de las vasijas también es importante; las de amplio vientre y boca ancha son menos buenas, poner pez, poco después del levantamiento de la ola de calor y, a continuación, lavarlas con agua de mar o agua salada, luego espolvorear ceniza de sarmientos o arcilla; ahumarlas con el aroma de la mirra: de la misma manera a menudo se perfuman las bodegas; mantener los vinos flojos en pequeños jarrones enterrados bajo el suelo, los vinos fuertes en tinajas expuesta al aire;
en todos los casos, no llenar hasta el borde; y el espacio vacío untar con vino de pasas o vino de frutas, mezclado con azafrán y pez añeja con arrope, preparar de la misma manera los cubridores o tapas de las tinajas, se hace añadiendo almáciga y pez. Vedar que no estén abiertas las tinajas durante el invierno, si no en día sereno y no tenerlas abiertas con el viento del sur o en luna llena. La flor de los vinos (vinos mycoderma), el blanco es una buena señal, el rojo, el mala, a menos que sea el color del vino. También es malo si se calientan las tinajas, o las tapas sudan. El vino al que le salen las flores con prontitud y toma olor, no es duradero. Por la misma los arropes y frutas, no se recomiendan hacer cuando en el cielo no hay luna, es decir, en la conjunción de la estrella y no otro día, y en jarrones de plomo y no jarrones de cobre, añadiendo frutos secos, ya que absorben el humo. En Campania, envasan los mejores vinos al aire libre, al medio día para que los recipientes que los contienen y ellos sean heridos por el sol, la luna, la lluvia y los vientos.
Reflexionando, reconocemos, que el hombre no hace nada tanto en la industria y la fabricación de vino, como si la naturaleza no nos da agua de bebida más saludable, que todos los animales utilizan. Pero nosotros hasta forzamos a las bestias de carga, incluso a beber vino. Que tantos esfuerzos, tanto trabajo y gasto, para una sustancia que causa perturbaciones en el espíritu del hombre y engendre rabia, causa de millares de crímenes, una sustancia tan atractiva que muchos de ellos creen que no hay ningún otro placer en la vida.
Y que para tomar más vino, quebrantan sus fuerzas en vez de con sacos. Uno puede imaginar la forma de excitar la sed, los venenos están dispuestos a crear un motivo para beber, y el hombre a tomar la cicuta, de modo que el miedo a la muerte da ingerir vino y otros tienen la piedra pómez en polvo, y otras cosas que me avergüenza de enseñar en la materia. Consideramos que el más prudente se cuecen en baños calientes, y los sacan medio muertos. Otros que no pueden esperar echarse en la cama, ¡que estoy diciendo! ni siquiera sus ropas, pero desnudo y jadeante, tomando los enormes jarrones a ostentación de su fuerza, y vomitarlo de inmediato, tragar una y otra vez que dos y tres veces como si hubieran nacido para destruir el vino y el licor como si no pudiera derramarlo, sino por el cuerpo humano. Aquí vienen los ejercicios de extranjeros y el hábito de revolcarse en el lodo, y volteando la cabeza, a pecho descubierto.
Se dice que todo lo que hacemos que procuramos encontrar la sed. ¿Se usan jarrones donde se tallan los adúlteros?, ¡como si solo la borrachera no instruyera poco al libertinaje! Por lo tanto, las mezclas de lujuria e embriaguez llevan el mismo precio ¡que yo digo! en el salario. En un compromiso por el precio de su embriaguez, para darle todo lo que tiene que comer, y beber otra copa y otra, el mayor número de veces que dieron lugar los puntos en los dados. A continuación, los hambrientos ojos regatean precio a las matronas, que sus ojos lánguidos de traicionar a su marido, entonces descubren el secreto de los pensamientos que son: que revelan su voluntad, a los que tienen discurso peligroso, y pronuncia palabras mortíferas para su garganta. ¿Cuántos murieron de esta manera!.
En refrán el vulgo le ha atribuido la verdad al vino. Fuera de estos peligros, el bebedor no ve la salida del sol, y viven menos tiempo. De ahí la palidez, caída de los párpados, los ojos legañosos, temblorosas las manos que vierten las jarras, y el sueño perturbado por las Furias, el castigo es inmediato, esta inquietud nocturna, y las recompensas de embriaguez suprema, en una lujuria monstruosa y el sabor de las maldades. Al día siguiente, el aliento tiene el olor de un barril, casi todo se olvida y la memoria está muerta.
Esto es lo que ellos llaman robar la vida, y mientras todo el mundo no pierda ese día ha pasado, ellos se pierden también el que vendrá. Se inició bajo el reinado de Tiberio Claudio, hace cuarenta años, beber con el estómago vacío y el vino antes de la comida, introducido por médicos de moda por algunos novedad. Los Partos buscan la gloria en la capacidad de beber mucho. Entre los griegos, Alcíbiades tenía reputación. Con nosotros, Novellius Torquatus Milanés, que por honrosos hechos desde pretor llegó hasta procónsul, al que pusieron de mote Tricongio, después de haberse tragado estos (10 litros aprox.) ante los ojos y asombro del emperador Tiberio, que en su vejez fue austero, e incluso cruel, pero en su juventud se había inclinado a vino.
Por estos tiempos el Emperador Tiberio hizo a Lelio Pisón procurador de Roma, por haber seguido bebiendo sin interrupción durante dos días y dos noches. Así pues, se dice, que César Druso se asemeja más a su padre Tiberio. Torquatus de gloria inusual (el arte de beber tiene sus leyes) que nunca tartamudea, ni vomita ni orina, permaneciendo firme sin dormir hasta la mañana, y bebiendo de todo a la vez y luego más y beber aún más y no respirar mientras bebía y no escupir, y no dejar gota en el fondo sin ruido por no caer al suelo; Exacto observador de las leyes contra el fraude de los bebedores.
Tergilla acusa a Cicerón, hijo del Marco Cicero, de tener la costumbre de tragarse dos congios de vino (6,5 litros) de una vez, y borracho, hacer un corte a Marco Agripa con una taza. Estos son los efectos de la embriaguez. Cicerón, sin duda, quería eliminar a Marco Antonio, asesino de su padre, bebedor de palma. Antes de él, de hecho, Marco Antonio había sido muy celoso de este tipo de superioridad, e incluso ha publicado un libro acerca de su embriaguez. En atreverse a formular su disculpa, que hizo ver plenamente, en mi opinión, la cantidad de dolor que había causado en el mundo por este defecto. Poco antes de la batalla de Actium vomitó aquel libro y, a continuación, muestra que, ya borracho con la sangre de los ciudadanos, es aún más sediento de ella. Esa es la necesidad de ese vicio: cuanto más uno está acostumbrado a beber, cuanto más uno quiere beber, y sabemos de la guadaña de la palabra de un embajador, quien dijo que los partos cuanto más beben, tanta mayor sed tienen.
Los pueblos de Occidente saben demasiado de la borrachera con bebidas de grano humedecido. Los procesos son diferentes en la Galia y España, los nombres son diferentes, pero los efectos son los mismos. España ha demostrado que estos licores podían conservarse. Egipto también está pensado para el uso de una bebida con granos similares. No hay parte del mundo donde no haya borrachera, ya que la diligencia toma las bebidas puras con remojo en el agua, actúa como las viñas y la tierra, ¡Funesta industria el vicio! encontramos una manera de hacer que el agua incluso pueda intoxicar. Hay dos licores muy agradable en el cuerpo humano, el vino dentro, y por fuera el aceite. Estos productos líquidos se extraen de los árboles y son excelentes, pero el aceite es una materia necesaria. Los hombres, sin embargo, aunque no se olvidan de elaborarlo, pero son mucho más ingeniosos para beber porque han inventado ciento noventa y cinco especies para beber, el número es casi el doble si se cuenta las variedades. Siendo un número mucho menor de tipos de aceites: de lo que vamos a hablar en el libro siguiente.

– Petronio (m. 66 d.c.). Satírico romano.
– Mestrio Plutarco fue un historiador, biógrafo y ensayista griego (45 d.c. – 120 d.c)
– Pomponio Mela (hacia 44 d.c.). Geógrafo romano
– Plinio el joven (61 d.c circa 113). Escritor romano
-Cayo Suetonio Tranquilo (c. 70 -post 126), fue un historiador y biógrafo romano durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano. Su Obra Los doce cesares
– Tácito (circa 55 d.c. circa 118). Historiador romano.
– Claudio Ptolomeo (90 d.c. – 168 d.c.), fue un astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático greco-egipcio.
– Apiano de Alejandría (ca. 95-165 d.c.).
– Galeno segunda mitad del siglo II tratado sobre los alimentos saludables y los no saludables.

* “Colmuela y la Bética”, en P.Sáez y S. Ordóñez (eds.), Homenaje al profesor Presedo, Sevilla, 1994, pp. 687-697.
– Tovar, A., “Colmuela y el vino de Jerez”, en Homenaje al profesor Carriazo, Universidad de Sevilla, Vol. 3, Sevilla, 1972, pp. 399-404.

FUENTES ESPECIFICAS
– Paladio (IV) d.c.), Tratado de agricultura. Medicina veterinaria. Poema de los injertos. Traducción, introducción y notas de A. Moure Casa, Gredos, Madrid, 1990.

FUENTES GENERALES
– Mestrio Plutarco fue un historiador, biógrafo y ensayista griego (45 d.c. – 120 d.c)
– Pomponio Mela (hacia 44 d.c.). Geógrafo romano
– Plinio el joven (61 d.c circa 113). Escritor romano
-Cayo Suetonio Tranquilo (c. 70 -post 126), fue un historiador y biógrafo romano durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano. Su Obra Los doce cesares
– Tácito (circa 55 d.c. circa 118). Historiador romano.
– Claudio Ptolomeo (90 d.c. – 168 d.c.), fue un astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático greco-egipcio.
– Apiano de Alejandría (ca. 95-165 d.c.).
– Galeno segunda mitad del siglo II tratado sobre los alimentos saludables y los no saludables.
– las Fontes Hispaniae Antiquae, compiladas por A. Schulten y L. Pericot. … de casi 10.000 inscripciones romanas halladas en la Península Ibérica pertenecen a época imperial. Una excepción importantísima, sin embargo, es el decreto en bronce de L. Emilio Paulo (CIL II 5041), que es también el documento epigráfico romano mas antiguo hallado en la Península.
– El Bellum Hispaniense, de autor desconocido, quizás un suboficial de la Legión X, cuenta la campaña de Munda.
– Otras fuentes importantes fueron el mapamundi u Orbis Pictus que se grabara en Roma en el año 13 d.c.
– Vasos Apollinares que describen la ruta de Gades hasta el pirineo. …
– el Itinerario de Antonino…. La Notitia dignitatum.
– San Isidoro de Sevilla. Etimologías. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1951.
– Obra de Agricultura de Gabriel Alonso de Herrera. Martínez Carreras, J.U., Ed. Atlas, Madrid, 1970.
– Hesíodo. Los trabajos y los días, con la Teogonía y El escudo de Heracles. Lecluyse, Mª J., Palau, E. Ed. Iberia, Barcelona, 1980.

(1) La Souda o Suidas; es una enciclopedia de finales del siglo IX. Este libro contiene alrededor de 30.000 entradas. Es en parte un diccionario, una compilación de compilaciones.
(2).- Fuentes literarias para la agricultura cartaginesa. El tratado de Magón. Rodolfo Domínguez Petit (Universidad de Sevilla). Artículo de la revista Habis 35 (2004), pag. 179 – 192.
(3).- “La Obra de Marco Porcio Catón como modelo de desarrollo productivo rustico” de Carlos Ferreira González.
(4). Varrón, Marco Terencio. Rerum rusticarum: Libri III / Marco Terencio Varrón; [traducción y comentarios de José Ignacio Cubero Salmerón]. Sevilla: Consejería de Agricultura y Pesca, Servicio de Publicaciones y Divulgación, 2010

 

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